OCDE. La variación anual de los precios en 38 naciones industrializadas se redujo a 5.3% en febrero, muy por debajo del máximo de 16.2% de noviembre de 2022
La inflación de los alimentos en las naciones ricas cayó a su nivel más bajo desde antes de la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania, con una desaceleración en el crecimiento de los precios que alivia la presión sobre millones de hogares afectados por el aumento de los costos de los alimentos durante dos años.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la variación anual de los precios de los alimentos al consumidor en 38 países industrializados se redujo a 5.3 por ciento en febrero, frente a 6.2 por ciento del mes anterior y muy por debajo del máximo de 16.2 por ciento que se alcanzó en noviembre de 2022.
Los precios de los alimentos se dispararon en 2022 debido al aumento de los costos de la energía y a la caída del comercio provocada por la invasión a Ucrania, mientras que las sequías, mayores de lo previsto, y las disrupciones de la cadena de suministro relacionadas con el covid también pasaron factura. De acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos, el aumento de los precios contribuyó a que 333 millones de personas sufrieran inseguridad alimentaria grave en 2023, una cifra récord.
“Hemos visto lo peor de la alta inflación alimentaria”, dijo Carlos Mera, responsable de materias primas agrícolas de Rabobank. “Los precios de las materias primas agrícolas cayeron en los últimos dos años, desde el pico de precios que siguió a la invasión a Ucrania, y esto actúa como una fuerza desinflacionaria incluso a nivel minorista”.
Tomasz Wieladek, economista de la compañía de inversiones T Rowe Price, dijo que “las cadenas de suministro se normalizaron por completo, los precios del gas bajaron a niveles que históricamente se consideran más normales y las exportaciones de cereales de Ucrania se reanudaron a través del corredor del Mar Negro”.
“La desaparición de estos factores sugiere que la desinflación mundial de los alimentos probablemente va a continuar”. Se espera que la OCDE comente sobre la cifra de los precios de los alimentos, que es la más baja desde octubre de 2021, en su actualización más amplia de inflación del 8 de abril.
Cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por su sigla en inglés) mostraron que los precios de los alimentos, incluidos cereales, azúcar y carne, en general bajaron desde sus máximos récord en 2022.
El índice de precios de los productos alimenticios de la FAO aumentó marginalmente a 118.3 en marzo, después de una caída de siete meses, pero la cifra aún se mantiene 9.9 puntos por debajo de la de marzo pasado.
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La disminución de la inflación fue generalizada en todos los países industrializados en febrero, y la última lectura de la OCDE se redujo a casi a la mitad respecto a los picos recientes.
Algunos países siguen batallando con los precios de los alimentos más altos de lo normal. El repunte de marzo en el índice de la FAO fue impulsado por un aumento de los precios de los aceites vegetales como el de soya, girasol y canola, debido a una disminución estacional de la producción y un aumento inesperado de la demanda del sudeste asiático.
“En general, la inflación de los precios de los alimentos está bajando en el mundo desarrollado y los mercados emergentes, pero vemos zonas donde las cosas todavía son difíciles, sobre todo en países con presiones en el tipo de cambio que dependen de las importaciones”, dijo Kiran Ahmed, economista principal de Oxford Economics.
Turquía, un país de la OCDE, registró una inflación anual de alimentos del 70.4 por ciento en marzo, mientras la lira seguía debilitándose frente al dólar. De igual manera, la inflación de los alimentos se aceleró a una tasa anual del 37.9 por ciento en febrero en Nigeria, que depende de las importaciones de alimentos y recientemente devaluó su moneda.
También se produjo un aumento sostenido de los precios de los alimentos en muchos países donde el arroz es un alimento básico en la dieta, después de que una prohibición india de las exportaciones de arroz afectó la oferta. Los precios estándar del cereal aumentaron 25 por ciento anual en febrero, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y la inflación de los precios de los alimentos siguió aumentando en países que dependen de las importaciones de arroz indio, como Filipinas y Bangladesh, a 3.4 y 9.44 por ciento en el mismo mes.
Sin embargo, la caída de los precios agrícolas al mayoreo, especialmente de los cereales, apunta a que la desinflación continuará en la mayoría de los países en los próximos meses.
“En pasados aumentos de precios, después de un retraso, los productores (agrícolas) pasaron a satisfacer la demanda”, afirmó Steve Wiggins, investigador principal del ODI, un grupo de reflexión sobre asuntos mundiales. “Espero que los precios sigan bajando”.
La caída de los precios de las materias primas agrícolas no ha impedido que los precios de alimentos al consumidor suban en general, porque las materias primas representan una proporción relativamente pequeña de los costos al menudeo.
El precio del pan, por ejemplo, depende también del costo del trabajo, la mercadotecnia, el empacado, la energía, la distribución, los márgenes de utilidades y la promoción. Mera, de Rabobank, calcula que el precio del trigo representa a lo mucho 10 por ciento del costo total del pan.
Los precios de las materias primas también se trasladan a los consumidores con un desfase temporal, lo que significa que las recientes disminuciones de los precios agrícolas se reflejarán en las estanterías de los supermercados el próximo año.