La Casa Blanca está en negociaciones con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para lograr un acuerdo que dé luz verde a Estados Unidos para deportaciones masivas hacia el sur de su frontera, excluyendo a mexicanos de esa acción migratoria, reveló el diario The Washington Post.
La versión del periódico se basa en las declaraciones de “cuatro funcionarios estadunidenses actuales y anteriores familiarizados con las discusiones”.
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El acuerdo, si llega a establecerse, permitirá que “cientos de miles de inmigrantes” puedan ingresar de forma legal a territorio estadunidense pero, al mismo tiempo, elevará “las severas consecuencias” para los que crucen la frontera sin losa papeles reglamentarios.
Citada por The Washington Post, Doris Meissner, quien fuera la principal funcionaria de inmigración de la presidencia demócrata de Bill Clinton, aseguró que no conocía ningún precedente de deportaciones masivas “de no mexicanos a México”, lo que a su parecer, será “cambio de juego”.
“Creo que estamos en una nueva era” afirmó en el texto firmado por Nick Miroff, María Sacchettiy Kevin Sieff.
Sin embargo, el texto aclara que funcionarios tanto de México como de Estados Unidos dijeron que ambos países aún no han llegado a un acuerdo sobre las deportaciones.
Pero los acercamientos pueden reforzar las medidas que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) contempla anunciar en los siguientes días “para penalizar las solicitudes de asilo de los solicitantes que cruzan ilegalmente a Estados Unidos” o no lo hacen en las naciones por las que transitan en su camino para cruzar la frontera con México.
Washington Post señala que funcionarios del DHS rechazaron contestar preguntas en torno a las supuestas negociaciones con México.
Más adelante, el diario detalla que “las deportaciones se llevarían a cabo mediante el proceso conocido como ‘expulsión acelerada’”, de acuerdo a las Notificaciones del Registro Federal y a funcionarios que hablaron bajo condición de anonimato.
Los avisos emitidos por el DHS el mes pasado hacen múltiples referencias a que México acepta las “remociones”, el término del gobierno para las deportaciones, cuando expiren las restricciones fronterizas del Título 42 relacionadas con la pandemia.
De acuerdo al periódico estadunidense, un funcionario federal señaló ayer que las deportaciones a México “se limitarían a cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos”.
En diciembre, Estados Unidos realizó 251 mil arrestos fronterizos, el más alto de la historia. En ese marco, Washington y México anunciaron un acuerdo a principios de enero que permite al DHS enviar a México 30 mil migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela mensualmente
En contrapartida, también se anunció la autorización a 30 mil inmigrantes por mes de esos cuatro países entren legalmente a Estados Unidos.
Hasta ahora, los migrantes no son técnicamente “expulsados” según la ley de salud pública del Título 42, por lo que no enfrentan consecuencias legales.
En contraste, bajo el acuerdo de deportación que los dos países estarían discutiendo, “un migrante no mexicano que cruza ilegalmente a Estados Unidos sin solicitar una cita en línea podría ser arrestado, retenido en detención de inmigrantes, deportado a México, vetado de Estados Unidos por cinco años, y amenazados con cargos por delitos graves y una pena de cárcel más larga si intentan una segunda entrada no autorizada” de acuerdo a The Washington Post.