Ajesh Kumar, un graduado universitario de un pueblo de Haryana, un estado rural adyacente a Delhi, solicitó trabajo como limpiador, pero había más de 400 mil personas en busca de empleo para cerca de 5 mil puestos, lo que hace que las posibilidades de este hombre de 30 años sean de una entre 80.
“No hay esperanza, ninguna posibilidad” de obtener uno de los puestos del gobierno, dijo Kumar, que son apreciados por las horas, los salarios y las prestaciones garantizadas, por bajos que sean, del trabajo en el sector público. Entre los solicitantes había dos miembros de su familia.
Kumar es una de las caras del problema de política pública más insuperable de India: una escasez crónica de empleos formales en el país más poblado del mundo y, de acuerdo con las empresas, una escasez correspondiente de candidatos adecuados para cubrirlos.
El historial económico del primer ministro Narendra Modi volverá a estar en la agenda en Haryana el sábado en una serie de elecciones regionales en las que la oposición buscará ganar impulso contra su Partido Bharatiya Janata (BJP). La oposición logró empujar al BJP a una minoría parlamentaria por primera vez desde 2014 en las elecciones nacionales de este año, en parte destacando el desempleo persistentemente alto.
La economía de India no está creando suficientes empleos para su población joven y creciente ni capacitando a los trabajadores cualificados que sus empresas necesitan para aprovechar ese dividendo demográfico. Este desajuste alimenta las quejas generalizadas y representa uno de los mayores retos para Modi al entrar en su segunda década en el poder.
“Cada mes, un millón de personas que buscan un empleo formal se suman a la población activa”, dice Rituparna Chakraborty, cofundadora de Teamlease, que se describe como la firma de personal más grande de India. “Nueve de cada diez se pasan al sector informal, empleos en los que no hay contrato de trabajo, ni prestaciones de seguridad social, ni protección, ni garantías salariales”, advirtió.
“Los indios más pobres suelen aceptar trabajos con sueldo por día en cosas como construcción porque no hay demasiadas alternativas”, dice Shruti Rajagopalan, investigadora principal del Mercatus Center de la Universidad George Mason, en Virginia.
“La gente en el medio sigue esperando y preferiría aguantar para conseguir un trabajo en el gobierno, o trabajar en la granja familiar porque al menos les proporciona seguridad alimentaria”.
El gobierno de Modi tomó medidas para abordar el desempleo en India. En el primer presupuesto posterior a las elecciones, la ministra de finanzas, Nirmala Sitharaman, anunció un plan de aprendizaje para beneficiar a 10 millones de jóvenes durante cinco años. El gobierno también prometió subsidios de capacitación para empresas, estipendios para programas de aprendizaje y ayuda para que las escuelas vocacionales modifiquen sus programas de estudio para alinearlos con las demandas del mercado laboral.
En su mandato anterior, el gabinete de Modi también redujo los impuestos corporativos y tomó medidas para modificar las leyes laborales en un intento de estimular el crecimiento del empleo.
Sin embargo, las grandes empresas de India lamentan la escasez de candidatos cualificados para sus puestos de responsabilidad. El conglomerado Larsen & Toubro informó en junio que se enfrenta a una escasez de 45 mil trabajadores e ingenieros en sus empresas, que van desde construcción hasta tecnología de la información.
Los analistas dijeron que la falta de cualificaciones es un mal augurio para la campaña del sector de fabricación “Make in India” (Hecho en India) de Modi, y es testimonio de la negligencia y los estándares desiguales en las instituciones secundarias indias.
“Mucha gente sale de estas universidades, pero podemos hacer mucho para que tengan más posibilidades de encontrar un empleo en la industria”, dijo K. Krithivasan, director ejecutivo de Tata Consultancy Services, la empresa de tecnología de la información más grande de India, a Financial Times a principios de este año.
Mohandas Pai, presidente de la firma de capital privado Aarin Capital y ex director financiero del gigante de informática Infosys, dijo que la mayoría de las industrias tiene dificultades para encontrar trabajadores cualificados ya que la economía del país se expande a un ritmo anual de alrededor de 7 por ciento, con ofertas de trabajo que superan la de trabajadores con habilidades para cubrir los puestos.
“Muchas industrias no están dispuestas a gastar dinero para contratarlos, formarlos y capacitarlos”, agregó.
En un estudio que publicó este año Quess Corp, un proveedor de servicios comerciales indio, y la Federación de Cámaras de Comercio e Industria de India se argumenta que el país enfrenta un problema salarial, más que de empleo. Alrededor de 80 por ciento de los empleos pagan menos de 20 mil rupias (238 dólares) al mes, monto que no es suficiente para cubrir los crecientes gastos de vida, argumentaron los autores del estudio.
Por el lado de la oferta, los economistas dicen que la engorrosa regulación laboral también aplica un freno a la industria para crear puestos de trabajo. Gran parte de la legislación sólo se aplica a las empresas que emplean a 10 personas o más, señala Rajagopalan, de la Universidad George Mason. “La gente no contrata al décimo trabajador o lo hace de manera informal”, dice.
El gobierno de Modi aprobó en 2020 una revisión del mosaico de leyes laborales, que regulan desde el número máximo de turnos hasta el número de relojes por planta de producción, pero las reformas todavía no entran en vigor.
Incluso hay desacuerdo sobre cómo medir el desempleo en India. El Centre for Monitoring Indian Economy (CMIE) publica el indicador más citado, que se realiza por mes. En agosto mostró una tasa de desempleo de 8.51 por ciento y una tendencia al alza del desempleo.
“Es una tasa de desempleo bastante alta en un país que crece entre 7 y 8 por ciento anual”, dijo Mahesh Vyas, director general del CMIE. “También hemos visto que la tasa de desempleo es muy alta desde hace un largo periodo en regiones rurales y urbanas”.
El círculo de Modi prefiere la Encuesta Periódica de la Fuerza Laboral (PLFS, por su sigla en inglés) muestra que el desempleo está por debajo de 5 por ciento.
Los analistas dicen que la discrepancia se debe a lo que se consideraba trabajo, incluido el trabajo agrícola a medio tiempo.Vyas afirma que la definición de trabajo en la PLFS es “muy laxa”, y que el crecimiento de los activos fijos netos de las empresas de India, que, según él, sirven como indicador del empleo y el desempleo y han crecido a un ritmo de 5 a 6 por ciento en los últimos años.
“El empleo solamente aumentará si las inversiones aumentan, y no veo eso”, dijo Vyas.
Kumar, en Haryana, por ejemplo, podría o no calificar como desempleado dependiendo de quién esté contando. Gana un poco de dinero en comisión para una empresa que vende alimento para el ganado y evalúa establecer un negocio de productos lácteos con su hermano.
Como muchos jóvenes indios, también aspiraba a un puesto en el ejército, completando una licenciatura por correspondencia en ciencias políticas y aprobando el examen escrito tres veces. Pero fue rechazado en la entrevista.
“Necesitas fuentes y contactos cuando llegas a ese nivel”, dijo Kumar. “Yo no los tenía”.
“He dejado de buscar trabajo”, añadió,