Las moléculas pueden salvar vidas. En México existen dos nuevas para el tratamiento de la hipertensión arterial: Rosuvastatina y Fimasartán, que retrasan la progresión de la aterosclerosis, que es el endurecimiento de las paredes arteriales por la acumulación de grasas y colesterol. Juntos, estos fármacos reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
1 de cada 4 adultos mayores de 20 años en nuestro país padece hipertensión arterial, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut, 2016). Este trastorno incrementa el riesgo de sufrir infartos cerebrales o al miocardio, insuficiencia cardiaca o enfermedad arterial coronaria, que en conjunto son consideradas como la segunda causa de mortalidad en nuestro país.
“Hoy sabemos que la ocurrencia en los pacientes de hipertensión arterial y/o diabetes, entre otros factores de riesgo, se asocia a un mayor riesgo de sufrir covid-19 severo —en caso de contagio— así como a un mayor riesgo de mortalidad”, dice Rodrigo Ruiz, Chief Operating Officer (COO) de Stendhal, la farmacéutica mexicana que trajo estas moléculas para los pacientes de hipertensión en México.
El ejecutivo farmacéutico añade que “el adecuado control de estas condiciones cardiovasculares puede provocar la disminución del riesgo asociado a la enfermedad y es aquí donde Fimasartán puede jugar un papel benéfico, más aún en la situación actual” de la pandemia.
El Dato...149,938 defunciones
Al año en México son por temas cardiovasculares, por encima de cualquier cáncer.
Hoy en México, una buena parte del problema de la hipertensión es la detección tardía; se calcula que 40 por ciento de las personas hipertensas en el país desconocen que tienen el padecimiento.
A partir de la estrategia de sellar alianzas con laboratorios globales, para atender en México enfermedades que requieren fármacos de última generación, Stendhal tiene hoy en su portafolio 15 moléculas, y espera traer al país tres moléculas más en 2021, entre las que destacan tratamientos oncológicos para adultos, por lo que ya trabaja en este tema con las autoridades sanitarias del país.
Respecto a la visión de Stendhal sobre la pandemia de coronavirus, Ruiz apunta que en la farmacéutica la experiencia los impulsó a “adecuarnos a nuevas realidades y confirmar nuestra capacidad para evolucionar de manera rápida para atender las necesidades y retos que plantea la salud de la gente. Tenemos la responsabilidad de hacer llegar nuestros productos a los pacientes para que mejoren su calidad de vida, siempre cuidando la salud y el bienestar de nuestro personal, por lo que implementamos las medidas necesarias para minimizar los riesgos rápidamente. Así logramos cuidar a todos”.
Las moléculas en acción
Fimasartán es una alternativa de primera elección para el tratamiento de hipertensión arterial en la mayoría de los pacientes. Este medicamento “impide la acción de la angiotensina 2, una hormona importante para la regulación de la presión arterial por su acción en vasos sanguíneos, corteza suprarrenal, sistema nervioso central y riñón, lo que resulta en la eficaz disminución de la presión arterial”, dice Rodrigo Ruiz, quien añade que “está demostrado que reducir la presión arterial, disminuye el riesgo de sufrir infartos cerebrales o del corazón”, sustancialmente.
La otra molécula, Rosuvastatina, se comercializa en México como monoterapia, pero “la fusión de Fimasartán más Rosuvastatina combina dos mecanismos que reducen el riesgo cardiovascular de manera simple y eficaz”, concluye Ruiz.
srgs