El gobierno de Estados Unidos aprobó la extradición de un ex soldado de las fuerzas especiales y de su hijo a Japón por ayudar en la fuga del empresario automovilístico Carlos Ghosn, aunque un juez suspendió el traslado.
El ex boina verde Michael Taylor y su hijo Peter fueron arrestados en mayo en el área de Boston en función de un mandato judicial librado por Japón.
Un documento judicial mostró que el subsecretario de Estado, Stephen Biegun, aceptó la solicitud de Japón, aduciendo que el Departamento de Estado había considerado el caso "cuidadosa y minuciosamente".
"Confirmo que la decisión de entregar a los Taylor a Japón cumple con las obligaciones internacionales aplicables, así como con los estatutos y regulaciones nacionales", señaló el documento, firmado por la asesora legal del Departamento de Estado, Karen Johnson.
Pero Indira Talwani, una jueza federal de Massachusetts, suspendió la extradición para darle tiempo a la corte a revisar la demanda de los Taylor de examinar su caso.
Padre e hijo afirmaron que habían recibido un correo electrónico después de las 22:00 horas de ayer informándoles que serían enviados en un avión de Boston a Tokio.
Ambos están acusados de hacerse pasar por músicos y haber trasladado a Ghosn en un jet privado en una gran caja negra de las que se utilizan para transportar equipos de audio.
Ghosn dirigió la empresa automovilística Nissan durante casi dos décadas y prosperó en Japón, hasta que fue arrestado en 2018 por acusaciones de delitos financieros, lo que él niega.
Ghosn, que tiene ciudadanía francesa, brasileña y libanesa, escapó cuando estaba en libertad bajo fianza y se instaló en Líbano, que carece de tratado de extradición con Japón.
Los Taylor, que trabajan con un hombre libanés, George-Antoine Zayek, argumentaron que no disfrutarían de un juicio justo en Japón y enfrentarían acciones "opresivas y punitivas" en violación de la Convención de la ONU contra la Tortura.
Sus abogados calificaron la decisión del Departamento de Estado de "arbitraria y caprichosa" y violatoria de las leyes estadunidenses, así como del tratado de extradición de Estados Unidos con Japón.
Según aseguran, Tokio no presentó pruebas suficientes en el caso.
Un portavoz del Departamento de Estado no ofreció más detalles sobre la decisión y dijo que no discute las solicitudes de extradición pendientes.
ledz