Las secuelas de éxitos de taquilla tienen un alto índice de éxito. Esto es un buen augurio para el veterano activista estadunidense Nelson Peltz.
El inversionista activista ya aumentó su participación en Disney mientras vuelve por el cambio de la compañía. Un precio de las acciones a niveles de 2014 ayuda a su caso. Pero, como ocurre con todas las secuelas, es posible que falten ideas originales.
Trian Partners, de Peltz, tiene una posición con valor de más de 2 mil 500 millones de dólares (mdd). Esto representa menos de 2 por ciento de las acciones en circulación de Disney. Trian necesitará de apoyo para asegurar lugares en el Consejo de Administración. Su argumento de ventas debe incluir propuestas audaces.
El gigante del entretenimiento se defendió de los inversionistas activistas a principios de año con fuertes recortes de puestos de trabajo y la promesa de revivir los dividendos. En aquel momento, Trian calificó las iniciativas de una “victoria para todos los accionistas”.
Desde entonces, Disney ya fue más lejos. Los recortes de costos significan que se espera que los ingresos netos del trimestre actual sean 50 por ciento superiores a los del año pasado. El grupo también se comprometió a invertir 60 mil mdd en su popular negocio de parques y experiencias durante la próxima década.
La apuesta de Disney por las montañas rusas y los productos temáticos tiene sentido. Los ingresos operativos de 2 mil 400 mdd de la división en el último trimestre fueron el doble de los de la operación de cine y televisión, a pesar de registrar menores ingresos.
El servicio de streaming sigue siendo el problema. El esfuerzo de Disney para reducir los costos hizo caer a la mitad las pérdidas operativas de streaming en el último año. Pero, con 512 mdd en el trimestre, todavía son altas para una empresa que está recortando costos. El aumento del precio de las suscripciones va a reducir el total. La Casa del Ratón espera obtener utilidades de la división a finales del ejercicio fiscal 2024. Pero los activistas no quieren esperar tanto.
Si el presidente Bob Iger quiere conservar su puesto, es posible que deba realizar una llamativa venta de activos. Estos activos televisivos y la búsqueda de un socio para ESPN —Amazon, por ejemplo— reduciría las utilidades, pero también ayudaría a aliviar la carga de la deuda a largo plazo de la compañía, que asciende a 44 mil 500 mdd.
Iger ya insinuó que es posible la venta de las cadenas de televisión. Debe esperar que Peltz no tenga en mente algo aún más drástico. Los directores ejecutivos prefieren dar ellos mismos las vueltas de tuerca argumentales. Suelen ver a los inversores como público, no como actores.
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