Turistas en París muestran empatía con chalecos amarillos

Diversos turistas que acudieron al Arco del Triunfo se mostraron comprensibles tras las protestas violentas de los chalecos amarillos, consideran que "luchan por sus derechos".

Los turistas disfrutando de la Torre Eiffel después de las protestas (Reuters)
Agencia AFP
París, Francia /

Los escasos turistas que se han acercado a la reapertura de negocios cerca del Arco de Triunfo se dicen sorprendidos por los daños que sufrió el monumento durante la protesta de los chalecos amarillos, pero algunos aseguraron que comprenden la violencia. 

A los pies de uno de los mayores atractivos turísticos de París se podía ver de nuevo la típica imagen de turistas tomándose fotos en vez de los manifestantes tomando por asalto el monumento napoleónico que dio noticia alrededor de mundo. 

"Venimos a ver si queda algo", comentó el argentino Juan Molina señalando el monumento. Dice entender y "en un punto" apoyar la protesta, "la defensa de los derechos". 

En Argentina, que atraviesa una fuerte crisis económica, el presidente Mauricio Macri inició recortes drásticos. 

"Nos pasa algo parecido en nuestro país [...] pasa mucho, es algo común", aseguró cerca de la tumba del soldado desconocido, al lado de sus dos hijas y su esposa. 

"En España, estamos igual, la gente lo que hace es reivindicar sus derechos", afirmó Beatriz Fraile, una turista que visita París por primera vez. Añadió que incluso "con la violencia no se saca nada, y lo pagan solo los ciudadanos".

"Todo el mundo tiene derecho a expresar libremente sin violencia su parecer", opinó Ester, que llegó el viernes desde Madrid con su marido José, que también manifestó su simpatía con las revueltas. 
En España, "estamos en general muy acomodados (con la situación) y somos menos luchadores que en Francia, mucho menos. La gente nunca sale a la calle [...] y la situación sigue siendo mala", indicó Ester. 

Aunque dice admirar el espíritu rebelde de los franceses, no puede evitar destacar la diferencia de niveles de vida entre ambos países. 

"El presidente francés anunció una subida de 100 euros [mensuales del salario mínimo], y el salario mínimo aquí [en Francia] es de mil 500 euros. En España, es de 700 euros y la vida es más barata [...] ¡pero no tanto!". 

Sin embargo, no todos sienten empatía hacia los "chalecos amarillos" franceses.

"Es la imagen simbólica de París", dice sobre el Arco de Triunfo Jack O'Toole, un emprendedor estadunidense de visita con su hijo y su esposa. 

Como la mayoría de los visitantes, aún escasos, que vinieron a la reapertura oficial del monumento, compró su entrada antes del estallido de las protestas. 

"Estuvimos aquí el sábado. Vimos los autos incendiados, a los chalecos amarillos protestar, pero igualmente vinimos", explicó. 
"Para mí es difícil entender por qué quemaban motos y vehículos tipo SMART [...] no creo que la violencia sea beneficiosa", añade este estadunidense, que visita por primera vez esta "ciudad tan bella".

En el interior del museo, no queda casi ninguna señal del vandalismo. Una decena de empresas trabajaron para reparar los daños. 

Con excepción de un agujero abierto en la reproducción de la Victoria, al nivel del rostro de la efigie, que será restaurado en el lugar, ya que es demasiado frágil para desplazarla. 

Las obras se harán tras un muro y "el público podrá seguir el proceso", explicó Philippe Bélaval, presidente del Centro de los Monumentos Nacionales de Francia.. La restitución final del monumento llevará algunas semanas, precisa, y el coste total rondaría el millón de euros.

dmr

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