Más de 35 millones de personas (incluyendo 6.7 millones de menores) pasan hambre en África central y occidental a causa del cambio climático, la inseguridad y la subida de precios de los alimentos, una cifra que podría alcanzar un récord histórico de 48 millones el año próximo si no se toman medidas, advirtió hoy la ONU.
"El Sahel se tambalea al borde de una catástrofe en toda regla: estamos viendo una reducción de la disponibilidad de alimentos en la mayoría de los países y los precios de los fertilizantes están aumentando", dijo este jueves en un comunicado conjunto de varios organismos de la ONU Robert Guei, coordinador subregional para África occidental de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La FAO, el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), mantuvieron hoy un encuentro anual en la capital de Togo, Lomé, e hicieron un llamamiento a los gobiernos de la región para aumentar los fondos destinados a combatir la inseguridad alimentaria.
Según las agencias, "a pesar de las buenas perspectivas de cosecha, la mejora de la situación del mercado y el aumento de las estimaciones de producción de cereales en toda la región, la inseguridad alimentaria y la malnutrición persisten y se están expandiendo desde el Sahel hasta las regiones costeras".
Esto se debe a la "inseguridad persistente, la crisis climáticas, los altos precios de los alimentos, las consecuencias económicas de covid-19 y el impacto de la guerra en Ucrania", señalaron.
La situación es especialmente grave, alertó la ONU, en las zonas golpeadas por la violencia yihadista en la cuenca del lago Chad y la región de Liptako-Gourma, punto fronterizo entre Burkina Faso, Níger y Mali, donde se estima que 25.500 personas sufrirán condiciones de hambruna en la temporada de "escasez" entre junio y agosto de 2023.
"Este es el periodo del año en que se agotan las reservas de alimentos de la cosecha anterior y las familias tienen dificultados para saciar sus necesidades alimentarias básicas hasta la próxima cosecha", señalaron las organizaciones.
Por otro lado, las tasas de desnutrición aguda-una dolencia que debilita el sistema inmunológico de los que la padecen, poniéndolos en riesgo de contraer otras enfermedades e incluso morir- son "preocupantes" en los menores de cinco años y superan el 15 por ciento en algunas zonas de Senegal, Mauritania, Níger y el noreste de Nigeria.
"El conflicto, el desplazamiento de población, el acceso limitado a los servicios sociales básicos -incluyendo la atención médica, la educación, el agua, la higiene y el saneamiento- y el hecho de que las dietas nutritivas no sean asequibles, se encuentran entre las causas subyacentes", detallaron las agencias.
La FAO, el PMA y Unicef, que ya colaboran con los gobiernos de la región, aseguraron que "reforzarán y expandirán el apoyo que dan actualmente a los sistemas de protección social nacionales".
ledz