Una cena entre amigos para celebrar el Día de la Hispanidad fue el motivo para realizar un encuentro gastronómico, una cata de vinos con el maridaje perfecto para degustar lo mejor de la comida española y la mexicana, de la mano de los chefs Vicente Torres, Pedro Martín, Gerard Bellver y César de la Parra.
El chef español Vicente lleva 14 años viviendo en México y conoce a profundidad ambas culturas, es por ello que decidieron hacer una cata de vinos con Denominación Ribera del Duero con maridaje en diversos tiempos, con la idea de celebrar el Día de la Hispanidad.
“La gastronomía mexicana es una de las más top y no solo eso sino que Ciudad de México es una de la ciudades a nivel de restaurantes que tiene mayor cantidad y variedad de lugares top; está a la altura de Nueva York, Barcelona o Madrid; nos gusta mucho probar de todo; este menú tiene cosas de Ensenada, así que escuchando mucho lo que nos dice el mercado, ver qué productos llegan para aterrizarlo en encuentros como este”, mencionó el chef también dueño del restaurante Garum.
“México tiene una gran tradición, hay una gran hermandad en entre los dos países y celebrar algo como el Día de la Hispanidad en México es entrañable”, añadió.
La cena de degustación se llevó a cabo en el Restaurante Emilio ubicado en el Polanco, donde César de la Parra es el chef ejecutivo del lugar, fue también uno de los iniciadores de esta reunión con amigos para el público.
“Queríamos hacer una cena entre cuates, que además son de los mejores chefs de México; cada quien hizo su idea, el hilo conductor entre todos es que fuera un puente entre España y México, así que fue una mezcla entre ingredientes y sabores, técnicas europeas, y cada quien hizo lo suyo. La cocina tiene algo muy mágico porque es como si fuera una máquina del tiempo y el espacio, te puede trasladar a otro lugar a otro momento del pasado; con un bocado te acuerdas de ese momento o de ese lugar, el sonido, están todos tus sentidos involucrados por eso nos podemos transportar tan rápido y es lo que intento comunicar”, mencionó.
Para César es muy interesante llevar un platillo hasta la mesa pues hay todo un trabajo detrás lleno de arte, no solo por la mezcla de sabores, la creatividad y la presentación, sino también por todo el proceso previo que existe.
“Hay mucha gente que lo ve como la punta del iceberg, si entiendes el trabajo que hay detrás de un plato a lo mejor son 60 o 70 personas que lo conforman: desde el productor, agricultor, el transportista, el distribuidor… hay muchas personas detrás”, destacó.
Gerard Bellver de 39 años, lleva ya 28 en nuestro país, así que se considera ya “un chilango”, ama profundamente las dos cocinas, así que decidió compartir un menú que mantuviera su esencia y amor por la gastronomía.
“Las dos cocinas son muy amplias, la mexicana muchísima más amplia, siempre he dicho que de península a península hay ocho países gastronómicamente hablando, la española es la que ha viajado por mucho tiempo, ahora la mexicana ha comenzado a viajar mejor porque antes no viajaba tan bien; el tema de mezclar México y España está totalmente normalizado como por ejemplo hay muchas cantinas que lo hacen, bares que unen ambas con tragos, cocteles y vinos con alimentos de aquí”, mencionó en entrevista.
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El maridaje
Luis Armando García Gutiérrez, el sommelier de la cena compartió los detalles que se vivieron durante la noche, Ribera del Duero una de las denominaciones que resaltaron en este encuentro para obtener la combinación perfecta para el maridaje, así lo dio a conocer el experto.
“Lo interesante es conocer la propuesta de cada uno de los chefs, son todos españoles pero que están muy arraigados a nuestro país, manejan muy bien el producto nacional, la proteína, los chiles, el tema del maridaje lo quisimos mezclar con vinos de España a través de tres Denominaciones de origen muy importantes, una Ribera del Duero, que son de los vinos más consumidos en nuestro país, somos su primer mercado; no es poca cosa”, destacó en entrevista.
“Después vinieron Rueda y Rias Baixas, para el maridaje elegí todos los vinos de Ribera que tuviera la característica de ser crianzas, es decir que no tengan periodo de barrica más allá de 12 meses de botella, de barrica también algo que respete el producto del plato como del vino como en el primer tiempo que fue algo más afrutado, el segundo tiempo el gazpacho verde, cambiamos de tinto a blanco para llevar la Denominación de Origen Rueda, el tercer tiempo con la lubina escogimos un vino de Rias Baixas, algo que está en voga y en las mesas de nuestras mesas de consumo”, acentuó.
La fusión de vinos de grandes regiones españolas con deliciosos productos mexicanos, tiene mucha conectividad que antes no se entendía, pero ahora es toda una tendencia, es por ello que el trabajo de los Sommeliers y los chefs es darle a conocer el público cómo funcionan estas mezclas para disfrutarlas mejor.
Pedro Martín del restaurante Bulla, muestra su amor por México con la creación de platillos: “Llevo 15 años aquí y lo que hago es investigación así que durante el tiempo que he estudiado a México, me encontré con el chilhuacle negro, un súper chile de Oaxaca, el más aromático a mi gusto de toda la gastronomía mexicana y el que personalmente me gusta a mí; se usa para muy pocas cosas porque está en peligro de extinción, es un chile salvaje con lo cual se complica más y convoco a los chefs a usar este chile, hago mi interpretación de este elemento en mis platillos”, puntualizó Pedro.