"Al principio, no piensas en el futuro, solo agarras la guitarra y quieres hacer música". Con este vigor es como Johnny Nasty Boots inició su carrera musical hace más de un lustro. Y a la fecha, dicha energía feral, disruptiva, nostálgica - se nutre del rock de los 60 y 70 -, no ha hecho más que incrementar.
"Claro que se siguen soñando muchos escenarios, festivales, otras bandas. Pero realmente uno no sabe si se van a realizar o no. Entonces, ha sido muy bonito ver estas sorpresas que me ha dado la vida", comparte el rockero originario de la Ciudad de México, pero asentado en la ciudad estadunidense de Los Ángeles desde el 2022, en entrevista con MILENIO.
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Este 2024 va a la mitad y ha resultado "un tren sin paradas" para el músico mexicano: enero lo arrancó con una presentación en el Whisky a Go Go con motivo del 60 aniversario del emblemático foro. Y al poco tiempo se embarcó en la extensa gira de la agrupación Faster Pussycat como acto abridor.
"Trabajo mucho en mi música, no hay un día que no haga algo: si no es ver shows, es componer rolas, producir, postear en redes. Creo que eso ha sido muy importante, que siempre he estado ahí con el dedo en el renglón", resalta el vocalista y guitarrista.
Además, ha "tenido la fortuna" de contar con músicos que se adaptan a su enfoque musical. Y con el apoyo e impulso de su esposa, Rose Bell, quien "hace un trabajo maravilloso" gestionando y aportando aspectos creativos.
Prueba de la labor constante de Johnny es su composición más reciente: la canción Soho, inspirada en viaje que hizo al popular barrio londinense en 2019. "Estuve paseando, viendo la magia. Y como buen fan de los 60 y 70, esa área era muy emblemática en esos años. Simplemente regresé a México, agarré la guitarra y con esos recuerdos salió la rola".
Soho, disponible en plataformas de streaming como Spotify y Apple Music, es el primer adelanto de un disco de corta duración que el mexicano planea lanzar este año. "Grabé 5 rolas con Mark Rains en la ingeniería (conocido por su trabajo con Black Rebel Motorcycle Club y Marilyn Manson), ya están listas".
Teniendo este material fuera, Johnny quiere regresar a México a través de un tour. Reconoce que Los Ángeles es un paraíso para los músicos, pues "hay muchas oportunidades, muchos lugares para tocar, puedes conectar con mucha gente", pero de vez en cuando siente añoranza por su familia y sus amigos.
— Ante el auge de géneros como el regional o el reguetón. ¿Cómo explicas que el rock mantiene encendida su llama?
Vivimos en una era de tecnología y muchas veces la gente se cansa de eso. El rock es sorpresivo, es energético, tiene algo que otros géneros no tienen. Si sale en las listas de popularidad, está bien; si no sale, también esta bien. Aunque hay bandas grandes, creo que el rock nunca ha sido realmente mainstream; es callejero, es real, es auténtico.
Además, cada que voy a un concierto de alguna banda grande, desde The Rolling Stones hasta Queens of the Stone Age, siempre veo entre el público a gente joven, de 13 o 14 años con sus playeras de la banda. La música, como no está pensada en ser moderna, perdura. ¿Cuántos nuevos fans tienen The Beatles cada año? ¡Siempre hay gente nueva llegando al rock!
— Con las plataformas de streaming y las redes sociales, la música ha pasado a medirse en números. ¿Te hace ruido esto?
Es muy triste que muchas veces para poder hacer algo se fijen en número, es como 'Ve al show y ve los números reales, ve cómo la está pasando la gente'. Muchas veces tienen un buen de seguidores en una red social y ningún comentario, o el show está vacío. ¡Es muy estúpido!
Ha sido una barrera. Por ejemplo, tuve una platica con una disquera y me dijo 'Está increíble, pero tus números están muy bajos. Sigue trabajando y veamos qué pasa después'. Y bueno, aquí seguimos, los números van y vienen, en unos años... Si un día deciden que el internet se acaba o se acaban esas plataformas, los números se van a ir. Vivimos en tiempos chistosos con la tecnología.
— Para cerrar: ¿Qué consideras o has sentido como 'triunfo', Jhonny?
El poder estar aquí haciendo lo que hago. Es un triunfo poder subirme al escenario con mi guitarra, cantar rolas, que haya gente queriendo escuchar. Si se eleva a un mayor nivel, qué increíble, pero el simple hecho de hacerlo, con eso soy feliz. ¡Yo quiero hacer música, quiero grabar y tocar!
hc