Embarazada de nueve meses, Ola al-Kurd no veía la hora de tener a su bebé en brazos y traer una nueva vida a Gaza durante una guerra que ha matado a más de 39 mil compatriotas palestinos y arrasado gran parte del enclave.
Ese momento especial nunca llegó.
Un ataque aéreo israelí se estrelló contra la casa familiar en al-Nuseirat, en el centro de Gaza, el 19 de julio, según Adnan al-Kurd, el padre de la mujer. La explosión arrojó a Ola varios pisos hasta la muerte en la casa, entre cuyos habitantes había mujeres, niños y ancianos, explicó.
De algún modo, su bebé sobrevivió, al igual que su marido, que fue hospitalizado.
El recién nacido en su incubadora:
"Es un milagro que el feto siguiera vivo dentro de ella cuando fue martirizada (murió)", dijo Adnan al-Kurd, contemplando una foto de la graduación de su hija.
La explosión, como muchas otras, mató a varios miembros de una misma familia, una tragedia cotidiana en toda Gaza desde que Israel comenzó su ofensiva en Gaza en respuesta a un ataque transfronterizo de milicianos palestinos de Hamás el 7 de octubre del año pasado.
Los mediadores de Estados Unidos, Qatar y Egipto han fracasado en múltiples intentos de conseguir un alto el fuego. Por tanto, es muy poco probable que los ataques aéreos y los bombardeos israelíes cesen pronto.
Así atienden al bebé:
"Quería abrazar a su hijo y llenar nuestra casa con su presencia", afirma al-Kurd. "Decía: 'Mamá, espero que esto compense la pérdida de mis hermanos mártires y devuelva la vida a nuestro hogar'".
Contra todo pronóstico, los cirujanos del hospital al-Awda de Nuseirat (donde Ola fue trasladada tras el ataque) consiguieron dar a luz al recién nacido, Malek Yassin. Después lo trasladaron al hospital al-Aqsa, de Deir al-Balah, donde una de sus tías tocó la cara del bebé mientras yacía en una incubadora.
"Gracias a Dios, se salvó la vida de este bebé, que ahora está sano y salvo", dijo el médico Jalil al-Dakran en el hospital, donde muchas instalaciones médicas han quedado destruidas en los más de nueve meses de guerra.
Al-Kurd contempla las fotos de sus tres hijos fallecidos en la guerra de Gaza. Dice que el bebé Yassin es rubio como su difunto tío Omar.
"Voy a visitarlo todos los días. Forma parte de mí", afirma.
Los bebés que sobreviven a los frecuentes bombardeos israelíes no obtienen consuelo, a medida que el conflicto inflige más destrucción en la densamente poblada y edificada Franja de Gaza.
"De hecho, nos enfrentamos a grandes dificultades en el departamento de enfermería", afirmó al-Dakran, debido a la falta de medicamentos y suministros suficientes y al temor a que el generador del hospital se pare en cualquier momento por la escasez de combustible.
Destrucción en Gaza:
Los hospitales de la empobrecida Gaza han sido demolidos o gravemente dañados durante la guerra, que comenzó cuando combatientes dirigidos por Hamás atacaron Israel, matando a mil 200 personas y tomando más de 250 rehenes, según los recuentos israelíes.
Israel respondió con una ofensiva aérea y terrestre que ha matado a más de 39 mil palestinos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, dirigido por Hamás, y arrasado gran parte del territorio costero.
"¿Qué culpa tiene este niño para tener que empezar su vida en circunstancias difíciles y muy malas, privado de las necesidades más básicas de la vida?", dijo Dakran.
SNGZ