Una dura secuela social

REGRESO A CLASES

Más allá de la salud. El trabajo en casa impulsado por la pandemia redujo la productividad de las académicas en las universidades, que debieron dejar los libros para agarrar la escoba.

ATRAPADAS. Las labores domésticas y de cuidados deben redistribuirse desde el seno familiar para que las mujeres puedan cumplir con sus estudios y tra
Samantha Álvarez
Ciudad de México /

Durante 2020, debido al confinamiento, las mujeres aportaron 2.7 veces más valor económico que los hombres por sus actividades domésticas como la preparación de alimentos y la limpieza y mantenimiento de la vivienda, así como de los cuidados en el hogar, con un equivalente a 69,128 pesos anuales contra 27,175 pesos de sus pares varones, según la Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México (CSTNRHM) 2020, del INEGI.

Para conocer la profundidad de esta brecha en el ámbito académico, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a través de la Coordinación para la Igualdad de Género, realizó la Encuesta Dinámica de la vida universitaria en el hogar durante el confinamiento por COVID-19 —cuyos resultados serán presentados en el segundo semestre de 2022—, de la que adelanta que la población estudiantil, académica y administrativa, específicamente femenina, tuvo un incremento evidente en la carga de trabajo de cuidados y en las labores del hogar, debido al cierre de escuelas, estancias infantiles y suspensión de clases.

“En el caso de la población estudiantil a nivel posgrado, donde las mujeres ya han empezado a formar una familia o tienen hijos, el cierre de las estancias infantiles previo y en la pandemia tuvo un impacto en su producción académica y en su desarrollo escolar”, dice Sandra Barranco, subdirectora de Transversalización de Políticas Universitarias, de la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM.

Los datos de este estudio todavía son cualitativos; sin embargo, la UNAM ya trabaja en una encuesta más detallada que le permitirá identificar cómo distribuyen las mujeres los usos del tiempo, para saber cuánto destinan a las tareas de cuidado; cuáles son los efectos en su salud física y emocional y cuál es el impacto en sus trayectorias académicas y laborales. Entre los principales hallazgos, dice Barranco, esperan encontrar la disminución de la productividad, el retraso en la publicación de sus investigaciones o el incumplimiento de algunos requisitos para continuar como investigadoras.

“El impacto de la pandemia está directamente relacionado al uso del tiempo y se sabe que durante la crisis sanitaria, a medida que se incrementó el tiempo que las mujeres dedicaban a la limpieza, al cuidado de los hijos o de la salud de algún familiar, su productividad (laboral y de estudio) se veía afectada”, apunta la especialista de la UNAM.
El Dato...

10 a 20 horas

Por semana dedicaron las docentes universitarias al trabajo no remunerado en casa durante la pandemia, el doble que sus pares varones

El papel de las universidades

Si bien el cierre de las escuelas y el cambio de clases presenciales a virtuales fue general para todas las instituciones del país, las soluciones que han dado las universidades a sus estudiantes y personal académico y administrativo para afrontar dichos cambios son diversas.

Al respecto, la Dirección General de Evaluación Institucional de la UNAM realizó el estudio La educación superior en tiempos de COVID-19: Lecciones internacionales y propuestas de transformación para la pospandemia. Se trata de un comparativo entre escuelas de Alemania, Australia, China, España, Estados Unidos, Japón, Reino Unido, América Latina y Sudáfrica, con datos levantados entre febrero y septiembre de 2021, para saber cómo afectó la pandemia al sector educativo en cada uno de esos países.

El estudio señala que en México, debido a que el gobierno federal no desarrolló una estrategia nacional para el sector universitario, las instituciones diseñaron sus propias medidas, lo cual generó una gran disparidad entre las políticas implementadas para dar continuidad a sus actividades.

De las universidades revisadas, solo la Universidad Autónoma de Baja California, la Universidad Veracruzana y la UNAM crearon una respuesta amplia en preparación temprana, implementación de la modalidad en línea, cuidado del personal y canales de comunicación.

Por su parte, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) distribuyó equipo de cómputo con conexión a internet a sus estudiantes de bajos recursos, como parte del Proyecto Emergente de Enseñanza Remota (PEER), y dió cursos de formación docente en Tecnologías de Información.

El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), resalta el estudio, fue de las primeras universidades en ofertar más cursos en línea, debido a la trayectoria previa que tiene en clases online, lo que permitió que a una semana del confinamiento pudiera dar continuidad a su oferta académica, capacitar a 10,000 profesores en aprendizaje en contextos digitales y brindarles acompañamiento digital con el programa “Buddy Académico”. Además, colaboró con instituciones extranjeras en el desarrollo de cámaras infrarrojas para detectar el virus.

Por otro lado, es importante señalar que 92 entidades de la UNAM han realizado esfuerzos por describir el impacto de la pandemia en distintos sectores de la población universitaria. Entre los resultados se halló que existe una significativa desigualdad en materia de género, en cuanto a condiciones socioeconómicas, brecha digital, carga de trabajo y estrés emocional. Son alarmantes los datos en cuanto a incidencia de depresión (35% de alumnos de licenciatura la presentan en algún grado).

El estudio aplicado por la DGEI también identificó que 50% de los docentes de licenciatura y 48% de posgrado señalaron que las actividades cotidianas como cuidar hijos, cuidar personas mayores, limpieza, etcétera, interfieren con su labor docente. Y se aprecia una diferencia significativa entre el promedio de horas que las docentes mujeres dedican a las actividades de casa, que es de entre 10 y 20 horas por semana, mientras sus pares hombres dedican apenas entre 1 y 10 horas.

El Dato...

69 mil128 pesos

Anuales fue el valor económico del trabajo doméstico no remunerado de las mujeres durante la pandemia

Lo que se requiere

El reto para las instituciones educativas, empresas y Estado está en diseñar medidas y políticas públicas dirigidas a disminuir y erradicar la inequidad pospandemia entre hombres y mujeres para que ellas vuelvan a insertarse en el mercado laboral, coinciden las entrevistadas.

De ahí que el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) invite a recuperar las políticas que alivian esta doble carga, como las estancias infantiles o las escuelas de tiempo completo. Sin embargo, se debe ir más allá de acciones aisladas y construir un Sistema Nacional de Cuidados que ataque integralmente el problema como parte de una protección social universal, señala el centro.

Un eslabón más que debe cambiar es el de la familia, apunta Sandra Barranco, de la UNAM. Con el fin de modificar estos indicadores es necesario también impulsar desde la casa una reorganización de los roles y distribución equitativa de las tareas, para no cargar las obligaciones de cuidado y hogar solo a las mujeres.

De seguir con este ritmo, México sumará cada vez más casos de depresión, ansiedad y enojo en su población femenina, que si se vuelven crónicos derivarán en enfermedades gastrointestinales y emocionales críticas, advierten las especialistas.

GAF

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