La Ciudad de México y su área metropolitana cerraron 2022 como un año de estabilización en el segmento inmobiliario de oficinas, con casi medio millón de metros cuadrados en construcción y una docena de edificios en reconversión; a la par de la reducción en las tasas de disponibilidad de espacios de en la mayoría de los submercados, indicó la empresa de servicios inmobiliarios Cushman & Wakefield.
De acuerdo con el reporte correspondiente al cuarto trimestre del año pasado, Cushman & Wakefield manifestó que los usuarios de oficinas, grandes y pequeños, ya han comenzado a definir cuál será la nueva estrategia para el uso y ocupación de espacios.
“Claramente se está dando mayor flexibilidad en el uso de los espacios y los empleos móviles (aquellos que combinan diversas ubicaciones: oficinas, hogar y espacios de coworkin) están elevando su participación. No obstante, también es claro que los espacios de oficina siguen jugando un rol importante en la organización del trabajo”.
Así la oferta en desarrollo fue redimensionada. Al cierre del año 2022 los trabajos activos de construcción sumaron 499 mil 206 metros cuadrados. Al mismo tiempo, comienza a tomar visibilidad la reconversión de algunos edificios de oficinas a uso habitacional, médico y educativo.
Al día de hoy ya se ha anunciado una docena de reconversiones, que sumarán poco menos de 150 mil metros cuadrados; esto aún es una cantidad reducida, como proporción del inventario total construido, pero ya comienza a tener relevancia, como volumen absoluto.
Con lo que respecta a la demanda, Cushman & Wakefield indicó que la tasa de disponibilidad general para edificios clase A se ubicó en 22.4 por ciento al cierre del año, lo que representa la caída en las tasas de disponibilidad de la mayoría de los submercados.
Después de más de dos años con desequilibrio favorable a los inquilinos, en 2022 la demanda por espacios de oficinas clase A superó al crecimiento de la oferta y comenzó a reducirse el espacio disponible.
“Es alentador observar que el mercado de oficinas de la ciudad nuevamente cuenta con demanda neta positiva, después de dos años consecutivos de contracción. Sin embargo, se encuentra aún muy lejos de los niveles que presentaba antes de 2019 y siguen existiendo numerosas oportunidades para las empresas que busquen realinear su estrategia inmobiliaria”, indicó el reporte.
Finalmente, el nuevo equilibrio que se está formando en el mercado está definiendo ya un nivel de precios de salida más estable. Específicamente para los edificios clase A el ajuste ha sido de 0.8 por ciento y cotizan en promedio 22.82 dólares por metro cuadrado al mes.
Por submercados, los ubicados en el área central de la ciudad han mostrado reducciones moderadas, respecto al nivel que tenían con anterioridad a la pandemia. En contraste, los submercados más alejados del área central tuvieron una contracción más importante.
SNGZ