Lo más fácil en esta profesión es ganarte la fama, no el respeto: Manuel Balbi

Entrevista

El actor, quien recientemente estrenó la serie El Dragón, habla de la experiencia al dar vida a un periodista, de cómo descubrió que quería dedicarse a la actuación, y del sueño de tener su propia productora.

El jalisciense desea producir sus propias historias. Alfonso Manzano
Ciudad de México /

Orgulloso de su más reciente interpretación en la serie El Dragón, que recién estrenó por Netflix y Univisión, Manuel Balbi se emociona apenas cita a Héctor Bernal, el periodista al que da vida en la historia basada en un argumento de Arturo Pérez-Reverte.

Tras elegir el lugar en que desea se desarrolle la entrevista, tarea nada fácil, pues cada espacio de Nima House Local Hotel, localizado en la colonia Roma, garantiza la comodidad y ambiente de calidez para una buena charla; el jalisciense se apoya en su memoria para compartir que desde que estaba en la secundaria y motivado por su gusto por la lectura, empezó a descubrir que quería ser actor. Revelación que se afianzó cuando, ya siendo más grande y viviendo en San Luis Potosí, participó en un casting, sin desearlo.

Ese accidentado inicio lo llevó a estudiar actuación en el CEA de Televisa, donde nunca fue exclusivo, ni trabajó, porque el destino lo llevó por el camino de la libertad que ahora ejerce en la serie donde da vida a un periodista; mientras llega el momento de tener su propia productora y dirigir y actuar sus propias historias.

¿Qué te animó para participar en El Dragón

En gran medida que en el argumento de El Dragón está la mano de  Arturo Pérez-Revete, y de eso no puedes esperar más que un gran resultado. Aunque debo reconocer que siempre te llena de temor, pero también de una gratitud enorme porque trabajar con una persona como él, aunque yo no lo conozco físicamente, es una gran oportunidad. Además por primera vez se atreve a hacer una historia exclusiva para televisión. Eso me llenó de orgullo, formar parte de esta primera vez de él.

“Por si fuera poco, el señor decide poner a un periodista de izquierda, que dirige un periódico de crítica política, que es independiente, pero al mismo tiempo la gente mala voltea a ver qué fregados está diciendo este hombre para saber si ellos tienen que accionar de una manera u otra y coartar la libertad de expresión de este personaje. Entonces, cuando él escribe algo así, más si él es periodista, creo que deja mucho de sí mismo en el personaje, al principio me dio “cosita”, pero fue un gran trabajo. Me gustó que había que ponerse sus zapatos en todo momento.

¿Cómo llega este personaje? 

Héctor Bernal, como se llama, llegó en un momento bien extraño, porque si bien yo había estudiado en Televisa hace muchos años, nunca trabajé ahí como tal, mi carrera fue hecha afuera. Bueno, pues me llaman de Televisa, El Güero Castro, para hacer la tele serie Por amar sin ley y entonces me dio un poco de miedo, porque fue regresar a mis orígenes, pero donde no había trabajado,  y yo no sabía cuáles eran sus formas de chambear. Aprendí mucho y sin embargo por hacer ese proyecto se me cae uno muy importante, que era La Reina del Sur 2, porque por tiempos ya no empatamos. Pensé que se me iban a cerrar las puertas, porque la gente no está acostumbrada a que le digas que no. Y menos a que le digas: ‘es que estoy en otra empresa trabajando’. 

Sentí que hubo un cierto castigo, pero alguien me dijo que no. De pronto me dicen, hay un proyecto que lleva años cocinándose y que han subido y bajado elenco. Se llama El Dragón, lo lidera Pérez-Reverte. Yo creo en la suerte, y llega el momento en que me dan a escoger, y me dicen o El Dragón o Monarca, pero en Monarca la participación era chiquitita. 

¿Qué tal la experiencia?

Me dejó cosas muy lindas, mucha responsabilidad, mucho crecimiento porque hoy en día la gente no se engancha tan fácil con una producción, como tienes tantas opciones, es como llegar a una dulcería siendo niño y que te digan: ‘Hay 500 tipos de dulces’, y el niño le da un ataque de ansiedad, se vuelve loco y termina agarrando el que menos le sabe; en el entretenimiento es igual, tengo tele abierta, tres plataformas, entonces por qué estoy zapeando tanto y no me engancha nada.

El Dragón ya es una realidad, cuál es el siguiente objetivo, ¿hay sueños aún?

Sí, claro, conforme va pasando el tiempo y tienes más años en esta carrera y cumples más años, quieres más cosas. Tengo 41, me pasó que a los 30 y a los 40 que me pregunté ¿cómo voy, para dónde voy? Y la conclusión es que no hay nada mejor que la libertad, no quedar a deberle nada a nadie, a ninguna empresa, más que la gratitud por el proyecto; y que si te llaman para trabajar es porque realmente te aprecian, te quieren o admiran tu trabajo.

“Ganarse un lugar en esta profesión, que te respeten en este negocio es lo más complicado, lo más fácil es ganarte la fama; así que una vez ganado el lugar que yo quería, dentro de nuestro pequeño gran mundo del espectáculo, es muy gratificante aprender a decir no. Tener 40 y decir no gracias, porque estoy esperando algo distinto, o verte al espejo y saber que ya no vas a hacer al chavito y ni siquiera al veinteañero, sino que ya hay una madurez y tú ya no sé si por lo que uno lee en los periódicos, en los libros, te vas enamorando de otro tipo de personajes con más carácter, menos explosivos en esta juventud en éxtasis que todo lo puede. 

  • Adriana Jiménez Rivera
  • jiramil@hotmail.com
  • Licenciada en Periodismo y Comunicación Colectivo, egresada de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales, ENEP Aragón, de la Universidad Nacional Autónoma de México. Con más de 32 años de experiencia en el periodismo escrito, en los diarios El Esto y La Afición, y las revistas Tele Guía y Oye mi canto; y desde 2000 en MILENIO DIARIO como reportera, y Coeditora desde 2009 a la fecha.

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