Los barcos que transportan gas natural licuado con destino a Asia están cambiando de rumbo a mitad de la travesía para abastecer a los consumidores europeos dispuestos a pagar una gran prima, ya que los precios en toda la región se disparan hasta alcanzar nuevos máximos.
Durante gran parte del año, los compradores de China, Japón y Corea del Sur presentaron mejores ofertas que los europeos por los envíos de este combustible superfrío, que se utiliza para generar electricidad.
Pero ahora que los depósitos de la región están llenos, los cargamentos no comprometidos de la cuenca atlántica que se dirigían a Asia sus propietarios los regresan y los envían a Europa para aprovechar el aumento de los precios y la demanda. Los precios del gas en Europa se dispararon ayer 23 por ciento, con lo que alcanzaron un récord de 182 euros por megavatio hora, al detenerse el flujo de gas ruso en un gasoducto clave.
“El mercado europeo del gas se despejó”, afirmó Ciaran Roe, director mundial de GNL de Platts. “Todos los principales mercados de destino de los cargamentos de GNL están por debajo de los principales centros de gas europeos”, resaltó.
De acuerdo con los datos de Platts, la diferencia entre los precios europeos y asiáticos es actualmente la más amplia en registro.
Los cargamentos de gas natural licuado spot (al contado) con destino a Europa se cotizaban a alrededor de 48.5 dólares por millón de unidades térmicas británicas (Mmbtu), frente a los 41 dólares por Mmbtu de Asia. Durante los meses de octubre y noviembre, los precios en Asia se ubicaron en promedio en cinco dólares por millón de unidades térmicas británicas por encima de los de Europa, según el corretaje.
“El aumento de los precios del gas al contado en Europa provoca algunos movimientos de carga poco habituales”, afirmó Alex Froley, analista de la consultora de investigación ICIS, que le da seguimiento a los buques tanque de ese gas.
Estos movimientos incluyen el desvío de buques de gas estadunidenses con destino a Asia hacia puertos europeos y el primer envío de gas australiano a Europa en más de una década.
El Minerva Chios, un buque tanque estadunidense de gas natural licuado, se dirigía al este, cerca de India, el 15 de diciembre, pero dio la vuelta y se dirige ahora al Canal de Suez, lo que sugiere un envío a Europa, dijo Froley.
Un segundo buque estadunidense dio la vuelta cerca del estrecho de Malaca la semana pasada, mientras que un tercer barco tiene previsto entregar una carga parcial de gas natural licuado australiano en Barcelona el 24 de diciembre, tras dejar la mayor parte del cargamento en China a principios de este mes.
“Se cree que este es el primer gas natural licuado australiano que llega a Europa desde 2009, cuando hubo un par de cargamentos australianos a Reino Unido y Francia”, añadió.
Torbjorn Tornqvist, fundador de Gunvor, espera ver entre 15 y 20 cargamentos, además del flujo normal, con destino a Europa este mes y la misma cantidad en enero.
“Está claro que Europa fija sus precios para atraer mucho gas y lo necesita. “Sin eso, la situación del suministro puede ser muy grave en función del clima. Los inventarios ya son bajos y serán excepcionalmente bajos al final del invierno”, advirtió Tornqvist.
Froley afirmó que Royal Dutch Shell, que tiene un acuerdo de compra con la terminal de gas Pampa Melchorita en Perú, envió gas natural licuado peruano a Reino Unido por primera vez desde 2019. Siete de estos cargamentos de Shell llegaron a la nación europea desde finales de octubre, con cuatro cargamentos más programados “en las próximas semanas”.
Al igual que en Europa continental, los precios del gas en Reino Unido subieron cerca de 650 por ciento desde principios de año, algo que llevó a la quiebra a más de dos docenas de proveedores nacionales de energía.
El gas natural licuado representa alrededor de 40 por ciento de la generación de electricidad en Reino Unido y calienta la mayoría de los hogares.
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