El año pasado, ciudades de Portugal, España, Francia e Italia registraron un incremento en la temperatura de 1,38 grados centígrados más cálidas que la media histórica entre 1990-2020, un calor similar al de urbes situadas a una media de 425 kilómetros (km) al sur, según un análisis de la consultora Callendar.
Según sus autores, este análisis ilustra lo extremas que fueron las temperaturas en el suroeste de Europa, comparables a las del norte de África.
En Madrid, donde se batió el récord histórico de calor, la temperatura fue comparable a la de Tissemsilt, una ciudad de Argelia situada a más de 500 km al sur.
En Italia, ciudades cercanas a los Alpes, como Milán y Turín, registraron temperaturas propias de Grecia; y en Francia, Estrasburgo, tuvo temperaturas propias de San Marino, en la costa mediterránea.
"Fue el año más caluroso jamás registrado en muchas de las ciudades analizadas (unas 100)", según el director de Callendar, Thibault Laconde, que ha subrayado que la comparativa con la media de diez años pone de relieve "los retos a los que nos enfrentamos para adaptarnos a un calentamiento climático que avanza muy rápidamente".
"Se necesitan grandes cambios para hacer habitables las ciudades europeas, ya que las temperaturas siguen subiendo y pronto años como 2022 se convertirán en la norma", ha apuntado el experto.
En un comunicado, Callendar ha destacado que fallecieron más de 20 mil personas en Europa Occidental por culpa del calor y que las altas temperaturas en el Viejo Continente contribuyeron a empeorar los incendios forestales que destruyeron decenas de miles de hectáreas.
El análisis utiliza datos de temperatura del ERA5, base de datos elaborada por el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo (ECMWF) que combina observaciones de estaciones meteorológicas y satélites con modelos informáticos de la atmósfera y los océanos.
BCS