Banco de Inglaterra comprará deuda para calmar a mercados

El organismo central activará un programa para adquirir bonos del gobierno por valor de 65 mil millones de libras; advierte un “riesgo real para la estabilidad financiera de Reino Unido”

Edificio de la institución, que hará el canje durante 13 días. M. Smiejkowska/Reuters
Financial Times
Londres /

El Banco de Inglaterra adoptó medidas de emergencia al activar un programa de compra de bonos por valor de 65 mil millones de libras para frenar una crisis que crece de forma vertiginosa en los mercados de deuda del gobierno.

El banco central advirtió de un “riesgo real para la estabilidad financiera de Reino Unido” por las turbulencias en el mercado de deuda del gobierno, desencadenadas por los recortes fiscales y el plan de endeudamiento del ministro Kwasi Kwarteng la semana pasada.

La institución suspendió un programa de venta de bonos del gobierno —parte de un esfuerzo por controlar la inflación— y en su lugar se comprometió a comprar cupones a largo plazo a un ritmo de hasta 5 mil millones de libras al día durante los próximos 13 días hábiles.

Los economistas advirtieron que la inyección de miles de millones de libras de dinero recién acuñado en la economía puede alimentar la inflación. “Esta medida será inflacionaria en un momento en que el indicador ya es alto”, dijo Daniel Mahoney, economista británico de Handelsbanken.

El banco también planteó la perspectiva de un “endurecimiento de las condiciones de financiamiento y una reducción del flujo de crédito a la economía real”.

Los mercados de bonos del gobierno de Reino Unido registraron una fuerte recuperación después del anuncio, pero la libra cayó 0.8 por ciento frente al dólar en las operaciones de la tarde, para llegar a 1.064 dólares por unidad.

El banco subrayó que no pretendía reducir los costos de endeudamiento del gobierno a largo plazo, sino ganar tiempo para evitar un círculo vicioso en el que los fondos de pensiones tengan que vender bonos emitidos por el gobierno de inmediato para satisfacer las demandas de efectivo de sus acreedores.

Este proceso puso en riesgo de insolvencia a los fondos de pensiones, ya que las ventas masivas hicieron bajar todavía más el precio de los bonos del gobierno que tienen como activos, lo que les obligó a desembolsar aún más dinero.

En una reunión con el ministro de Hacienda, los banqueros instaron a Kwarteng a no esperar hasta una declaración prevista para el 23 de noviembre para tomar medidas para tranquilizar a los mercados. Uno de los asistentes al encuentro, en la que participaron Citi, Bank of America, UBS, JP Morgan, Deutsche Bank y Standard Chartered, dijo que esa fecha es demasiado lejana.

Otro banquero dijo: “El mensaje de nuestro lado de la mesa fue: ‘Hagan lo que hagan, sigan informando a los mercados’. Hoy tenemos mercados ordenados, pero Dios sabe que no queremos ver pánico mañana'”.

Después  del anuncio, los rendimientos de los bonos del gobierno a 30 años, que ayer alcanzaron un máximo de 20 años por encima de 5 por ciento, cayeron hasta 4 por ciento, la mayor caída registrada en un solo día, de acuerdo con Tradeweb. Los rendimientos caen cuando los precios suben. Los rendimientos a diez años cayeron de 4.59 a 4.1 por ciento.

La medida será “por un tiempo limitado” y se produjo tras observar un “verdadero desastre” en los mercados de bonos del gobierno.

El Tesoro culpó a la “importante volatilidad” de los “mercados financieros globales” y no a los recortes de impuestos sin financiamiento del ministro de Hacienda de la semana pasada.

“El ministro está comprometido con la independencia del Banco de Inglaterra. El gobierno seguirá colaborando en apoyo de sus objetivos de estabilidad financiera e inflación”, señaló el Tesoro.

Gerard Lyons, quien ha asesorado a la primera ministra Liz Truss sobre la estrategia económica, instó a Kwarteng a tomar en cuenta a los mercados y la asequibilidad antes de recortar los impuestos.

Lyons declaró a Financial Times que los ministros “no deben decir nada más que agrave la situación” y que deben hacer hincapié en las partes del plan de crecimiento del gobierno que no implican recortes fiscales sin financiamiento.

La intervención del Banco de Inglaterra se produjo después de días de intensa presión sobre los planes de pensiones de Reino Unido que administran los ahorros de millones de británicos. A largo plazo, los rendimientos más altos son útiles para los planes de pensiones, ya que les ayudan a cosechar mayores rendimientos. Pero, en el corto plazo, el desplome de los precios de los bonos británicos afectó a las denominadas estrategias de inversión basadas en pasivos (LDI, por sus siglas en inglés) que muchos utilizan para protegerse de los movimientos adversos de la inflación.

Entre 1 y 1.5 billones de libras de los pasivos de los fondos de pensiones de salario final están cubiertos por estrategias LDI, que están respaldadas por garantías como valores, bonos corporativos y bonos emitidos por el gobierno. Pero el valor de esos bonos se desplomó, lo que hace que los planes de pensiones se apresuren a vender activos para completar sus reservas de garantías.

Simon Bentley, director de soluciones de Columbia Threadneedle, dijo que parece que el gobierno no tuvo “ninguna consideración real” sobre el impacto de su recorte de impuestos y su plan de endeudamiento (...) Parece que el gobierno no fue consciente o no investigó lo suficiente para entender el impacto en los fondos de pensiones”.


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