El presidente ruso, Vladímir Putin, llamó este domingo por teléfono a su colega estadunidense, Donald Trump, para agradecerle por la información que permitió prevenir atentados terroristas en Rusia.
“Vladímir Putin agradeció a Donald Trump la transferencia, a través de los servicios especiales, de informaciones que permitieron impedir la realización de actos terroristas en Rusia”, señaló el comunicado presidencial emitido en Moscú.
Los servicios de seguridad rusos (FSB) informaron que detuvieron el viernes pasado a dos ciudadanos rusos sospechosos de haber intentado cometer un atentado en San Petersburgo, en “lugares muy concurridos” durante las celebraciones del Año Nuevo.
El FSB precisó que estos arrestos se realizaron “sobre la base de la información recibida antes por nuestros socios estadunidenses”.
“Las personas arrestadas dieron pruebas de encontrarse en preparación de un acto terrorista”, agregaron los servicios rusos.
Aunque opuestos firmemente en muchos asuntos internacionales, Moscú y Washington señalan regularmente su voluntad recíproca de luchar contra el terrorismo.
Según la nota oficial, Putin y Trump acordaron continuar cooperando en el ámbito de la lucha antiterrorista y abordaron otros asuntos de interés común, aunque Moscú no dio detalles al respecto.
Putin ha invitado a Trump a asistir el próximo 9 de mayo al 75 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi, a lo que el presidente estadunidense respondió en su momento al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que “todo dependerá” de su agenda en 2020, año electoral en EU.
Distensión con Ucrania
Kiev y los separatistas prorrusos del este de Ucrania intercambiaron este domingo 200 prisioneros, una operación que representa una desescalada en el único conflicto armado activo de Europa.
“Es maravilloso, estoy muy feliz”, dijo a la prensa el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, tras recibir a los prisioneros liberados en el aeropuerto de Boryspil, cerca de Kiev.
El intercambio “corría el riesgo de fracasar en cada segundo”, añadió Zelenski, quien reconoció que numerosos ucranianos siguen encarcelados en Rusia y Crimea.
Junto con el presidente, numerosos familiares, con flores y globos, recibieron a 76 liberados del bando de Kiev, entre los que se encontraban 12 militares y 64 civiles.
Por su parte, los separatistas prorrusos de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk dijeron a las agencias de prensa rusas que recibieron respectivamente 61 y 63 personas, entre ellos ciudadanos rusos y un brasileño que combatió en las filas rebeldes.
Tanto Vladímir Putin, como la canciller alemana Angela Merkel, que auspició las conversaciones de paz celebradas en Francia a principios de diciembre, celebraron lo “positivo” del intercambio, según el Kremlin.
De acuerdo con Berlín, Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron, también artífice del acercamiento, celebraron este “gesto humanitario” que servirá para “restablecer la confianza” entre las partes.
El dirigente de los rebeldes de Lugansk, Leonid Passechnik, celebró “una nueva victoria” en un tuit. Los últimos liberados por los prorrusos descendieron del autocar al grito de “¡Gloria a Ucrania!”, según periodistas de la agencia de noticias AFP en el lugar.
La guerra en el este de Ucrania ha causado más de 13 mil muertos desde que estalló en 2014, unas semanas después de que Rusia se anexionara la península de Crimea.
Polonia acusa a Moscú de mentir
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, criticó este domingo al presidente ruso, Vladímir Putin, por haber acusado a Polonia de colusión con Adolfo Hitler.
“Putin ha mentido sobre Polonia en numerosas ocasiones y siempre lo hace de forma deliberada”, dijo Morawiecki en un comunicado.
“Esto suele suceder cuando las autoridades rusas sienten la presión internacional respecto a sus actividades. En las últimas semanas Rusia sufrió varios tropiezos”, añadió.
En un discurso en el Ministerio ruso de Defensa, Putin aseguró el martes pasado haber sido informado de documentos históricos que mostraban que los polacos “concluyeron prácticamente una alianza con Hitler”.
La víspera de la invasión alemana de Polonia, el 1 de septiembre de 1939, la entonces URSS y la Alemania nazi pactaron en secreto repartirse Europa del Este. Finalmente, Berlín rompió el trato.