Banco central, atado para resolver la crisis de vivienda en Nueva Zelanda

FINANCIAL TIMES

Como institución responsable de la estabilidad financiera, el Banco de la Reserva debe considerar si dispone de todas las herramientas “macroprudenciales” necesarias para abordar las preocupaciones sobre el mercado de la vivienda.

The Dairy Private Luxury Hotel en Queenstown, Nueva Zelanda. (Especial | Archivo)
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Londres /

Puede parecer obvio que los programas de expansión cuantitativa del banco central que se pusieron en marcha tras de la crisis financiera de 2008 condujeron a la inflación, pero apareció en los mercados de valores en auge, los altos precios de arte y artículos para coleccionistas, y el ascenso de las criptomonedas en lugar de en precios de consumo más alto, el dinero barato llevó a una inflación en los activos. Así, los bancos centrales deben reconsiderar sus políticas de estímulo, pues retrasan y profundizan la eventual caída.

El estímulo también aumenta la desigualdad de la riqueza y empeora las crisis de vivienda: los precios más altos de los activos aumentan el patrimonio de aquellos que ya tienen una riqueza sustancial, mientras que mantiene sin cambios la posición de los que no tienen activos. Además, aleja aún más la propiedad de la vivienda del alcance de quienes carecen de ahorros o herencias, la inflación que aparece en los activos pero no en los salarios es una noticia mala para la asequibilidad.

Esta es la razón por la que Nueva Zelanda dio instrucciones al banco central para que considere el efecto de sus políticas en el mercado de la vivienda. La administración de Jacinda Ardern dijo que, si bien el Banco de la Reserva seguirá siendo independiente, deberá tener en cuenta el objetivo del gobierno de “precios sostenibles de la vivienda”, que incluye controlar la demanda de los inversionistas, al tomar decisiones políticas.

Como institución responsable de la estabilidad financiera, el Banco de la Reserva debe considerar si dispone de todas las herramientas “macroprudenciales” necesarias para abordar las preocupaciones sobre el mercado de la vivienda.

Cambiar la regulación y reformar la ley de planeación es una forma sensata de abordar las deficiencias del mercado de la vivienda que ejecutar una política monetaria que no está justificada por inflación y desempleo.


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