Querido lector, los folletos postales y los correos electrónicos de los bancos locales exhortándome a abrir una cuenta son cada vez más abundantes y están llegando rápido estos días. “¡Bono de 300 dólares!”, promete uno de Citizens Bank. Otro, de Chase Bank, señala que puedo “ganar 600 dólares” registrándome para obtener una cuenta de cheques y una de ahorro. Incluso las compañías de tarjetas de crédito están participando, y American Express ofrece 250 dólares a nuevos clientes de cuentas corrientes.
Los bancos estadunidenses compiten entre sí para atraer o retener el efectivo de los clientes este año después de que la quiebra de Silicon Valley Bank y otros dos organismos desencadenaron un éxodo de depósitos en todo el sistema.
La presión competitiva se intensificó en las últimas semanas en medio de un fuerte aumento de los rendimientos de los bonos de Estados Unidos. El del bono del Tesoro a 10 años subió desde de 3.7 por ciento a mediados de julio hasta alcanzar un máximo de 16 años de 4.8 por ciento este mes. El de los bonos del gobierno a 30 años, que terminó el tercer trimestre con el mayor salto trimestral en más de una década, también alcanzó un máximo de 16 años de casi 5 por ciento este mes.
Para los bancos estadunidenses, las tasas de interés más altas son un arma de doble filo. Esto es algo en lo que hay que pensar ahora que la temporada de resultados del tercer trimestre para el sector bancario comienza esta semana.
Los bancos pueden ganar mucho más con los préstamos. El promedio de la tasa hipotecaria fija a 30 años ahora es de 7.5 por ciento, en comparación con el 3.1 por ciento a principios de 2022. En el segundo trimestre, los márgenes de interés netos aumentaron en la mayoría.
La otra cara de la moneda es que un entorno de tasas de interés en aumento tiende a obstaculizar la demanda de préstamos. Y hay señales de que el crecimiento de estos está flaqueando. Al mismo tiempo, los clientes exigen mejores rendimientos de sus ahorros. Muchos ya trasladaron su efectivo a depósitos a mayor plazo o fondos del mercado monetario.
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Los activos invertidos en estos fondos alcanzaron un récord de 5.7 billones de dólares este mes. Los depósitos en los bancos estadunidenses cayeron más de 229 mil millones de dólares desde marzo, para llegar a 17.4 billones de dólares, de acuerdo con los datos de la Reserva Federal.
Para competir, los bancos tienen que gastar dinero. Aumentan las tasas en todo, desde cuentas de ahorro hasta certificados de depósito. La proporción promedio de depósitos que devengan intereses en la industria bancaria estadunidense aumentó de 69 por ciento hace un año a 72 por ciento en el primer trimestre, según Deloitte.
Una métrica a la que hay que prestar atención es la “beta de los depósitos”. Esta es la proporción de los aumentos de tasas de la Fed que los bancos trasladaron a los depositantes. Los analistas de Morgan Stanley calculan que en los grandes bancos de EU alcanzará 47 por ciento este año, en comparación con el 30 por ciento de finales del año pasado.
La vacilante demanda de préstamos y los mayores costos de financiamiento reducirán los márgenes de interés netos de los bancos, que también suelen tener una gran exposición a préstamos inmobiliarios comerciales que pueden ser difíciles de refinanciar si las tasas se mantienen altas por más tiempo.
Además, las tasas más altas pueden perjudicar a los bancos al erosionar el valor de los bonos y préstamos que los bancos adquirieron o emitieron cuando las tasas eran más bajas. Los bancos de EU acumulaban 558 mil millones de dólares en pérdidas no realizadas en sus carteras de valores a finales de junio.
Después de la quiebra de Silicon Valley Bank en marzo, los inversionistas se enfocaron en los riesgos que plantean las pérdidas en papel sobre las tenencias de bonos en todo el sector. Esto significa que cualquier señal de un resurgimiento de pérdidas no realizadas en el tercer trimestre puede generar nuevas tensiones en los balances de los bancos.
Muchos grupos financieros ya se están endeudando fuertemente bajo el Programa de Financiamiento Bancario a Plazo de la Fed. A finales de agosto, el programa registraba préstamos pendientes por valor de 121 mil millones de dólares. Estos se deben pagar en el plazo de un año y se consideran una fuente de liquidez relativamente cara. Esto explica por qué los organismos están lanzando promociones para atraer el efectivo de los depositantes. Se considera una fuente de financiamiento más barata y estable.
Las instituciones de tamaño medio y pequeñas puede que tengan dificultades para retener depósitos a bajo costo. En la actualidad, las grandes entidades como JP Morgan Chase, con múltiples fuentes de ingresos, se consideran más seguros.
Sin embargo, esto no significa que los grandes bancos vayan a salir airosos de esta temporada de resultados. El aumento de los costos de los depósitos dejará a los organismos con menos margen para sortear otros vientos en contra. Entre ellos, la continua debilidad de la banca de inversión y los nuevos requisitos de Basilea III.
De los seis grandes bancos, se espera que Citigroup, Goldman Sachs, Wells Fargo y Morgan Stanley registren una caída de sus ganancias por acción este trimestre; JP Morgan será la excepción, pues se prevé que registre un aumento de 25 por ciento en su ganancia por acción. Se pronostica que las ganancias de Bank of America se mantengan estables.
Tanto el índice KBW Regional Banking como el índice más amplio KBW Bank ya bajaron más de 22 por ciento en lo que va de año. Esto contrasta con el alza de 14 por ciento del S&P. Las alocadas oscilaciones de las acciones bancarias que se vieron en marzo ya terminaron, pero los retos del sector persisten.
Querido lector, disfrute del resto de la semana.