Este año, la industria minero-metalúrgica en México enfrentará diversos retos, en medio de un panorama que de por sí es complejo. Estos incluyen los aranceles al acero y al aluminio de Estados Unidos (EU), así como un nuevo acuerdo comercial con América del Norte.
A pesar de que EU mantiene su superávit en fundición de acero y productos manufacturados de hierro, acero y aluminio, el tema de los aranceles genera controversia en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ya que la administración de Enrique Peña Nieto no consiguió que se eliminaran.
La Secretaría de Economía (SE) asegura que México no es una amenaza para EU, pues este país decidió imponer aranceles bajo el amparo de la Ley 232, con el argumento de seguridad nacional.
Luz María de la Mora, subsecretaria de Comercio Exterior, mencionó durante la 102 Asamblea general de socios de la American Chamber México que “las cuotas no tienen ningún sentido en la relación comercial de México con EU”, y agregó que “la administración (de López Obrador) está trabajando en la eliminación de los aranceles en acero y aluminio, y no sean reemplazados por cuotas, ya que son incompatibles con el acuerdo comercial”.
Cuando se renegoció el Tratado de Libre Comercio con América del Norte, EU puso sobre la mesa establecer cuotas al acero para eliminar los aranceles. La propuesta reconocía el máximo histórico exportado por México a EU en acero y aluminio, e incluía una llamada hard quote (cuota dura), sobre la cual México no podía exportarle estos productos aún pagando aranceles.
De la Mora dijo que antes de que se ratifique el nuevo acuerdo, lo que podría ser en mayo con la aprobación por parte de los Congresos de los tres países, los aranceles deben eliminarse.
Raymundo Tenorio, analista económico del Tec de Monterrey, añade que de no ser por el acero laminado que se vende para la industria automotriz del país, el sector estaría en una situación peor. “Las exportaciones para construcción y el acero laminado para la industria automotriz de México, han sido las únicas oportunidades del sector para no hundirse”, asegura Tenorio.
“México es la economía 15 en el mundo y tenemos que mantenernos, además de subir más escaños, porque es un país muy atractivo, sobre todo en la parte automotriz, que tiene una presencia muy importante”, dijo Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) en el marco de la Feria Aeroespacial México 2018. El directivo expuso que hay una interpretación un poco agresiva que pone en riesgo la competitividad del país.
Cervantes reiteró que algunas cuestiones, como la interpretación de la nueva Ley Federal del Trabajo, ponen en riesgo la competitividad de México en el T-MEC. “Estamos en espera de la ratificación del Congreso estadounidense, y una vez ratificado, veremos cómo se acomoda la Ley 232 en el acuerdo”, dijo.
El Dato.32 mdd
es la inversión
que espera el sector
en 2019
Menos exportaciones
México exportó productos asociados a la fundición de hierro y acero por 3,537 millones de dólares (mdd) en 2018, un aumento de 38.9% interanual, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico).
No obstante, la cifra estuvo por debajo del récord en valor alcanzado en 2008, cuando las ventas externas sumaron 4,838 mdd, y del máximo histórico en volumen que se registró en 2017: 6,988 millones de toneladas.
La barrera impuesta por el presidente de EU, Donald Trump, provocó que siderúrgicas con operaciones en México redujeran sus exportaciones al mercado estadounidense, mientras que las importaciones provenientes de ese país se dispararon.
Entre junio y noviembre de 2018, la entrada a México de productos de fundición de hierro y acero y sus manufacturas provenientes de EU alcanzó 38.8 millones de toneladas, ocho veces más respecto a las 4.3 millones de toneladas registradas en igual lapso en 2017, de acuerdo con datos del Sistema de Información Arancelaria Vía Internet (SIAVI) de la Secretaría de Economía (SE).
La mayor entrada de productos de hierro provenientes de EU, provocó que la producción de algunas manufacturas de aceros básicos —como laminados y planchón en México— bajara 5.3%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Al respecto, Máximo Vedoya, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero), dice que la administración del expresidente Enrique Peña Nieto no aplicó una medida espejo de arancel igual a la que impuso EU a los productos nacionales.
Horizonte complicado
De acuerdo con la Canacero, la industria opera actualmente al 70% de su capacidad y ha sido afectada por la competencia que enfrenta con las importaciones de acero.
Francisco Orduña, vocero de Altos Hornos de México (AHMSA), dice que es necesaria una política arancelaria de largo plazo, especializada en el sector del acero, que no solo detenga la importación de países con los que México no tenga tratado comercial, sino que también regule el intercambio con EU.
Mientras el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no consiga llegar a un acuerdo para eliminar las tarifas al acero y al aluminio, “no se augura un año favorable para la industria, ya que es difícil que el presidente de EU conceda eliminar los aranceles”, dice Héctor Magaña, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) en el Tecnológico de Monterrey.
“Desafortunadamente, la industria siderúrgica mexicana ha comenzado a disminuir su producción de manera considerable, lo cual inevitablemente se verá reflejado en la planta laboral”, advierte el presidente de la Canacero.
En lo que se refiere al aluminio, insumo al que se le impusieron aranceles de 10%, México le exporta a EU cerca de 350,000 toneladas, mientras que importa cerca de 800,000 toneladas, según datos de la Cámara Nacional de la Industria del Aluminio (Canalum). En 2017, México se posicionó como el productor número 14 de acero en el mundo y alcanzó una producción anual de 19.9 millones de toneladas de acero crudo.
Pero en los últimos cinco años el valor de la producción minerometalúrgica retrocedió, al pasar de 17,843 millones de dólares (mdd) en 2012 a 12,543 mdd en 2016, lo que representa una caída de 30%.
El índice de volumen físico de la producción minero-metalúrgica de México descendió 1.3% en enero de 2019, frente al mes anterior. No obstante, la producción de este sector reportó un crecimiento de 1.9% en enero de este año, con relación al mismo mes de 2018; los metales que avanzaron en la producción son: plomo, plata, carbón no coquizable, cobre, pellets de fierro y yeso. Por el contrario, bajó la de oro, coque, zinc, azufre y la de fluorita, de acuerdo con datos del INEGI.
Además, la mayoría de lo que vende el país no son aceros especiales; es decir, el acero laminado que está gravado con impuestos por los vecinos del norte, sino material para la construcción, como alambrón y varilla, entre otros, por lo que ahí no tiene problemas arancelarios y, en ese aspecto, la industria mexicana sigue teniendo una importante área de oportunidad de crecimiento.
El Dato.14 es el lugar
que ocupa México como productor de acero en el mundo
Continúan las inversiones
En lo que se refiere a inversiones, la Cámara Minera de México (Camimex) destaca que en los últimos 12 años las empresas minero-metalúrgicas han realizado inversiones en el país por 51,106 mdd en diversos proyectos. Según datos de la Camimex, en 2017 la inversión fue de 4,302 mdd, 15% más que en 2016, pero muy por debajo de lo observado en 2012 (8,043 mdd).
Para 2019 se prevé que lleguen más inversiones, aunque a un ritmo más moderado, en medio de la incertidumbre por una desaceleración económica. Para este año, por ejemplo, el país fue elegido como el destino de seis contratos para proyectos minero-metalúrgicos por un valor de 32 mdd, coronándose como el principal destino en América Latina.
Entre los proyectos está SilverCrest, que invertirá en plata y oro en la mina Las Chispas, en Hermosillo. Otro es Candelaria Mining, empresa que financiará los trabajos en el proyecto aurífero Pinos, y Mexican Gold para exploraciones en Las Minas, Veracruz.
Área de oportunidad
Las iniciativas de la administración de López Obrador para invertir en infraestructura podrían ser un pequeño salvavidas para que el sector atenué su caída.
Los planes de inversión del gobierno federal, que destinará recursos para obras como el Tren Maya, o la modernización del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y de Santa Lucía (este último proyecto iniciará en junio próximo), podrían estimular al sector para revertir o aminorar la tendencia negativa que se ha presentado durante los últimos años.
“La necesidad de insumos metalúrgicos para las obras que planea desarrollar el gobierno, podría impulsar ligeramente el desempeño de la industria, aunque con ello no podría salir de la crisis que viene arrastrando de años anteriores”, dice Héctor Magaña del Tec de Monterrey.
Sin embargo, el primer año de una nueva administración normalmente es más lento, al que se suman riesgos y preocupaciones adicionales que tienen que ver con el aspecto político, por lo que las oportunidades podrían ser pocas.