IA puede reforzar ciberdefensas, no solo derribarlas

Opinión. Necesaria, unión entre gobierno, empresas, expertos y académicos para aprovechar las oportunidades de la tecnología

Los modelos Gemini que lanzó Google en diciembre son los más capaces hasta la fecha. EFE
Sundar Pichai
Londres /

El año pasado se produjeron cambios tecnológicos rápidos y significativos alimentados por los avances en la inteligencia artificial (IA). Millones de personas utilizan estas herramientas para aprender nuevas cosas y ser más productivas y creativas. A medida que continúe el progreso, la sociedad va a tener que decidir cómo aprovechar mejor el enorme potencial de la inteligencia artificial y al mismo tiempo abordar los riesgos.

En Google, nuestro enfoque consiste en ser audaces en nuestra ambición de que la inteligencia artificial beneficie a las personas, impulse el progreso económico, apoye la ciencia y aborde los desafíos de la sociedad más apremiantes. Y estamos comprometidos a desarrollar e implementar la IA de manera responsable: los modelos Gemini que lanzamos en diciembre, que de los nuestros son los más capaces a la fecha, pasaron por las evaluaciones de seguridad más robustas que jamás hemos hecho.

Ayer visité el Instituto Curie, en París, para hablar de cómo nuestras herramientas de inteligencia artificial pueden ayudar con su trabajo pionero en algunas de las formas más graves de cáncer. Hoy, en la Conferencia de Seguridad de Múnich, me uniré a los debates sobre otra prioridad importante: el impacto de la IA en la seguridad regional y global.

Los líderes de Europa y de otros lugares expresaron su preocupación por el potencial que tiene la inteligencia artificial de hacer empeorar los ataques cibernéticos. Esas preocupaciones están justificadas, pero con las bases correctas, la IA tiene el potencial de fortalecer con el tiempo las defensas cibernéticas del mundo, en lugar de debilitarlas.

Aprovechar la inteligencia artificial puede revertir el llamado dilema del defensor en seguridad cibernética, según el cual los defensores tienen que acertar ciento por ciento de las veces, mientras que los atacantes solo tienen que acertar una vez. Ahora que los ciberataques se han convertido en la herramienta preferida de los actores que buscan desestabilizar las economías y las democracias, lo que está en juego es más importante que nunca. Tenemos que protegernos contra un futuro en el que los atacantes puedan innovar utilizando IA y los defensores no.

Para darle poder a los defensores, hace más de una década empezamos a integrar investigadores y enfoques de inteligencia artificial en los equipos de ciberseguridad de Google. Más recientemente, desarrollamos un modelo de lenguaje grande especializado y perfeccionado para la seguridad y la información sobre amenazas.

Vemos las formas en cómo la inteligencia artificial puede fortalecer las defensas cibernéticas. Algunas de nuestras herramientas ya son hasta 70 por ciento mejores en la detección de textos maliciosos y hasta 300 por ciento más eficaces en la identificación de archivos que aprovechan vulnerabilidades. Además, la IA aprende con rapidez, lo que ayuda a los defensores a adaptarse a los delitos financieros, el espionaje o el phishing, como los que recientemente golpearon a EU, Francia y otros lugares.

Esa velocidad le ayuda a nuestros equipos de detección y respuesta, que lograron ver un ahorro de tiempo de 51 por ciento y alcanzaron resultados de mayor calidad utilizando inteligencia artificial generativa. Nuestro navegador Chrome examina miles de millones de URL frente a millones de recursos web maliciosos conocidos y envía más de 3 millones de advertencias al día, protegiendo a miles de millones de usuarios.

Dar poder a los defensores también significa asegurarse de que los sistemas de inteligencia artificial sean seguros de forma predeterminada, con protecciones de privacidad integradas. Este progreso técnico continuará, pero aprovechar todas las oportunidades que ofrece la seguridad impulsada por la IA va más allá de la tecnología en sí. Veo tres áreas clave en las que las instituciones públicas y privadas pueden trabajar juntas.

En primer lugar, regulación y política. El año pasado dije que la IA es demasiado importante como para no regularla bien. La Ley de Inteligencia Artificial de Europa es un avance importante para equilibrar la innovación y el riesgo. Mientras otros debaten esta cuestión, es fundamental que las decisiones de gobernanza que tomamos en la actualidad no inclinen la balanza en la dirección equivocada.

Las iniciativas políticas pueden reforzar nuestra seguridad colectiva, por ejemplo, fomentando la combinación de conjuntos de datos para mejorar los modelos, o explorando formas de llevar las defensas de IA a sectores de infraestructura críticos. Diversificar la adquisición de tecnología del sector público puede ayudar a las instituciones a evitar los riesgos de depender de un proveedor tradicional único.

En segundo lugar, la IA y la capacitación en habilidades, para garantizar que las personas tengan la alfabetización digital necesaria para defenderse de las amenazas cibernéticas. Para ayudar, lanzamos una iniciativa de oportunidades de inteligencia artificial para Europa para brindar una variedad de capacitación básica y avanzada en la materia. También apoyamos a startups innovadoras, como la compañía LetsData, dirigida desde Ucrania, que proporciona un “radar de IA” en tiempo real contra la desinformación en más de 50 países.

En tercer lugar, necesitamos una asociación más profunda entre empresas, gobiernos, académicos y expertos de seguridad. Nuestro centro de ingeniería de seguridad en Málaga se enfoca en la colaboración cruzada que eleva los estándares de seguridad para todos. Además, los foros y sistemas globales (como el Foro Modelo de Frontera y nuestro Secure AI Framework) desempeñarán un papel importante a la hora de compartir nuevos enfoques que funcionen.

Proteger a las personas en una red global abierta es un ejemplo urgente de por qué necesitamos un enfoque audaz y responsable de la inteligencia artificial. No es el único. Ayudar a los investigadores a identificar nuevos medicamentos para enfermedades, mejorar las alertas en tiempos de desastres naturales o abrir nuevas oportunidades para el crecimiento económico son urgentes y se beneficiarán del desarrollo responsable de la IA. Los avances en todas estas áreas beneficiarán a Europa y al mundo.

*El escritor es director ejecutivo de Google y Alphabet

Financial Times Limited. Declaimer 2021


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