Citi pronostica cambios en política macroeconómica global más allá del covid-19

Al margen de cómo evolucione la economía, que dependerá de la distribución de la vacuna, bancos centrales, reguladores y gobiernos deberán actuar en sintonía.

El banco Citigroup. (Shutterstock)
Editorial Milenio
Londres /

Se avecina un "cambio fundamental" en el planteamiento de la  política macroeconómica a nivel global que perdurará más allá de la pandemia de covid-19, prevé Arnaud Marès, economista jefe para Europa del banco estadunidense de inversión Citi.

En su  intervención en la conferencia virtual en Londres de la Asociación del sector de fondos de Luxemburgo (ALFI, en sus siglas en inglés), el experto alertó de que se abre un "nuevo período" en que la política monetaria, reguladora y fiscal "deberán ir coordinadas", como pasa ahora para confrontar el covid-19, a fin de aportar sostenibilidad a largo plazo y evitar el riesgo de recesión.

Al margen de cómo evolucione la economía, que dependerá de la distribución de la vacuna, los bancos centrales, los reguladores y los gobiernos deberán actuar en sintonía durante largo tiempo para apuntalar los puntos débiles de la recuperación, argumentó.

En su opinión, esto es así porque está demostrado que, por separado, que es como se venía actuando desde hace más de una década, no se obtendrá el efecto necesario.

Marès explicó que, hasta que la vacunación esté bien implantada y tenga efecto, la economía mundial necesitará "grandes cantidades de apoyo", pues hay entre un 5 por ciento y un 16 por ciento de la actividad, dependiendo del país, que está muy afectada por el distanciamiento social y sufre una escasez permanente de demanda -lo que impacta en el resto-.

"Hasta la vacuna, estamos en riesgo permanente de recesión", declaró, para añadir que, mientras esto sea así, "se necesita apoyo constante a nivel de política fiscal", para compensar la pérdida de ingresos de amplias capas de la población.

Sostuvo que no se puede confiar solo en la política monetaria de los bancos centrales porque rebajar los tipos de interés y abaratar la deuda no lleva necesariamente a un aumento del gasto y de la inversión, sobre todo en el sector privado, debido en buena medida a que persiste la incertidumbre.

En cuanto a la posibilidad de bajar los tipos de interés a negativo, apuntó que el poco rendimiento en los ahorros lleva a la gente a aumentar el ahorro a largo plazo, por ejemplo para asegurar las pensiones, en lugar de ahorrar para comprar bienes en el futuro inmediato.

"Si el objetivo del banco central es solo empoderar a los Gobiernos para que puedan gastar, es suficiente con mantener los tipos a cero", ya que eso es un interés cero en los bonos de deuda soberana, observó.

Sin embargo, prosiguió, "hay un pero, y es importante": ese nivel de cero "debe mantenerse durante mucho tiempo", porque los gobiernos solo gastarán si tienen esa garantía de acceso al mercado y sostenibilidad de la deuda a largo plazo.

Marès señaló que, aunque el equilibrio es difícil, si no se acepta en los próximos meses esta situación de coordinación fiscal, monetaria y reguladora, el mundo afrontará "una mayor inestabilidad macroeconómica" en el futuro.

srgs



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