El premier israelí y candidato a la reelección, Benjamin Netanyahu, se dirigió esta madrugada a sus votantes tras conocerse los primeros resultados de las elecciones generales del martes y se mostró confiado de poder formar gobierno pese a la poca distancia que se encontraba su rival opositor, Benny Gantz.
Pasadas las 2 de la mañana locales, el actual jefe del Ejecutivo israelí tomó la palabra en la sede electoral de su partido, el Likud, en la ciudad de Tel Aviv, y habló a los cerca de 300 simpatizantes que se acercaron a ofrecer su apoyo a medida que pasaba la madrugada.
“Estoy muy entusiasmado por nuestra tremenda victoria”, comenzó, tras agradecer una y otra vez a los asistentes, a los miembros de su partido y a su esposa, Sara, a quien besó antes y después del discurso, y quien no se separó del premier en ningún momento de la velada.
“Siento una emoción muy grande por el apoyo de la gente de Israel, que confió en mí y esta vez más que nunca”, agregó Netanyahu, con un tono que indicaba agradecimiento por los buenos números que parece conseguir, según los últimos resultados del escrutinio.
El público asistente, en su mayoría hombres y muchos de ellos religiosos, celebraba cada una de sus palabras, coreaba el nombre de su esposa y hasta se ondeó alguna bandera en apoyo al presidente estadunidense, Donald Trump, al que Netanyahu admira abiertamente y que también pudo verse en algunas imágenes proyectadas durante el acto.
“Es difícil comprender la magnitud de esta victoria, considerando que nos enfrentamos al sesgo negativo de los medios de comunicación”, exclamó Netanyahu, subiendo el tono y dando pie a un abucheo generalizado de su público, entre el que hubo quien insultó, en al menos dos ocasiones, a algunos de los periodistas presentes en el acto.
GUERRA DE ALIANZAS
El punto culmen del discurso fue, sin embargo, cuando exclamó con seguridad que el bloque de los partidos de derecha, liderado por el Likud, dirigirá el gobierno de los próximos cuatro años.
“Esta noche ya comencé a conversar con los líderes de los partidos de derecha, nuestros aliados, y casi todos ya han expresado públicamente que me recomendarán para formar gobierno”, dijo Netanyahu al anunciar que se propone conformar la coalición lo antes posible para construir un gobierno “fuerte y de derecha”.
Por su lado, Gantz exclamó: “¡Ganamos!”, y afirmó que “estas elecciones tienen un claro ganador y un claro perdedor”.
“Somos los vencedores”, seguró el opositor también desde Tel Aviv. “Queremos agradecerle a Benjamin Netanyahu por su servicio a la nación”.
Hacia las 3 horas locales de este miércoles, y con cerca del 99 por ciento de los votos escrutados, el Likud contaba con 27.47 por ciento de los votos, mientras que Azul y Blanco, plataforma de su principal rival en estas elecciones, Beni Gantz, le seguía con 26.11 por ciento.
El Likud obtuvo, según los sondeos de boca de urna, entre 33 y 36 escaños en el Knesset, mientras la lista Azul y Blanco de Gantz 36-37.
Pero el número de escaños de los partidos con los que Netanyahu puede formar una coalición es mucho mayor que el de Gantz, según dos de los sondeos.
El sistema parlamentario de gobierno en Israel requiere la formación de una coalición de al menos 60 asientos (50 por ciento de los 120 asientos del Congreso, llamado Knesset), algo que con los resultados parciales de esta madrugada era más fácil de lograr para Netanyahu.
Bibi (apelativo de Netanyahu), que puede avanzar hacia su quinto mandato como primer ministro israelí, tiene más opciones de formar alianzas con partidos de derecha y con los ultraortodoxos, cuyos resultados, sumados, superan los del bloque de centroizquierda que apoyará un gobierno de su rival encabezado por Gantz.
Sin embargo, ambos están lejos de quedarse con la mayoría absoluta (61 de los 120 lugares) y tendrán que aliarse con otras formaciones para gobernar.
Una vez que haya resultados confirmados se abrirá en los próximos días un periodo de intensas negociaciones para formar un gobierno de coalición.
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SILENCIO DE POMPEO SOBRE PALESTINA
El secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, se negó ayer a reafirmar ante el Senado el apoyo de Washington a un Estado palestino después de que Netanyahu se comprometiera a anexionar asentamientos de Cisjordania si ganaba los comicios. “En última instancia, israelíes y palestinos decidirán cómo resolverlo”, contestó a los demócratas.