A un artista que vendía tókenes no fungibles (NFT) con representaciones digitales de los bolsos Birkin se le ordenó pagar 133 mil dólares por daños y perjuicios a Hermès, el propietario de la marca, una victoria para el grupo de lujo francés en un caso histórico sobre cómo se aplican los derechos de propiedad intelectual estadunidenses a los activos digitales.
Un jurado de Nueva York emitió el veredicto después de un juicio de una semana, en el que los abogados del artista Mason Rothschild argumentaron que estaba comentando la supuesta crueldad con los animales en la producción de artículos de cuero y que debían protegerlo por el derecho a la expresión artística en virtud de la Primera Enmienda de la Constitución.
El equipo de defensa de Rothschild comparó la obra de su cliente con la del artista pop Andy Warhol, que representaba latas de sopa Campbell’s y botellas de Coca-Cola “de forma estilizada, pero claramente reconocible”.
Sin embargo, los abogados de Hermès, cuyos bolsos Birkin físicos originales cuestan entre 9 mil y 500 mil dólares, acusaron a Rothschild de “robar el fondo de comercio (los valores intangibles) de la famosa propiedad intelectual de Hermès para crear y vender su propia línea de productos".
Argumentaron que los clientes podían confundir los NFT “MetaBirkin” de Rothschild con productos auténticos de Hermès, y que la URL de su sitio web era demasiado similar a la de la compañía de artículos de lujo.
Rothschild creó la colección de arte digital en cuestión en 2021. Los coloridos diseños se produjeron en un momento en el que la tecnología NFT se presentaba con bombo y platillo y muchas de las principales marcas de diseño querían crear sus propias líneas.
La colección alcanzó más de 200 ethereum (alrededor de 790 mil dólares de ese tiempo) en ventas. Hermès se quejó y luego demandó, acusando al artista de infringir su marca registrada.
Después de deliberar durante más de dos días, el jurado concedió a Hermès 110 mil dólares por violación del derecho de la propiedad intelectual y 23 mil dólares por ocupación ilegal cibernética, es decir, por utilizar un nombre de dominio confusamente similar a otro utilizado por la propia casa de modas parisina.
El abogado de Rothschild, dijo que la decisión marca un “buen día para las marcas de lujo” y uno “malo para los artistas”.
Hermès señaló que como “casa de creación, de trabajo artesanal y autenticidad que apoya a los artistas y la libertad de expresión desde su fundación” se veían “obligados a actuar para proteger a los consumidores y la integridad de su marca”.
Rothschild calificó a Hermès como “una casa de moda de lujo multimillonaria que dice ‘preocuparse’ por el arte y los artistas, pero que se siente con derecho a elegir qué es arte y quién es artista”.
El caso es observado de cerca por expertos jurídicos, así como por las principales marcas de lujo y minoristas del mundo, ya que grandes nombres como Nike, Gucci y Balenciaga se aventuran en las NFT y el metaverso.
Las marcas de lujo están dispuestas a experimentar con el potencial publicitario de las nuevas plataformas, pero son cautelosas por ante los derechos de propiedad intelectual.
- Te recomendamos Microsoft desafía el reinado de Google en búsquedas con su IA Financial Times