El aire que respira la población española y europea preocupa a especialistas debido a que incumple los estándares recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), situación que además ha sido puesta de manifiesto por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), así como por informes sobre la calidad del aire en España que desde hace más de una década viene publicando anualmente Ecologistas en Acción.
Según el estudio La calidad del aire en el Estado español durante 2020, realizado por esta Ecologistas en Acción, el año pasado la población que respiró aire contaminado se incrementa hasta 42 millones de personas. Es decir, 88.4 por ciento de la población.
En tanto, de acuerdo con las últimas estimaciones globales de la AEMA y la OMS en 2018 cerca de medio millón las muertes prematuras en los países europeos fueron consecuencia de la mala calidad del aire, 417 mil por exposición a partículas inferiores a 2.5 micras de diámetro (PM2.5), 55 mil por exposición a dióxido de nitrógeno (NO2) y 20 mil 600 por exposición a ozono troposférico.
En España, las víctimas de la contaminación fueron ese año cerca de 30 mil, 23 mil por partículas PM2.5, 6 mil 800 por NO2 y mil 800 por ozono, lo que supone duplicar los 16 mil fallecimientos prematuros anuales que se estimaban hace apenas una década.
Al respecto, el Observatorio de Salud y Medioambiente de DKV y ECODES, refiere en su publicación El aire que respiras, que "la advertencia no puede ser más seria", debido a que la contaminación atmosférica ha provocado la muerte prematura de 93 mil personas en España a lo largo de una década.
Por su parte, el Banco Mundial (BM) dijo que el costo económico de la mortalidad prematura y de la pérdida de días de trabajo por la contaminación del aire ambiente y en el interior de las viviendas fue de 38 mil millones de euros en 2013, equivalentes al 3.5 por ciento del Producto Interior Bruto(PIB) español en ese año, sin considerar los daños provocados a los cultivos, los ecosistemas naturales u otros bienes de cualquier naturaleza.
En este contexto, la crisis de la covid-19 que irrumpió el año pasado está ocasionando un cambio de los patrones de movilidad y de relación social, por efecto de las medidas de confinamiento y de restricción de la actividad económica adoptadas por las autoridades para limitar el contagio del virus, especialmente durante los dos estados de alarma declarados en el año 2020.
"Las medidas de sanidad ocasionan una importante reducción de las emisiones de contaminantes al aire en España y a nivel mundial, sin que se pueda pergeñar su carácter estructural o meramente coyuntural", refiere.
El estudió analizó a 47.5 millones de personas, y representa toda la empadronada a 1 de enero de 2020 en el país.
"Respirar aire limpio y sin riesgos para la salud es un derecho inalienable de todo ser humano. Está sobradamente demostrado que la contaminación atmosférica causa daños a la salud de la ciudadanía y al medio ambiente", indica.
"Se trata de un problema con una importante vertiente local, pero también de magnitud planetaria, ya que los contaminantes pueden viajar largas distancias", añade.
El documento destaca que el origen de este problema en las ciudades españolas y europeas se encuentra principalmente en las emisiones originadas por el tráfico motorizado, a las que se suman en mucha menor proporción las causadas por las calefacciones, así como las ocasionadas por el tráfico marítimo y aéreo en aquellas ciudades que disponen de puerto y/o aeropuerto próximos.
En determinadas regiones puede también resultar relevante el problema causado por determinadas industrias, centrales energéticas (térmicas de carbón y de ciclo combinado), refinerías, cementeras e incineradoras de residuos; sin olvidar el aporte causado por algunas fuentes naturales de cierta importancia, así como por el transporte marítimo y aéreo internacional, principales fuentes globales de los contaminantes primarios y de los precursores de ozono, frente a las que apenas se está actuando de forma efectiva.
Por lo anterior, el organismo llama a tomar conciencia de la necesidad de tener un aire más limpio y saludable.
MRA