Chuck Schumer pasó más de una docena de años pensando en cómo los demócratas podrían ejercer el poder si controlaran la mayoría en el Senado de Estados Unidos (EU).
El veterano legislador de Nueva York se encargó por primera vez de la elección de más demócratas para la Cámara Alta del Congreso en 2005. Su partido obtuvo 14 escaños más durante los siguientes cuatro años, lo que le dio al partido el control del Senado e impulsó a su colega, el senador de Nevada Harry Reid, al puesto de líder de la mayoría de la cámara alta.
Más de una década después, Schumer, de 70 años, asume ese papel, después de que los demócratas recuperaron el Senado con un margen más pequeño en dos de las muy competidas elecciones de segunda vuelta en Georgia. La Cámara de 100 miembros está dividida 50 a 50, y el voto de desempate está en las manos de la vicepresidenta Kamala Harris.
Eso le plantea a Chuck Schumer una gran tarea: equilibrar los intereses cada vez más progresistas de su partido, con la necesidad de cruzar el pasillo con los republicanos que lucharán con el cómo gobernar en la era posterior a Donald Trump.
“Finalmente tiene el puesto que quería desde hace mucho tiempo”, dijo Jim Manley, asesor desde hace mucho tiempo de Reid. “Pero el problema es que lo obtiene en circunstancias realmente difíciles”.
Schumer se convirtió en líder de la mayoría en el Senado de EU, después de la toma de posesión de Harris como vicepresidenta y Raphael Warnock y Jon Ossoff de Georgia como senadores.
Lo hizo en un momento de rencores sin precedentes, apenas dos semanas después del violento asedio al Capitolio del que muchos demócratas culpan a sus colegas republicanos, en particular a los senadores Josh Hawley y Ted Cruz.
La primera tarea de Schumer será ajustar un calendario para un juicio político en el Senado en contra del expresidente Donald Trump, con la acusación de incitar la insurrección en el Capitolio, uno que dejaría tiempo para confirmar los nombramientos de gabinete de Biden y considerar sus propuestas para el covid-19 de 1.9 millones de dólares.
Lo Dice...“Todavía se considera a sí mismo como un externo que trata de demostrar su valor. Trabaja realmente duro para superar a todos los demás en razonamiento, estrategia y empuje.
Chuck Schumer, líder de los demócratas en el Senado de EU Chuck Schumer anunció que llegó a un acuerdo con Mitch McConnell, su homólogo republicano, para que el juicio comience el 9 de febrero.
Pero los dos aún se encuentran enfrascados en intensas negociaciones sobre una “resolución de organización” o un acuerdo de reparto de poder sobre cómo manejar un Senado que está dividido a la mitad. La Cámara Alta solo ha estado tan equilibrada una vez en 2001, y los líderes tienen que acordar cómo dividir las tan buscadas asignaciones de los comités y estructurar los votos importantes.
Mitch McConnell ya dijo que no firmará ningún acuerdo a menos que Schumer acepte preservar el obstruccionismo, una regla oscura que requiere que 60 senadores respalden la legislación para que se convierta en ley. Los progresistas quieren que se elimine el obstruccionismo para poder aplicar políticas más liberales, mientras que los centristas como Joe Manchin, el demócrata más conservador del Senado, han dicho que la convención debería permanecer.
Schumer se enfrenta a un oponente formidable en McConnell, un senador con más experiencia que pasó los últimos seis años en la mayoría, primero interponiéndose en el camino de la agenda legislativa de Barack Obama y luego usando su autoridad para confirmar un número récord de jueces conservadores.
“El Senado no está funcionando en este momento, en absoluto”, dijo Manley, quien describió a la Cámara Alta como “increíblemente tóxica”. “Corresponderá a (Schumer) encontrar una manera de ponerlo en marcha para que puedan empezar a centrarse en la agenda legislativa”.
Los exasesores de Schumer insisten en que él es el hombre adecuado para el trabajo en el Senado de EU.
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“Todavía se considera a sí mismo, en muchos sentidos, como un externo que trata de demostrar su valor”, mencionó Stu Loeser, exasistente principal de Chuck Schumer. “Trabaja muy duro para superar a todos los demás en razonamiento, estrategia y empuje”.
Schumer creció en una familia de clase trabajadora en Brooklyn, asistió a escuelas públicas •entre ellas una preparatoria cuyos exalumnos incluyen al senador Bernie Sanders y la fallecida juez de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg• antes de ir a la Universidad de Harvard.
Pero nunca ejerció la abogacía, sino que se unió a la legislatura del estado de Nueva York antes de ser elegido para la Cámara de Representantes en 1980. Casi dos décadas después, se postuló para el Senado, derrocando a un republicano que ocupó el escaño durante mucho tiempo.
Risa Heller, estratega de comunicaciones y otra exasesora de Schumer, dijo: “Él conoce cada detalle de todo lo que puedas imaginar, cada detalle de las políticas, sabe todo sobre todos los condados del estado de Nueva York”.
Schumer visita cada uno de los más de 60 condados del estado de Nueva York al menos una vez al año y pasa tantas noches como puede en su casa en Brooklyn, en lugar de Washington, DC. Schumer, quien está casado con Iris Weinshall, una funcionaria de la ciudad de Nueva York, tiene dos hijos adultos.
Los aliados de Schumer insisten en que su omnipresencia en Nueva York lo ayudaría a evitar una supuesta competencia en las primarias de Alexandria Ocasio-Cortez, la congresista progresista que representa zonas del Bronx y Queens.
Los asesores de Schumer defienden su ubicuidad en las noticias nacionales y locales argumentando que es importante que los electores del senador vean que él está trabajando para ellos. Pero también provocó burlas. Bob Dole, el exsenador republicano, señaló una vez que “el lugar más peligroso de Washington está entre Chuck Schumer y una cámara de televisión”.
srgs