El gran tema alrededor de la Reforma Laboral es la relación que tiene con la ratificación del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos (EU) y Canadá (T-MEC). Hasta el momento, México es el único país que ya aprobó el acuerdo, mientras que los Congresos de Canadá y EU lo siguen discutiendo y revisando.
La reforma modifica algunas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo. Algunos de los cambios que propone incluyen el combate a la informalidad, el reemplazo de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, así como las medidas para democratizar y transparentar a los sindicatos.
“Los cambios pueden beneficiar al mercado de trabajo en México, al incorporar a más trabajadores a los sistemas de empleo formal”, dice Carlos Serrano Herrera, economista en Jefe de BBVA.
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De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía publicados en junio, el porcentaje de personas que cuentan con un empleo formal solo es de 7.6%, mientras que la tasa de desocupación alcanzó 3.5% en ese mismo periodo.
La Reforma puede ayudar a disminuir la informalidad en el país (56.8% de la población), ya que la legislación obliga a registrar ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a los trabajadores y trabajadoras del hogar, que son cerca de 2.3 millones de personas, según BBVA.
No obstante, para Serrano Herrera, aunque estas medidas representan un avance sustancial, “la legislación laboral tendrá que ser valorada en su totalidad cuando se den a conocer los reglamentos secundarios y la implementación de la Reforma”.
El Dato.7.6%
de los mexicanos cuenta con un empleo formal
El trabajo en tiempos del T-MEC
Los antecedentes directos de la nueva legislación provienen de la reforma del 24 de febrero de 2017 y la ratificación del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en materia de protección a la libertad sindical y negociación colectiva, mismo que ratificó nuestro país el 21 de septiembre de 2018.
Marcela Calderón, socia de Seguridad Social y Servicios Fiscales en Remuneraciones de KPMG, dice que “la armonización de las condiciones laborales también es una característica del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP), no obstante, a menudo se le menciona como el tema más sensible en el T-MEC por la desigualdad salarial y las condiciones de trabajo en México”.
Los analistas de la Dirección de Estudios Económicos de Citibanamex también advierten sobre estos temas que serían negativos para México, sobre todo los que se relacionan con las ganancias comerciales, los aranceles, la desigualdad de condiciones en la fuerza laboral y los flujos migratorios. “Habrá que estar muy atentos a la implementación del T-MEC, pues es posible que abra una puerta a Canadá y EU para solicitar inspectores que garanticen el cumplimiento de las normas laborales en el país”, dicen los analistas.
Por su parte, Carlos Serrano Herrera, de BBVA, dice que “la Reforma Laboral provocará que el T-MEC sea aprobado por EU y Canadá, puesto que los cambios contemplados fueron señalados por los congresistas demócratas como condición para su voto favorable”.
Sin embargo, el mes pasado, una comitiva de 10 congresistas estadounidenses encabezada por el representante Earl Blumenauer, presidente del subcomité de Comercio de Medios y Procedimientos de la Cámara baja, viajó a México para conocer las medidas y los compromisos que firmó el país en la Reforma Laboral.
Durante su visita, los congresistas insistieron en implementar un mecanismo de cumplimiento de las normas laborales mexicanas. “Estamos muy complacidos con la aprobación de la legislación en materia laboral. Pero ahora el tema es ¿cómo se realizará?”, dijo la demócrata de Connecticut, Rosa DeLauro.
“Hay que ver cómo se monitorea el progreso, porque es muy complicado. En México hay 700,000 contratos colectivos laborales y veremos cómo se revisan, cuál es el mecanismo de financiamiento para avanzar”, dijo DeLauro.
Según una persona cercana a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), la dependencia ya avanzó en la conformación del Consejo para la Implementación de la Reforma Laboral, donde se integró el primer grupo de estados que implementarán los cambios el próximo año.
La STPS también inició la elaboración de la ley orgánica para el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, así como la creación de grupos de trabajo estatales para implementar la Reforma.
No obstante, persiste la incertidumbre por parte de EU, sobre todo por el tiempo que tomará que los cambios arrojen resultados tangibles. Originalmente, la administración del presidente Donald Trump buscaba la ratificación del T-MEC para finales de julio, sin embargo, las preocupaciones por parte de los demócratas provocaron el retraso hasta el otoño.
El Dato.56%
es el porcentaje de informalidad en México
Limpiar sindicatos
Los cambios a la Reforma representan también un gran reto para los empresarios en México, pues se verán obligados a revisar la situación laboral dentro de la empresa, el clima de trabajo, la demanda salarial y cómo llevar a cabo las negociaciones con los trabajadores.
“Estas acciones impulsarán la democracia, la rendición de cuentas y la transparencia en el sector (sindical), en el que la opacidad fue la constante”, dice César Morales, socio de Servicios Legales de Deloitte. Sin embargo, el desafío más importante será “la construcción de una cultura sindical en la que tanto patrones como trabajadores tengan el mismo nivel de participación”, agrega Morales.
La nueva legislación garantiza que los trabajadores estén representados en sus sindicatos por medio del voto directo y secreto, así como la participación de los empleados en la negociación de los contratos colectivos de trabajo con los patrones.
Este punto es importante, porque el capítulo 23 del T-MEC señala que México debe garantizar la libertad sindical, sin ninguna intervención del patrón. De lo contrario, ese será motivo de controversias en el acuerdo.
Según el reporte publicado por la Dirección de Estudios Económicos de Citibanamex, la Reforma podría provocar un aumento en la sindicalización en México, que declinó de manera considerable en las últimas décadas, y también un aumento en los salarios de hasta 17.5%.
Nueva conciliación
Finalmente, la Reforma reemplaza las antiguas Juntas de Conciliación y Arbitraje por Tribunales Laborales. En la práctica, esto significa que los conflictos dejarán de estar en manos del Poder Ejecutivo y tendrán que resolverse por los Poderes Judiciales locales o Federales, de acuerdo con la competencia en cada caso.
Para César Morales, de Deloitte, contar con Tribunales Laborales “permitirá que los litigios en la materia se lleven a cabo de forma más eficiente y con mayor celeridad, que la utilizada en las juntas de Conciliación y Arbitraje”. Para Serrano Herrera, de BBVA, esta disposición es positiva porque “despolitizará los conflictos laborales”.
“Tanto el nuevo Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral como los Tribunales Laborales se implementarán de manera gradual, y comenzarán a funcionar en un plazo de entre dos y cuatro años como máximo”, dice Morales de Deloitte.
La buena noticia es que queda algo de tiempo para que las empresas mexicanas puedan prepararse, a pesar de que las nuevas disposiciones entraron en vigor a partir del 2 de mayo. “Uno de los aspectos más relevantes sobre la Reforma Laboral es estar conscientes de que su implementación es un proceso que llevará tiempo y que se realizará gradualmente. Si bien el decreto ya fue publicado, los cambios que establece señalan distintos plazos para su puesta en marcha”, aclara el especialista de Deloitte.