Italia usa “poder dorado” para condicionar venta de empresas a compañías extranjeras

El llamado “poder dorado” es una política italiana diseñada para salvaguardar las industrias consideradas de interés nacional.

Planta de Whirpool en Ohio, Estados Unidos (Reuters)
Ciudad de México, México /

El gobierno de la primera ministra italiana, la derechista Giorgia Meloni, decidió implementar el llamado “poder dorado”, diseñado para salvaguardar las industrias consideradas de interés nacional, con el fin de aprobar de forma condicional la venta de Whirlpool de sus plantas europeas al grupo turco Arçelik.

El acuerdo europeo, anunciado en enero pasado, afecta a cuatro fábricas del fabricante de electrodomésticos Whirlpool en Italia que emplean a unas 4 mil 600 personas.

Sin embargo, el gobierno de Meloni tenía derecho a examinarlo bajo las llamadas reglas italianas de “poder dorado”, que sirven como compuertas para bloquear adquisiciones de ese tipo si se considera que ponen en riesgo intereses estratégicos del país.

Por eso Roma, a instancias del ministro de Desarrollo Económico, Adolfo Urso, aprobó este lunes un decreto para intervenir en la fusión entre Whirlpool Emea, la división Europa-Medio Oriente del gigante estadunidense, y la empresa turca propietaria de diversas marcas, entre ellas Beko y Grundig.

En concreto, al usar el “poder dorado”, Italia condiciona su aprobación entre ambas compañías siempre y cuando sigan en operación las cuatro fábricas italianas, ubicadas en Lombardía, Toscana y Las Marcas, y que cuenta con 4 mil 638 empleados.

La nueva empresa será controlada en un 75% por Arçelik y en 25% por Whirlpool y de acuerdo a las publicaciones especializadas, se estima que reportará una facturación anual de 6 mil millones de euros y contará con más de veinte mil empleados en varios países europeos.

De acuerdo a Start Magazine, la transacción deberá ser aprobada por la autoridad antimonopolio europea que se espera emita su dictamen “en la segunda mitad del año”.

Para muchos el utilizar el “poder dorado” es una postura atrevida del gobierno de Meloni, de acuerdo a un escrito de Camila Palladino en el Financial Times.

Palladino afirma que los informes sobre la decisión de Roma “solo se expresan de forma suave en el lenguaje de la seguridad estratégica, con referencias al conocimiento tecnológico de Whirlpool. En su mayor parte, esto parece ser un proteccionismo sin disculpas”.

“La conclusión clave para los inversionistas es que Meloni parece decidido a estirar las reglas del ‘poder dorado’ para justificar una postura más activa en los negocios”, señala el Financial Times.

¿Qué es el “poder dorado”?

El “poder dorado” es utilizado por el gobierno italiano para limitar o detener “las inversiones extranjeras directas (IED) y las transacciones corporativas que involucran activos estratégicos en ese país mediterráneo.

De acuerdo al Bufete de Abogados Ughi e Nunziante, “todas las transacciones que entren dentro del campo de aplicación del ‘poder dorado’ deben informarse con anticipación a la Presidencia italiana del Consejo de Ministros”.

En un principio, esta norma, que entró en vigor en 2012, se limitaba a la defensa, la seguridad nacional y la infraestructura como el transporte, energía y comunicaciones. El despacho con sede en Roma y Milán recuerda que “recientemente se ha ampliado a sectores estratégicos adicionales (alta tecnología, fintech, insurtech, etc.) siguiendo el Decreto Ley 23/2020” como parte de proteger a la industria durante la pandemia de covid-19.

Convenientemente para Meloni, de acuerdo al texto de Pelloni, “las reglas de ‘poder de oro’ de Italia están diseñadas para ser bastante flexibles. El gobierno tiene un amplio margen para determinar lo que considera estratégico. Puede imponer sanciones a las empresas que no buscan la aprobación de las transacciones que cree que deberían ser examinadas”.

Ya en abril de 2015, Meloni había cuestionado la venta de la empresa Indesit a Whirlpool, lo que calificó como “el epílogo de otro caso impactante de destrucción de la excelencia industrial nacional”.

Se quejaba en la red social que “el destino de una pieza importante de nuestra economía y su principal inductor ha sido virtualmente transferido al extranjero”.

“Tal expansión del arsenal proteccionista de Italia será una noticia desagradable para muchos inversores”, señala Pelloni en su texto publicado este miércoles, ocho años después de la queja de Meloni.

Extensión del “poder dorado”

En coincidencia, el gobierno italiano decidió promulgar varias extensiones, argumentando la pandemia y los efectos económicos y humanitarios de la invasión rusa a Ucrania, de las normas del “poder dorado”.

De acuerdo a la organización JD Supra, especializada en trasmitir información legal entre abogados y empresarios, “como consecuencia de dichas prórrogas, el volumen de solicitudes del “poder dorado” ha aumentado significativamente: de 8 en 2014 a 496 en 2021.


aag

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