Estados Unidos espera que “la mayor parte” del desarme nuclear de Corea del Norte haya culminado al término de la presidencia de Donald Trump en 2020, declaró el secretario de Estado, Mike Pompeo, a los periodistas que lo acompañan en su viaje por Corea del Sur. Mientras, Rusia pidió a las Naciones Unidas estudiar un levantamiento progresivo de las sanciones contra Pionyang.
El desarme debería finalizar “con toda probabilidad en el primer mandato” de Trump, dijo Pompeo en Seúl, un día después de la cumbre con y Kim Jong-un.
“Esperamos poder lograrlo en los próximos dos años y medio”, añadió el jefe de la diplomacia estadunidense, para quien “queda por delante un montón de trabajo”.
“Déjenme que les diga que ‘completo’ significa verificable para todos los que están involucrados”, precisó Pompeo, en alusión al comunicado final de la cumbre sobre la desnuclearización de Pionyang.
Tras acompañar al presidente a su encuentro el martes en Singapur, Pompeo inició una gira asiática, que incluye a Seúl y Pekín, para explicar los acuerdos.
Respecto de las dudas sobre la vaguedad de los compromisos en el documento de cuatro puntos firmado en Singapur, Pompeo se mostró “confiado en que ellos (los norcoreanos) entienden que habrá una verificación en profundidad” del proceso de desnuclearización.
Washington insistió en las semanas previas al encuentro en Singapur que cualquier relajación de las sanciones económicas impuestas a Corea del Norte debe ir precedida de pasos significativos en el desmantelamiento de su programa nuclear.
Rusia llamó ayer al Consejo de Seguridad de la ONU a estudiar un levantamiento progresivo de dichas sanciones, luego del acuerdo firmado con EU para la desnuclearización del país y la península coreana.
El Consejo de Seguridad aprobó el año pasado tres paquetes de duras sanciones económicas contra Pionyang, que prohíben casi todas sus exportaciones de materias primas y limitan severamente el suministro de combustible.
Las medidas fueron una respuesta a los lanzamientos de misiles y un ensayo nuclear llevados a cabo por el gobierno de Kim Jong-un, considerados una amenaza a la estabilidad internacional.
“Es simplemente natural que pensemos dar pasos en esa dirección”, dijo el embajador ruso Vassily Nebenzia. “Existe un progreso que debería ser recíproco. Debería haber contrapartidas”, porque “la otra parte debería ver estímulos para avanzar”, agregó.
Al llegar ayer a Washington, Trump aseguró que “todo el mundo puede ahora sentirse mucho más seguro” que el día en que asumió la presidencia hace un año y medio, puesto que “ya no hay una amenaza nuclear de Corea del Norte”.
“Duerman bien esta noche”, dijo Trump, quien arremetió de nuevo contra la prensa de su país. “Es tan gracioso ver las noticias falsas, especialmente en NBC y CNN. Ellos luchan para minimizar el acuerdo con Corea del Norte. Hace 500 días habrían ‘suplicado’ por este acuerdo”, añadió. “El mayor enemigo de nuestro país son las noticias falsas tan fácilmente promulgadas por los tontos”, remató.
CLAVES
¿PREMIO NOBEL?
Dos diputados del ultraderechista Partido del Progreso noruego, Per-Willy Amundsen y Christian Tybring-Gjedde, pidieron el Premio Nobel de la Paz para Donald Trump tras la cumbre en Singapur.
Mientras, el principal asesor económico de Trump, Larry Kudlow, salió del hospital militar Walter Reed, cerca de Washington, donde había sido ingresado tras sufrir una crisis cardiaca, informó la Casa Blanca.