Los legisladores de Líbano volvieron a fracasar en su intento de elegir un presidente y poner fin a un vacío de poder de siete meses, que ha sumido a este pequeño país mediterráneo en una profunda crisis política.
La sesión (la 12va para escoger a un presidente) fracasó luego que el poderoso partido político y grupo armado Hezbollah se retiró al final de la primera ronda, y rompió el cuórum en la cámara baja de 128 miembros. Todos los parlamentarios asistieron a la sesión.
El candidato de Hezbollah, Sleiman Frangieh, descendiente de una familia política allegada a la familia gobernante Assad en Siria, iba rezagado respecto de su rival, Jihad Azour, un ex ministro de Finanzas y funcionario del Fondo Monetario Internacional, en la primera ronda de votación.
Azour, que cuenta con el apoyo de los opositores del Hezbollah y algunos de sus aliados nominales, recibió 59 votos contra 51 para Frangieh, mientras que 18 legisladores entregaron votos en blanco, de protesta o sufragaron por candidatos minoritarios. Sin embargo, Azour no logró una mayoría de dos tercios necesaria para ganar en la primera ronda.
En estos 12 intentos (el anterior tuvo lugar en enero) los legisladores no han logrado elegir el reemplazo del presidente Michel Aoun, un aliado de Hezbollah cuyo período concluyó a finales de octubre.
Azour cuenta con el apoyo de los principales partidos cristianos del país, el Movimiento Patriótico Libre, aliado con Hezbollah desde 2006, y el partido Fuerzas Libanesas, opositor de Hezbollah.
Tras el fracaso de la sesión, Azour agradeció a los que votaron por él y expresó esperanzas de que todos unan esfuerzos "para sacar al Líbano de la crisis" en la próxima ocasión.
Bajo el complejo acuerdo de repartición de poderes en el Líbano, el presidente debe ser un cristiano maronita, el titular del Parlamento un musulmán chií y el primer ministro un suní.
SNGZ