El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, afirmó que mantendrá la embajada de Estados Unidos en Jerusalén si gana la elección de noviembre, pese a que deploró la decisión del presidente Donald Trump de mudarla de Tel Aviv.
El ex vicepresidente declaró que la legación "no debió haber sido trasladada" por el gobierno de Trump sin un acuerdo de paz en Medio Oriente. Pero "ahora que está hecho, no llevaré de vuelta la embajada a Tel Aviv", indicó durante un evento de recaudación de fondos en línea.
"Pero lo que sí haría ... sería también abrir nuestro consulado en Jerusalén Este para dialogar con los palestinos, y mi gobierno exhortaría a las dos partes a tomar iniciativas para mantener viva la perspectiva de una solución de dos estados", dijo ante unos 250 donantes, reunidos en una videoconferencia.
Desde su arribo a la Casa Blanca en enero de 2017, Trump multiplicó los gestos en favor de Israel, en particular reconociendo a Jerusalén como capital del país en diciembre de ese mismo año, y mudando la embajada de Tel Aviv a la ciudad santa en mayo siguiente.
Esta decisión modificó la postura estadunidense, y de la diplomacia internacional, durante décadas, pues los palestinos pretenden tener su capital en Jerusalén Este, sector de la ciudad ocupado por Israel en 1967, durante la Guerra de los Seis Días.
A fines de enero de 2020, Jared Kushner, yerno y asesor de Trump, develó un plan de paz para Medio Oriente en el otorga una gran cantidad de concesiones a Israel y que fue rechazado de plano por los palestinos, por lo que sigue siendo letra muerta.
El plan prevé convertir a Jerusalén en capital "indivisible" de Israel, así como la anexión por parte del Estado Hebreo del valle del Jordán y de más de 130 colonias judías en Cisjordania, territorio palestino ocupado por los israelíes desde la mencionada guerra.
dmr