Las compañías farmacéuticas y de biotecnología invirtieron 85 mil millones de dólares (mdd) en adquisiciones en los cinco primeros meses del año, algo que representa una recuperación espectacular en las negociaciones de acuerdos, en su afán por reponer sus proyectos de medicamentos.
Este aumento de las fusiones y adquisiciones, en comparación con los 35 mil 600 mdd registrados durante el mismo periodo de 022 y los 49 mil 100 mdd del año anterior, según Stifel, se alimentó gracias a las enormes reservas de efectivo acumuladas por las grandes farmacéuticas durante lapandemia y a la preocupación de los inversionistas por las perspectivas de crecimiento.
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Las farmacéuticas más grandes del mundo contaban con más de 1.4 billones de dólares para realizar acuerdos, según el análisis de EY. También se enfrentan a un vencimiento de patentes que se extienden hasta el final de la década, lo que expone a 200 mil mdd de sus medicamentos de marca de mayor venta a la competencia de los genéricos.
Pfizer, Merck y Sanofi encabezan la reactivación de las fusiones y adquisiciones este año, anunciando nuevas compras multimillonarias, a pesar de que la realización de acuerdos en otros sectores del mercado se redujo drásticamente debido al aumento de las tasas de interés y a la restricción de los préstamos bancarios.
Tim Opler, director gerente del grupo mundial de atención de salud de Stifel, dice: “es un gran cambio de rumbo, que contrarresta por completo la tendencia general del mercado de fusiones y adquisiciones. Si mantenemos el ritmo de los cinco primeros meses estaríamos en camino de obtener 215 mil mdd este año”. En 2022, el valor total de los acuerdos del sector biofarmacéutico fue de 127 mil millones de dólares, mientras que en 2021 fue de 149 mil mdd.
127 mil mdd
Fue el valor total de los acuerdos del sector biofarmacéutico en 2022, 22 mil mdd menos que el año previo
Pero en Bio International Convention, una de las conferencias sobre biotecnología más grandes de Estados Unidos (EU), que se celebró la semana pasada en Boston, ejecutivos de empresas, banqueros y analistas del sector no celebraban el regreso de la realización de acuerdos. Por el contrario, estaban preocupados por la creciente amenaza de que los reguladores antimonopolio de EU comenzaran a tomar medidas enérgicas contra la consolidación en el sector.
El mes pasado, la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) causó conmoción al bloquear la adquisición de Horizon Therapeutics por parte de Amgen, un acuerdo de 28 mil mdd anunciado en diciembre y que dio el disparo de salida a la incipiente recuperación de las adquisiciones.
En su primera decisión en más de una década para bloquear una fusión en el sector farmacéutico, la FTC advirtió que la consolidación “desenfrenada” del sector estaba elevando los precios a los pacientes. La FTC esgrimió un argumento novedoso, alegando que la operación permitiría a Amgen utilizar los descuentos de sus medicamentos de gran venta para presionar a las compañías de seguros y a los administradores de beneficios de farmacia, para que favorecieran los dos productos que Horizon monopoliza.
Amgen dijo que va a impugnar la decisión ante los tribunales, pero esto no atenuó la preocupación de todo el sector de que la medida pueda frenar la actividad de fusiones y adquisiciones en un momento en que muchas compañías de biotecnología pequeñas se enfrentan a restricciones de financiamiento.
Paul Hastings, veterano de la industria y presidente saliente de Bio, el principal grupo de cabildeo de la industria de biotecnología, advirtió de que el endurecimiento de la postura de las autoridades antimonopolio de EU podría poner en peligro un modelo de negocio que lleva décadas sustentando la innovación. Este modelo atrae a los inversionistas hacia las biotecnológicas que realizan investigaciones de alto riesgo, sabiendo que más adelante las grandes compañías podrán comprarlas y aportar los fondos necesarios para completar los costosos ensayos clínicos y comercializar los nuevos medicamentos, dice.
Una piedra en el camino
La importancia de las compañías de biotecnología pequeñas y medianas para el desarrollo de fármacos creció rápidamente en las dos últimas décadas. El año pasado, las empresas biofarmacéuticas emergentes fueron responsables de 65 por ciento de las moléculas en la cartera de investigación y desarrollo, sin que estuviera involucrada una compañía más grande, frente a menos de 50 por ciento en 2016 y 34 por ciento en 2001, según el Iqvia Institute.
Seagen coincidió con las preocupaciones de Bio, cuyos accionistas respaldaron recientemente una propuesta de adquisición de 43 mil mdd por parte de Pfizer, el mayor trato en el sector desde que AbbVie acordó comprar Allergan en 2019.
El CEO de Seagen, David Epstein, dice que si la FTC elimina la posibilidad de que las grandes compañías farmacéuticas adquieran compañías de biotecnología, entonces el “financiamiento” y la “innovación” pronto se secarán en el sector.
“Espero que la FTC llegue a entender cómo funciona el ecosistema”, dice Epstein.
La intervención de la FTC, que adoptó un enfoque más estricto con respecto a las fusiones y adquisiciones bajo el mandato de la comisionada Lina Khan, llega en un momento difícil para las compañías de biotecnología, que se enfrentan a restricciones de capital y a la mayor sacudida de los precios de los medicamentos en EU en décadas.
Las biofarmacéuticas recaudaron 54,600 mdd en financiamiento el año pasado, lo que representa un descenso de 54 por ciento con respecto a 2021 y el nivel más bajo de fondos recaudados por el sector desde 2016, según un informe publicado la semana pasada por EY. La convulsión de los mercados de valores y la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) —uno de los mayores financiadores del sector de biotecnología— hacen que muchas empresas tengan dificultades para recaudar efectivo.
“Si nos fijamos en los problemas de financiamiento de las compañías que obviamente tienen menos de dos años de liquidez, no todas van a sobrevivir”, dice Rich Ramko, responsable de biotecnología de EY.
La semana pasada, Merck demandó al gobierno EU por una nueva ley que le otorga a la administración de Biden el poder de negociar los precios de algunos de los medicamentos más caros. La compañía farmacéutica alegó que las reformas de los precios de los medicamentos son inconstitucionales y “equivalen a una extorsión”.
54 mil 600 mdd
Recaudaron las biofarmacéuticas en financiamiento el año pasado, 54 por ciento menos que en 2021
Amor y odio
Los expertos dicen que la mayor disposición de los reguladores del gobierno a intervenir en el sector aumenta la incertidumbre y el riesgo para las empresas que consideran hacer grandes adquisiciones este año.
“Las probabilidades de que nos despertemos y veamos a J&J o Lilly haciendo algo grande, como comprar Alnylam, Incyte o Vertex, se reducen”, dice Opler de Stifel.
No obstante, Opler señala que cualquier freno a las fusiones y adquisiciones podría ser temporal, ya que la FTC podría ser derrotada en los tribunales, dado que muchos expertos jurídicos creen que su caso no es sólido. “En realidad, esto podría liberar el mercado para realizar más acuerdos sin temor al bloqueo de la agencia antimonopolio”, dice.
Kay Chandler, copresidenta de la práctica global de ciencias de la vida del bufete Cooley, dice que la realización de acuerdos podría tomar un poco más de tiempo y que habría un cambio en la cantidad de riesgo que las empresas están dispuestas a asumir al considerar las fusiones y adquisiciones. Pero, en última instancia, las grandes farmacéuticas no han tenido otra opción más que seguir buscando fusiones y adquisiciones porque tenían que llenar las lagunas de innovación en sus carteras de medicamentos.
Después de la acción de la FTC contra Amgen, los analistas del banco de inversión Evercore pronosticaron que el descongelamiento del interés de las grandes farmacéuticas por los mega acuerdos desplazaría invariablemente “la atención de consolidación hacia compañías biotecnológicas más pequeñas y en fase inicial, y más de ellas”.
La próxima prueba para las autoridades antimonopolio es la adquisición por parte de Pfizer de Seagen, que se enfoca en oncología. La FTC debe decidir en los próximos días si amplía el plazo inicial de 30 días para la re-visión del acuerdo, que es fundamental para los esfuerzos de Pfizer por volver a crecer después de una fuerte caída de sus ingresos por el covid este año.
“Podríamos ver una posible objeción a la adquisición de Pfizer y Seagen, ya que representaría una transacción más grande”, dice Evan Seigerman, analista de BMO Capital.
Pero, por el momento, Pfizer y Seagen confían en que su acuerdo no atraiga las críticas de la FTC, alegando que beneficiará a la competencia y a la innovación. “Ni siquiera es improbable, es como que hay cero posibilidades. No va a suceder”, dice Epstein, señalando que la cuota por cancelación (si no llega a concretarse el acuerdo) que Pfizer pagaría a Seagen en ese caso es de casi 2 mil 300 mdd.
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