La devoción a San Isidro Labrador tiene unida a la familia de Martha Alicia Varela Mascorro de 68 años y su esposo Rogelio Acosta Méndez, de 70 años, quienes desde hace 15 años le ofrecen su reliquia entre las calles Leandro Valle y Bravo de la zona centro de Gómez Palacio.
Es una pareja que a lo largo de 53 años de matrimonio continúa firme, enseñándole valores y creencias religiosas a sus hijos, nietos y bisnietos, los cuales suman hasta el momento 36, aunque uno viene en camino.
Son una pareja que a lo largo de toda su vida juntos han demostrado su devoción a los santos, pues Martha Alicia informa que así como a San Isidro Labrador, también a San Judas Tadeo tiene 42 años con la devoción y a la Virgen de Guadalupe les hace rosario y reliquia, “me gusta todo esto, porque soy devota y soy católica”.
Sin embargo, aunque no son agricultores, honra mucho a San Isidro Labrador y esta reliquia es la más grande, porque dice que prepara 90 kilos de carne y muchos kilos de sopas.
Martha Alicia informó que la devoción a San Isidro Labrador en su barrio, data de 1928, donde Camilo Salazar, quien ya falleció, fue uno de los iniciadores.
“Él y otros vecinos le hacían su rosario y reliquia, pero al morir Camilo, sus familiares iban a tirar la imagen de San Isidro Labrador y el estandarte, entonces a mi esposo y a mí nos dio lástima, y nos quedamos con esta devoción”, dijo.
Ya son 15 años que lleva haciendo la reliquia en su honor, “tengo 47 años viviendo en esta casa ubicada en Leandro Valle número 211 poniente, aquí preparamos las sopas, la carne para asado y el chile; ahora cuento con la ayuda de mis hijas y sus esposos”.
A diferencia de los otros rosarios, en este dedicado a San Isidro Labrador, los danzantes, “desde un día anterior, van a diferentes casas donde tiene al santo, danzan un rato y luego se traen las imágenes para colocarlas en el altar previamente preparado para rendirle honor”.
Una vez colocadas todas las imágenes en el altar, los danzantes durante todo el día 15 de mayo hasta las 10 de la noche, bailan para agradecer favores y para pedir el milagro de la lluvia.
“Recordemos que San Isidro Labrador apoya a los campesinos, trae la lluvia para que se tengan buenas cosechas, nosotros además le pedimos interceda ante Dios para que nos cuide y proteja”, expuso Martha Alicia, quien comentó que para ella es motivo de alegría repartir toda la reliquia que prepara con toda su devoción.
EGO