En Puebla, de los 621 inmuebles con valor histórico, entre ellos templos y conventos, que fueron afectados por los sismos de septiembre de 2017, solo en 67 por ciento ya se concluyó su rehabilitación; mientras, 18 por ciento de los casos se encuentran en proceso de intervención y en 15 por ciento están pendientes los trabajos.
El 19 de septiembre de 2017, a las 13:14 horas, se registró un gran sismo con una intensidad de 7.1 y con epicentro que se localizó a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos, que dejó daños en inmuebles históricos de Puebla.
Puebla que fue uno de los 11 estados de México que resultaron afectados por los sismos de 2017, presentaba hasta febrero de 2018 un censo de 530 construcciones históricas dañadas con diferente nivel, con un fuerte menoscabo en la zona mixteca, en la colindancia con Morelos, Oaxaca y Guerrero. La cifra se incrementó conforme a los eventos telúricos que se registraron posteriormente, recorridos realizados por las comunidades y reportes de las comunidades.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), será hasta 2023 cuando se cuente con la intervención del total de los inmuebles afectados dentro del territorio poblano para alcanzar su rehabilitación.
Los problemas para atender los inmuebles dañadaos por los movimientos telúricos de hace cinco años se relacionan con la falta de recursos ya que se presentaban procesos complicados para gestionarlos.
El archivo denominado “Reconstrucción de inmuebles en Puebla” del INAH destaca que, tras los sismos de 2017, se realizaron inspecciones, diagnósticos y cuantificaciones de daños entre septiembre y diciembre de aquel año; además, del apuntalamiento de arcos atriales, bóvedas, bardas, torres y campanarios de 119 capillas, templos y monasterios.
El INAH resaltó las intervenciones de los exconventos de Nuestra Señora de la Asunción en Tochimilco, en las faldas del volcán Popocatépetl; en San Miguel Arcángel en Huejotzingo y en San Andrés Apóstol en el municipio de Calpan, en las faldas de la Sierra Nevada.
En cuanto a las labores de recuperación y resguardo de obras y bienes inmuebles sobresale el trabajo de rescate del santo patrono de la comunidad de Izúcar de Matamoros, Santiago Apóstol, obra que data hacia los siglos XVII y XVIII y cuyos restos se encontraban sepultados bajo los escombros después del colapso de la cúpula del templo.
De la misma forma, el Centro Histórico de Puebla, Patrimonio de la Humanidad, sufrió diversas afectaciones en edificios emblemáticos, principalmente, de carácter religioso, como el templo del Espíritu Santo de la Compañía de Jesús, ubicado a un costado del Edificio Carolino de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
La Compañía de Jesús presentaba daños en la parte de la bóveda, en parte de la sacristía y, a partir de la intervención de la Gerencia del Centro Histórico de la ciudad de Puebla y la normatividad que aplica el INAH en materia de monumentos históricos, fue de los primeros inmuebles rehabilitados.
En cuando a la reconstrucción del patrimonio arquitectónico religioso poblano, el INAH explicó que sobresalen los trabajos realizados al Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, ubicado en la cima de la gran Pirámide de Cholula, templo que presentaba afectaciones en las torres y en las bóvedas.
Las primeras valoraciones de los especialistas del INAH en torno al patrimonio histórico de Puebla contribuyó a determinar procedimientos y sistemas contribuyó a determinar procedimientos y sistemas para la reconstrucción y salvaguarda de los inmuebles y bienes como parte del Plan Maestro de Reconstrucción.
El INAH destacó que la entrega de los recintos religiosos a las comunidades es gradual, ya que depende del nivel de afectación de las edificaciones tras los sismos del año 2017, en particular, el del 19 de septiembre.
Se atenderán todos los inmuebles dañados
El director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, expresó el compromiso del gobierno de México para que en lo que resta de este 2022 y a lo largo de 2023, se atienda la mayoría de los más de tres mil inmuebles históricos afectados en el país.
Durante el Congreso Internacional “Reconstrucción: Experiencias, retos y soluciones”, convocado por el Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (Cicop) Capítulo México, Prieto Hernández hizo un llamado a la comprensión por parte de los pueblos donde aún hay acciones pendientes y reconoció que los monumentos históricos, cuyos daños fueron los más severos, serán los únicos que queden pendientes de cara a 2024, dada la meticulosidad que requiere su atención.
“En cada uno se avanza mediante la definición de proyectos y la realización de estudios de materiales o de mecánica de suelos”, apuntó.
Resaltó que, en cualquier momento, se podría presentar un nuevo sismo, tan fuerte como los de septiembre de 2017, ante lo cual, es fundamental que las intervenciones permitan que los edificios respondan.
“Y aunque sabemos que volverá a haber daños, dado que México es un país altamente sísmico, nuestra labor es que, ante la incidencia de un nuevo terremoto, incluso, tan fuerte como el del 7 de septiembre de 2017, los daños al patrimonio sean mínimos. Se ha demostrado que, con buenas intervenciones, los edificios responden adecuadamente a un movimiento sísmico”, resaltó.
Puebla, fundada sobre lagos y razón de sismos: Vergara
Puebla está fundada sobre una parte de lagos, factor que explica los efectos que dejaron los sismos de las últimas décadas en los edificios e inmuebles históricos, explicó Sergio Vergara Berdejo, titular de la Secretaría de Cultura del estado de Puebla.
“Gracias a los sismos, automáticamente, ya le hemos metido a la parte de la historia. Para entender todo lo que pasó, tenemos que llegar a los códices. Puebla era una parte de lagos, era una parte de agua. Puebla está fundada sobre elementos de agua”, apuntó.
Detalló que al analizar el comportamiento de la Casa del Alfeñique, un inmueble de estilo barroco poblano que se construyó en 1790 en el Centro Histórico de Puebla y resultó afectado tras los sismos de 2017, se detectó que en la zona había cuerpos de agua. Lo mismo ocurrió con el edificio de San Roque.
“Ahora, ya sabemos, con los estudios de los suelos, cómo se comportan. Puebla tenía los ríos (...). En la zona de San Francisco había acequias de agua. Son en estas zonas de agua, de acequias donde más tuvimos afectaciones”, expresó.
Al participar en el Congreso Internacional “Reconstrucción: Experiencias, retos y soluciones”, convocado por el Cicop Capítulo México, Vergara detalló que se pensaba que Puebla fue fundada por españoles en un espacio sin poblaciones; sin embargo, ya se pudo detectar que había elementos prehispánicos.
“El estudio de los sismos nos da mucho el estudio de los terrenos, el estudio de las composiciones urbanas. Entonces, automáticamente, podemos armar un gran rompecabezas, pero desde la geología hasta la parte de la forma de los edificios en la actualidad”, explicó.
Señaló que, en la actualidad, las intervenciones permiten establecer la continuidad con el pasado, ante lo cual, las discusiones y conversatorios, permiten un análisis de los edificios y sus comportamientos.
“Antes decíamos que los edificios eran como un rompecabezas. Alguien decía que, si a un edificio le quitas una piedra, automáticamente, se iba a desbaratar. Si vuelves a poner la piedra, automáticamente, va a tener resistencia”, señaló.
Vergara Berdejo destacó que a pesar de que el sismo del 19 de septiembre de 2017 no fue tan intenso como otros que se han presentado, dejó severos daños en inmuebles históricos de la Sierra Mixteca y zona metropolitana.
El funcionario estatal destacó que, actualmente, ya se formaron diferentes grupos que tienen asignados edificios para realizar los análisis correspondientes cuando se presenta un sismo: “Ahora, cuando viene un sismo, ya muchos del Colegio de Arquitectos, del Colegio de Ingenieros, de los grupos, ya tienen su edificio y van corriendo para que, en una media hora, ya tenemos el monitoreo. Los cronistas no ayudan mucho y, en un momento dado, participan. Entonces, empezamos a mapear. Este sismo nos dio una nueva perspectiva porque no solo se afectaron las iglesias, se afectaron las casas”, explicó.
AFM