Las últimas propuestas de la Reserva Federal para ampliar y expandir las operaciones de mercado abierto para evitar que las tasas se vuelvan negativas pueden quedarse cortas, podría necesitar apostar por todo y subir las tasas de interés de corto plazo que administra.
Las tasas de interés a corto plazo se han visto presionadas durante todo el año por el exceso de efectivo en el sistema bancario, el aumento de los activos en los fondos de los mercados monetarios a medida que los bancos rechazan los depósitos y la escasez de letras y otros instrumentos de efectivo.
La tasa repo a un día en Estados Unidos se volvió negativa varias veces en marzo y febrero, cayendo hasta -0.06 por ciento el 29 de marzo, su nivel más bajo desde al menos enero de 2003, según datos de Refinitiv. Se ubicaba ahora en 0.01 por ciento.
Los bancos más grandes y otras instituciones financieras han recurrido cada vez más a la Fed para obtener repos inversos y mantener el exceso de reservas. La tasa de recompra inversa a un día de la Fed para entidades no bancarias es del 0 por ciento y el interés que paga a los bancos por el exceso de reservas (IOER) es del 0.10 por ciento.
Aparentemente con la intención de evitar que las tasas repos se vuelvan negativas, la Fed anunció la semana pasada que permitiría a más participantes del mercado acceder a su ventana de repos inversa. En marzo, aumentó los límites para cada contraparte en su línea de repos inversa a 80 mil millones de dólares desde 30 mil millones de dólares.
Lorie Logan, vicepresidenta ejecutiva de la Fed de Nueva York y gerente de System Open Market Account (SOMA), afirmó la semana pasada que el banco central podría ajustar las "tasas administradas" si "surge una presión a la baja indebida sobre las tasas a un día". En sus minutas de la reunión de marzo, la Fed también dijo que podría ajustar dichas tasas a corto plazo.
"El hecho de que el FOMC (Comité Federal de Mercado abierto) esté preparando de manera tan explícita para un posible ajuste refuerza nuestra creencia de que la Fed responderá más rápidamente a la presión técnica a la baja sobre las tasas de interés a un día que en el pasado", dijo Lou Crandall, economista jefe de Wrightson ICAP.
Sin embargo, la preocupación es la secuencia de esas medidas de la Fed, incluso cuando los inversores se enfrentan a una oferta decreciente de letras del Tesoro. Con los actores del mercado invirtiendo dinero en los mercados de repos, el riesgo es que otras tasas a corto plazo, como la tasa de financiamiento garantizado a un día (SOFR), una tasa de referencia que la Fed ha respaldado, también se vuelvan negativas.
Bajo tasas negativas en el mercado de repos, un banco o institución financiera estaría pagando por prestar efectivo. La renuencia de la Fed a permitir que eso suceda se debe a los efectos que las tasas negativas tendrían en las firmas financieras y en los mercados globales de eurodólar.
En los repos inversos, los participantes del mercado prestan efectivo a la Fed a cambio de bonos del Tesoro u otros valores gubernamentales, con la promesa de recomprarlos.
Mientras, la tasa SOFR, el reemplazo de la LIBOR que mide el costo del efectivo a corto plazo, se ha estancado en 0.01 por ciento desde el 11 de marzo. Analistas sospechan que la Fed se resiste a permitir que la SOFR, una tasa de referencia global del dólar, se vuelva negativa.
"Habría muchos problemas operativos si la tasa SOFR se fuera a negativo", dijo Dan Belton, estratega de renta fija de BMO Capital. "Es algo que nunca hemos experimentado con la LIBOR".
Eso significa que la Fed necesitaría no solo aumentar la tasa IOER, que es utilizada principalmente por los bancos, sino también las tasas de recompra inversa.
srgs