El panorama para la inversión luce más alentador este segundo semestre del año, con la campaña de vacunación más avanzada, una recuperación gradual de la economía y los beneficios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Sin embargo, está sujeto a diversos riesgos, el más importante es que la pandemia y sus efectos sobre la economía se prolonguen por más tiempo. Otro factor que será determinante son las políticas gubernamentales, que han generado incertidumbre entre los hombres de negocios, señala Federico Rubli, consultor de MAAT Asesores.
“Mientras la población no esté 100% inmunizada, la incertidumbre entre los inversionistas prevalecerá y la economía va a mantener una recuperación lenta”, dice Federico Rubli. A la economía mexicana le urge crecer y una opción para lograrlo es la llegada de nuevas inversiones.
Desde la segunda mitad del año pasado, el flujo de capital comenzó a recuperarse y para el primer trimestre del año, (cifras hasta el momento) la Inversión Extranjera Directa (IED) ascendió a 11,864 millones de dólares (mdd), lo que significó su mayor nivel para un periodo similar desde 1999, según la Secretaría de Economía.
De esta forma, la captación de inversión extranjera presentó un incremento anual de 14.8%. La IED registrada a la fecha provino de: 1,872 sociedades con participación de capital extranjero; 883 contratos de fideicomiso; y 9 personas morales extranjeras.
La Secretaría de Economía informó en abril que el 59.2% de la IED provino de reinversión de utilidades, por nuevas inversiones, 18.6%; y por cuentas entre compañías, 22.2%. Al observar el país de origen, Estados Unidos (EU) contribuyó con el 42.5%; España, 12.1%; Luxemburgo, 8.2%; Reino Unido, 5.5%; Canadá, 4.8%; y otros países aportaron el 26.9% restante.
Con cautela
Jorge Molina Larrondo, especialista en políticas públicas y comercio internacional del Tec de Monterrey, señala que estos datos se deben ver con cautela, ya que la mayoría de la IED se concentró en reinversión de utilidades, es decir, se destinó a mantener y volver “a echar a andar” las inversiones que ya se encontraban instaladas en el país.
“No vemos nuevos proyectos, estas cifras nos muestran que se invierte lo que ya existe y en el stock de capital que se vio afectado por la pandemia, sigue habiendo mucha incertidumbre para recibir nuevos capitales, los inversionistas todavía tienen presente lo que le pasó a Constellation Brands con su cervecería en Mexicali y ‘la bronca’ que representan
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), opina lo mismo que Molina y apunta que “el problema es que el país no ha logrado generar nuevos diferenciales productivos que hagan atractiva la llegada de nuevas inversiones. Lo que predomina es la reinversión de utilidades, las empresas 10.0 establecidas en México desde hace varios años reinvierten esos beneficios. Ya no toman riesgos adicionales”. Molina también destaca la necesidad de una política industrial nacional que genere certeza y confianza para que nue- vas empresas vuelvan a ver atractivo al país y, así, aumente no solo la IED, sino también la llegada de nuevos capitales y empresas a sectores ya consolidados —manufacturas y servicios— y a nuevos nichos como el eléctrico y la electrónica.
Los expertos señalan que desde hace al menos 15 años, México agotó la estrategia que había generado cierto crecimiento en IED: la privatización y la venta de ciertas empresas nacionales a extranjeras. Una vez que eso se agotó, los últimos grandes flujos de inversión han estado vinculados a la venta de bancos, de cerveceras o de algunas otras empresas; o algunas inversiones muy particulares en el sector automotriz.
“Depende de algunos proyectos que la hacen destacar, pero al ser proyectos muy particulares y temporales, el efecto termina y no permite dibujar una tendencia creciente”, dice De la Cruz, el experto de IDIC.
Las oportunidades
La pandemia provocó cambios en las cadenas de producción con una relocalización, algo que países como México buscan aprovechar para atraer inversiones.
Este año México pasó del lugar 14 al 9 en el ranking de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desa- rrollo (UNCTAD, por siglas en inglés), de los países del mundo que recibieron mayor cantidad de inversiones extranjeras durante 2020.
Pero a pesar de la mejoría que se presentó en el ranking general, el país no fue inmune a las adversidades que generó la pandemia, ya que los flujos foráneos que recibió México fueron 14.7% inferiores a los observados en 2019; durante ese año, el país captó 34,000 mdd, mientras que un año después, la cifra descendió a 29,000 millones de dólares.
Para Jesuswaldo Martínez, investigador económico del Instituto Belisario Domínguez, la entrada de México al Top 10 se debió más a que otros países sufrieron importantes caídas en su recepción de Inversión Extranjera Directa, “por lo que lo más destacable del reporte de la dependencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es que México supo contener mejor la situación que otros países”, indica.
Detalla que hubo economías que registraron importantes desplomes en la recepción de inversión, “En Brasil cayeron alrededor de 60%, en EU 40% y en China la caída fue de 5%”.
Luis Güemez, docente de la CETYS Graduate School of Business, dice que México fue atractivo para la recepción de inversiones, lo que será una buena señal hacia el futuro, y recordó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) también ubicó a México dentro del Top Ten de naciones que recibieron mayor IED.
“Si bien la pandemia provocó diversos efectos negativos en la economía global, decrecimiento, índices altos de inflación e incluso deflación, ser parte de este Top Ten es un aliciente para la recuperación económica del país, pero se necesita un ecosistema favorable para la inversión y Estado de Derecho”, indica Güemez.
Según la última encuesta de Banxico, el clima para hacer negocios mejorará en los próximos meses, pero destaca que los principales obstáculos para hacer negocios México son 30% el Estado de Derecho; 23%, el crimen; 18%, la corrupción, y 7%, el incumplimiento de contratos.
La UNCTAD estimó que el segundo se- mestre del año podría haber un panorama más alentador, ya que los flujos foráneos a nivel mundial se podrían elevar entre 10 y 15%. Esto todavía dejaría a la IED un 25% por debajo del nivel de 2019. “Las perspectivas son muy inciertas y dependen, entre otros factores, del ritmo de recuperación económica y la posibilidad de recaídas pandémicas, el impacto po- tencial de los paquetes de gastos de recuperación sobre la IED y las presiones políticas”, señala la dependencia.
Ante esto último, Molina Larrondo del Tec de Monterrey considera tres factores que influirán en la captación de flujos foráneos en el segundo trimestre del año. En primer lugar, destacó el avance y desarrollo de la campaña de vacunación en México y el mundo, ya que en países como EU y Canadá es un elemento clave para volver a echar a andar sus economías, y casi 50% de la IED que recibe México proviene de sus socios del T-MEC.
En segundo lugar, la legitimidad de los resultados de las pasadas elecciones intermedias, sobre todo en Nuevo León, un estado clave y al que llega casi 9% de las inversiones extranjeras.
Finalmente, como tercer punto, el especialista del Tec de Monterrey resalta la evolución que muestren los paneles de solución de controversias del T-MEC, ya que las resoluciones influirán en la toma de decisiones de los inversionistas extranjeros para inyectar capital al país.
Para Vladimiro de la Mora, presidente de la AmCham México, el T-MEC permitirá la cooperación de México con EU y Canadá, siempre y cuando se garanticen el Estado de Derecho y reglas claras. “Estas son las claves para aprovechar esta oportunidad, proteger la inversión y atraer nuevos proyectos”, puntualiza.