El partido dirigente de Japón —el Partido Liberal Democrático (PLD)—escoge este miércoles a su nuevo líder y próximo primer ministro en una elección interna en la que parten como favoritos un atemperado ex ministro de Exteriores y el popular jefe de la campaña de vacunación frente al covid-19.
Tras apenas un año al frente de la tercera economía mundial, el primer ministro Yoshihide Suga decidió no optar a presidir el PLD, con lo que la elección también provocará un relevo en el gobierno. El ganador de esta elección interna será nombrado en los próximos días como nuevo primer ministro y después competirá en las próximas elecciones generales, en las que se espera que el PLD mantenga el poder.
¿Por qué el PLD es el "partido hegemónico"?
Como el PLD, de derecha nacionalista, no tiene otra formación que le haga sombra en el país, su nuevo líder se convertirá casi automáticamente en primer ministro. Solamente en dos ocasiones ha pedido el poder frente a la oposición en 1993 y en 2009.
Aunque el PLD ha bajado ligeramente en las encuestas de cara a las elecciones legislativas, se mantiene por encima de cualquier partido en la oposición con entre el 45 y el 49 por ciento en los sondeos, superando con creces a la segunda fuerza, el grupo político de centroizquierda Partido Democrático Constitucional con apenas 10 por ciento de intención de voto.
A diferencia de otras ocasiones, la contienda es especialmente incierta esta vez, en parte porque las poderosas facciones del partido no se han posicionado por ningún candidato y darán libertad de voto a sus miembros. Hay cuatro candidatos en competición, dos hombres y dos mujeres, algo también inusual en este país con escasa presencia femenina en la escena política.
Pero las opciones de victoria parecen limitarse únicamente al antiguo ministro de Exteriores, Fumio Kishida, que perdió ante Suga el año pasado, y al artífice de la campaña de vacunación anticovid, Taro Kono, uno de los políticos nipones más populares.
Sus competidoras, la conservadora de línea dura Sanae Takaichi y la ex ministra de Igualdad de Género, Seiko Noda, difícilmente pasarán de la primera ronda. En la votación del miércoles por la tarde participarán 382 diputados del PLD y el mismo número de miembros de base del partido.
Si ningún candidato consigue una mayoría, los dos primeros avanzarán inmediatamente a una segunda ronda limitada a 382 diputados y un representante del partido de cada una de las 47 regiones japonesas.
Kono vs. Kishida ¿Quién será el nuevo primer ministro?
El ministro reformista Kono es el favorito del público. Antiguamente al mando de las carteras de Defensa y Exteriores, se le ha considerado candidato al cargo durante años. Su estilo comunicativo directo rompe con la precavida actitud habitual en los políticos japoneses. Prueba de ello es su cuenta de Twitter donde interactúa libremente con sus dos millones de seguidores y en que maneja el inglés a la perfección.
Al mismo tiempo, su comportamiento a veces resulta desagradable y se le ha criticado por bloquear a seguidores en Twitter o por acusaciones en tabloides de que habría acosado a funcionarios.
Su principal rival es Fumio Kishida, ex ministro de Exteriores y ex dirigente de políticas del LDP, que es el candidato que más estímulo económico ha prometido para superar las turbulencias de la pandemia. Kishida ha buscado capitalizar el descontento del público ante la gestión del coronavirus del gobierno de Suga, cuya aprobación popular cayó hasta niveles récord.
En campaña, Kishida ha querido demostrar su habilidad de escucha y ha invitado a los ciudadanos a compartir con él sus peticiones y propuestas, incluso colocando una caja de sugerencias y una libreta para escribir ideas en sus eventos.
Hijo de una familia de políticos de Hiroshima, Kishida optó por el liderazgo del PLD el año pasado pero perdió ante Suga, que tomó el relevo de Shinzo Abe, retirado por enfermedad tras estar en el poder durante 8 años, de 2012 a 2020.
El ganador se enfrentará a numerosos desafíos, desde manejar la recuperación económica después de la pandemia a contener las amenazasde seguridad desde Corea del Norte y China.
dmr