Los ánimos por las ofertas, los descuentos e incluso por las premeditadas compras navideñas que ocurren en El Buen Fin convierten a las y los consumidores en blanco de delincuentes que, día a día, ingenian nuevos métodos para estafar.
Así es como a celulares y bandejas de correos llegan mensajes falsos de quienes se hacen pasar por instituciones o empresas para engañar a las víctimas, más aún ante el uso de sus logotipos y de urls similares. Bajo esa línea es que el Servicio de Atribución Tributaria (SAT) alertó por el envío de correos electrónicos apócrifos hechos a su nombre.
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Cabe recordar que la dependencia, en coordinación con la Secretaría de Economía, son los que organizan el Sorteo de El Buen Fin, donde tarjetahabientes son candidatos para ganar desde 500 pesos hasta el “premio mayor” de 250 mil.
Y si bien las participaciones se registran únicamente con las compras hechas con tarjeta de débito o crédito en ese fin de semana, los resultados se dan a conocer hasta el 13 de diciembre. De ahí que la alerta cobra especial relevancia a fin de evitar cualquier intento de estafa o fraude que pudiera hacer creer a la eventual víctima que ganó alguno de los premios.
¿Cómo identificar los correos falsos?
Así, en un comunicado del 13 de noviembre, el SAT emitió recomendaciones a sus contribuyentes para evitar caer en las trampas de los ciberdelincuentes. Todo ello destacando que el único canal comunicación telefónica es el MarcaSAT (55 6272 2728)— en el caso del Sorteo los resultados se darán a conocer el 16 de diciembre en su minisitio, así como en su página oficial—.
En tanto para los correos electrónicos recordó que el dominio oficial es “@sat.gob.mx”, aunque mencionó que en el cuerpo del mensaje también pueden identificarse algunos signos de alerta, tales como logotipos borrosos, desproporcionados o distorsionados; si solicitan información confidencial (contraseñas, datos personales, claves) o descargar/ejecutar archivos; no mencionar el nombre o RFC del contribuyente (es decir que sólo replica el correo electrónico), o faltas de ortografía.
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Hasta el momento el SAT ha registrado más de 6 mil correos apócrifos. En caso de sospecha, insta a ingresar la dirección en su buscador de correos falsos (link aquí) o registrarla en denuncias@sat.gob.mx en toda vez que el buscador no arroje resultados.
De igual modo habilitó otro sitio para enlistar los sitios web falsos en los que, suplantando al SAT o a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se ofrece la venta de bienes como autos, camiones, casas, etc. “El SAT no vende ninguno de estos bienes, tampoco ofrece descuentos en el pago de impuestos”, resaltó.
Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) arrojan que de enero a octubre del 2024 se han reportado 97 mil 522 casos de fraude, siendo enero el mes con más reportes, 11 mil 110. En tanto el 2023 cerró con 114 mil 458 incidencias.
Los fraudes más comunes
En 2023 la Condusef (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros) identificó un incremento de casi un millón de fraudes cibernéticos respecto a 2022. Esto al pasar de 4 millones 798 mil 983 casos a 5 millones 762 mil 19— este último equivalente a 20 mil 28 millones de pesos reclamados—.
Los delincuentes, indica la comisión, aprovechan el desconocimiento o el poco cuidado de algunas personas al utilizar servicios o realizar trámites en línea, “convirtiéndose en un blanco fácil para los estafadores”. De ahí que enlistó varios tipos de fraudes cibernéticos, entre ellos el phishing o la suplantación de identidad, en donde los ciberdelincuentes se hacen pasar por una institución financiera para obtener números de tarjetas, claves, datos bancarios, etcétera.
Dicha modalidad también se realiza vía telefónica, conocida como vishing. En ésta, los delincuentes simulan ser empleados de alguna empresa a fin de convencer a la víctima para que proporcione su información confidencial.
Por otra parte, el smishing es un tipo de fraude en el que hacen llegar mensajes SMS a los celulares de las personas con la intención de enviarlas a alguna página web fraudulenta. Y es bajo esa línea también se efectúa el pharming, donde se redirige a la víctima a una página de internet apócrifa mediante ventanas emergentes con mensajes que incitan a dar clic a través de mensajes tipo: “¡Felicidades! Haz clic aquí para reclamar tu premio”.
En tanto los mensajes SPAM, también conocidos como correo basura, son aquellos que se envían a varios destinatarios con fines publicitarios o comerciales. En su contenido, invitan a las y los receptores a descargar algún archivo o visitar alguna página— usualmente cargadas con algún virus—.
ASG