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Un poder limitado: ¿Cómo funcionan las órdenes ejecutivas de Estados Unidos?

Diversos presidentes han recurrido a dicho instrumento desde George Washington, aunque en la actual Constitución no hay un apartado que confiera explícitamente dicha facultad..

Alejandra Sigala
Ciudad de México /

La insistencia de Donald Trump por cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América hizo que Hillary Clinton rompiera su semblante serio para soltar una carcajada. Por su parte Joe Biden, Kamala Harris y Bill Clinton mantuvieron la compostura, en tanto afines al magnate lanzaron rondas de aplausos con ésta y otras declaraciones del primer discurso presidencial.

Con ello el Presidente de los Estados Unidos (EU) confirmó las decenas de órdenes ejecutivas que firmaría como un primer paso para “la era dorada” de la nación, entre ellas la designación de cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, eliminación de la identidad de género de las políticas federales, la salida del acuerdo de París, la prohibición del home office para trabajadores federales, entre muchas más.

¿Pero cómo funciona una orden ejecutiva y cuánto tarda en entrar en vigor? Aquí te explicamos.

¿Qué es una orden ejecutiva?

Una orden ejecutiva es una instrucción escrita y firmada por el Presidente que no requiere la aprobación del Congreso y la cual establece los lineamientos para dirigir las diferentes dependencias o áreas de la administración federal. De ahí que ha generado polémica por supuestamente permitir a los mandatarios "actuar por su propia cuenta".

En México no hay algún recurso similar más que los decretos presidenciales, con la gran diferencia de que el decreto puede tener los alcances de una ley; no así las órdenes ejecutivas que son más limitadas por estar enfocadas únicamente a la administración federal.

"Las órdenes ejecutivas no aplican para los estados. (…) Tiene como objetivo establecer lineamientos para las diferentes dependencias o áreas de la administración y es exclusiva del Ejecutivo Federal. No hay más", explicó la doctora Alma Guadarrama a MILENIO.
"Los decretos tienen un mayor alcance que una orden ejecutiva. ¿En qué sentido? No es solamente para administrar, va más allá. Hay un efecto que adquiere de ley. En cambio la orden ejecutiva no. La orden ejecutiva es exclusivamente para la administración, para dirigir las operaciones del gobierno federal y está enfocada a esas instituciones, áreas y funcionarios de esas dependencias. (…) El decreto tiene una fuerza jurídica mucho mayor que la orden ejecutiva", aunó.
Donald Trump firmó 220 órdenes ejecutivas durante su primer mandato | REUTERS

Información de la Oficina de Asistencia Judicial del Departamento de Estado señala que los últimos gobiernos han recurrido a las órdenes ejecutivas para implementar políticas y programas, aunque históricamente su uso ha sido para asuntos administrativos rutinarios y operaciones internas de las agencias federales.

El sustento para emitir las órdenes tiene su raíz en el Artículo II de la Constitución estadounidense, la cual dicta: “El poder ejecutivo residirá en un Presidente de los Estados Unidos de América”. Empero, no hay un apartado que confiera explícitamente esta facultad al mandatario o que ofrezca una definición del recurso y circunstancias para publicarlo.

Incluso el Servicio de Investigación del Congreso señaló que las órdenes ejecutivas suelen carecer de estabilidad, especialmente frente a la evolución de las prioridades presidenciales— que lo llevan a revocar, modificar o sustituir sus propias órdenes o las emitidas por un predecesor—.

Desde George Washington, cada Presidente ha utilizado el poder de la orden ejecutiva para distintos propósitos: desde Washington para proclamar el Día de Gracias como un día feriado; el establecimiento de campos de internamiento para la Segunda Guerra Mundial del presidente Franklin Roosevelt, o la instrucción de Barack Obama para que departamentos y agencias del gobierno federal laboraran medio día del 24 de diciembre del 2015.

Información del Registro Federal, que datan de 1937, señalan que Franklin D. Roosevelt fue el mandatario con más órdenes publicadas al sumar 2,023 de 1937 a 1945. De ahí siguió Harry S. Truman con 906 de 1945 a 1937, y Dwight D. Eisenhower con 484 de 1953-1961.

El proceso de una orden

La Casa Blanca remite las órdenes ejecutivas firmadas por el Presidente a la Oficina del Registro Federal (OFR por sus siglas al inglés) para publicarse en el registro diario. Y al no requerir una ‘segunda aprobación’ (del Congreso u otro ente federal), la puesta en marcha empieza de inmediato; mientras la entrada en vigor dependerá del actuar de cada agencia o institución.

Sin embargo, las órdenes no son intocables. Por ejemplo, aquella para acabar la ciudadanía por nacimiento a bebés de migrantes indocumentados o de residentes temporales derivó en 18 demandas de gobiernos Demócratas por considerarla “ilegal” y en contra de la Constitución. Y así como en este caso, existen otros mecanismos para revocar o limitar los alcances de una instrucción.

Alma Guadarrama comentó a MILENIO que las órdenes ejecutivas pueden impugnarse ante los Tribunales norteamericanos para determinar si hubo un exceso de las facultades del Presidente o una violación a las enmiendas de la Constitución. De ese modo, se decide si invalidar total o parcialmente las órdenes ejecutivas.

Asimismo, el Poder Legislativo tiene capacidad para contrarrestar los efectos o alcances de los lineamientos a través de leyes: "Como un equilibrio de poderes”, destacó la investigadora de la Universidad La Salle. En tanto otra vía es que seaanulada por el mandatario sucesor. 

“Esas órdenes son temas de decisiones del Presidente en turno para dirigir la administración, de tal manera que el siguiente Presidente podría revocar o modificar las órdenes que ya existen desde el periodo anterior. (...) Es un proceso natural en todos los periodos presidenciales de Estados Unidos”, detalló en plática con MILENIO.

​ASG


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