El ahorro para el retiro es una necesidad impostergable para los trabajadores en México que, sin embargo, muchos dejan “para luego” porque lo perciben muy lejano a su realidad.
De acuerdo con los datos más recientes de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), en el país existen 70.8 millones de cuentas individuales en las que los mexicanos depositan los recursos para su pensión, a fin de que una de las 10 Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) los invierta y genere el mayor rendimiento posible.
Si eres un trabajador con un empleo formal, debes saber que bimestralmente aportas una cuota de 1.125% de tu sueldo base para tu Afore, mientras que tu empleador pone 5.15% y el gobierno el 0.225% restante para un total de 6.5%. En el caso de los empleados del sector público ese porcentaje tripartita de aportación mensual se eleva a 11.30%.
No obstante, con una contribución de 6.5% lograrías retirarte con menos de la tercera parte del sueldo que recibas en tu último empleo, lo que se conoce como tasa de reemplazo, según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Con la intención de mejorar este porcentaje y ayudar a los mexicanos a tener una vejez más digna, el gobierno reformó el sistema de pensiones en enero de 2021. Los cambios más importantes se reflejarán en la cuota obligatoria, que aumentará gradualmente hasta llegar a 15% en 2030 (aunque tu empresa será la que haga una contribución mayor); así como en el periodo de cotización necesario para retirarte, el cual pasará de 1,250 a 1,000 semanas en los próximos años.
70.8millones de cuentas individuales
Hay registradas enlas Afores
Gerardo Chavarría Jaimes, gerente de Metodología y Asesoría Comercial en Afore Sura, dice que la nueva legislación ayudará a los empleados más jóvenes a jubilarse con una tasa de reemplazo cercana a 60%, es decir, más del doble de lo que pueden acumular actualmente.
A pesar de que la reforma tendrá un efecto positivo en el ahorro que los trabajadores generen durante su vida laboral, Chavarría reconoce que “tendría que pasar algo súper extraordinario para que por el puro rendimiento (de las Afores) se pueda acceder a una buena pensión”. Por ello es importante que desde hoy tomes tu retiro en tus manos, explores diferentes alternativas para incrementar tu ahorro y seas consciente del impacto que las decisiones financieras que tomes hoy tendrán para la vida de tu viejito del futuro.
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Dos realidades distintas
Fernando y Baldemar trabajan juntos en una farmacéutica extranjera con operaciones en México. El primero entró a la compañía en junio de 2019 y desde entonces realiza aportaciones a su cuenta de Afore, la cual dio de alta en Profuturo, pues cuenta que investigó previamente y vio que era la entidad financiera con los mejores rendimientos para su generación.
Fernando tiene 28 años, por lo que aún cuenta con un horizonte de poco más de tres décadas para hacer crecer su ahorro para el retiro. Él quiere jubilarse con una pensión cercana a 30,000 pesos mensuales, que le permita cubrir sus gastos básicos y vivir holgadamente, “pero lo veo muy complicado, porque ni siquiera es lo que percibo actualmente”, dice.
A Fernando también le interesa incrementar el dinero de su jubilación por medio de aportaciones voluntarias, para retirarse con el monto que desea, pero desconoce cómo hacerlo y dice que hay poca información al respecto.
60%será la tasa
De reemplazo para los trabajadores más jóvenes
Por su parte, Baldemar está en el último tramo de su vida laboral. Con 54 años, el ingeniero mecánico puede elegir entre retirarse a través del sistema de reparto o el de capitalización individual, ya que forma parte de la llamada “generación de transición”. En el primer caso, su pensión será vitalicia, la pagará el gobierno y se calcula con base en el promedio salarial de los últimos cinco años; mientras que en el segundo podrá recurrir en exclusiva al dinero de su Afore.
Los trabajadores más jóvenes, como Fernando, solo pueden pensionarse bajo el esquema de capitalización individual, pues empezaron a cotizar después de 1997, año en el que se reformó la ley del IMSS y nacieron las Afores.
Aunque ha realizado aportaciones a su fondo para el retiro desde el 2000, Baldemar tiene claro que se jubilará con el sistema de reparto, también conocido como régimen 73. Además, su pensión le servirá como “un ingreso adicional”, pues la mayor parte de sus recursos provendrán de la renta de dos bienes inmuebles que compró hace unos años.
Aunque ambos trabajan en la misma empresa, Fernando y Baldemar enfrentan situaciones laborales, personales y financieras muy distintas; cada uno con sus propios retos y oportunidades. Ambos pueden llegar a la vejez con la pensión que desean, pero deberán diseñar una estrategia y hacer esfuerzos diferentes en los próximos años para conseguirla.
La importancia de aportar más
Con el monto disponible en su cuenta de Afore y bajo el supuesto de que mantenga el mismo sueldo durante toda su vida laboral, Fernando podría retirarse con una pensión de unos 12,000 pesos al mes a sus 65 años, de acuerdo con la calculadora de Consar para trabajadores que cotizan en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Si desea retirarse con el mismo salario que percibe hoy en día, Fernando debe hacer aportaciones voluntarias de aproximadamente 2,400 pesos mensuales a su cuenta, mientras que para cumplir su objetivo de una pensión de 30,000 pesos, tendría que hacer un esfuerzo de ahorro mucho más grande. La buena noticia es que, por su edad, la curva de empleo que le espera aún no toca su límite más alto.
Las aportaciones voluntarias son depósitos adicionales a la cuenta de Afore, que se realizan en cualquier momento y en la medida de las posibilidades del aforado, pues en la mayoría de los casos no es necesario cumplir con un monto mínimo ni con abonos periódicos, según la Consar.
Uno de los retos más importantes para la industria de pensiones es “fomentar el ahorro voluntario y que más trabajadores sean conscientes de la importancia de su participación para tener una mejor pensión”, dice Chavarría, de Sura. Existen varios mecanismos para hacer crecer este ahorro, desde domiciliar los pagos a una tarjeta de débito o crédito, hasta depositar en tiendas comerciales e incluso pedirle a tu empresa que te descuente una aportación mensual vía nómina.
Los trabajadores de cualquier edad también pueden recurrir a un plan personal de retiro o PPR, un producto de ahorro e inversión a largo plazo que sirve como complemento de la Afore y ofrece beneficios fiscales como la deducibilidad anual.
“Es una de varias herramientas que sirven para complementar la pensión”, dice Marcelo Guerrero, director de Negocios de Afore Principal. “Son distintas modalidades que buscan un solo objetivo: generar el mayor ahorro posible durante la vida activa del trabajador”.
Las aportaciones voluntarias y el PPR —que se contrata en aseguradoras o casas de bolsa— son también los únicos mecanismos de ahorro para la vejez con los que cuentan los más de 15 millones de trabajadores independientes que hay en el país, según estima la firma Workana. No obstante, aún son pocos los freelancers registrados en una Afore, dice Chavarría.
Sin importar si tienes toda tu carrera laboral por delante o ya ves próxima la jubilación, siempre es un buen momento para hacer un plan e invertir en tu ahorro para el retiro. Recuerda que nadie más lo hará por ti y es una necesidad impostergable. ¡No lo dejes para después!
GAF