Los inversionistas están colocando dinero en los bonos corporativos de Estados Unidos (EU) al ritmo más rápido en más de tres años, lo que indica un creciente apetito por los activos de riesgo a medida que los mercados anuncian el punto máximo de las tasas de interés.
Más de 16 mil millones de dólares (mdd) inundaron los fondos de bonos corporativos en el mes hasta el 20 de noviembre, de acuerdo con los datos de la compañía que le da seguimiento a los flujos EPFR, lo que ya representa una entrada neta más grande que cualquier otro mes completo desde julio de 2020.
La tendencia se concentra principalmente en la deuda “basura”, con 11 mil 400 millones de dólares que este mes fluyen hacia fondos que invierten en estos bonos de bajo grado y alto rendimiento. Otros 5 mil mdd se colocaron en fondos de grado de inversión, que inyectan en deuda corporativa de mejor calidad.
Estas importantes entradas subrayan cómo el enfriamiento de la inflación alimenta las predicciones de que la Reserva Federal de EU puso fin a su ciclo de alzas de las tasas de interés. El clamor por los bonos de menor calificación también refleja la creciente confianza en que el alivio de los elevados costos de endeudamiento permitirá a las empresas altamente endeudadas navegar por una economía en desaceleración sin un aumento de los incumplimientos de pagos.
El banco central de EU apretó las tuercas de forma agresiva en la política monetaria desde marzo del año pasado, llevando los costos de endeudamiento desde casi cero a un rango objetivo de entre 5.25 al 5.5 por ciento en un intento por frenar la inflación.
Eso se tradujo en una mayor carga de intereses para las empresas estadunidenses, generando preocupaciones sobre una ola de impagos a medida que las compañías con más riesgo tienen dificultades para pagar su deuda corporativa.
La inflación cae
La semana pasada, los datos mostraron que la inflación había caído más de lo esperado a 3.2 por ciento, la primera caída desde junio. En respuesta, los operadores redujeron sus expectativas de otro aumento de tasas de interés antes de fin de año.
El cambio en las perspectivas de las tasas de interés impulsó las valoraciones de los bonos corporativos. La prima promedio pagada por los prestatarios estadunidenses con grado de inversión sobre los bonos del Tesoro de Estados Unidos se sitúa en 1.17 puntos porcentuales, según muestran los datos de Ice BofA, frente a los 1.3 puntos porcentuales del 1 de noviembre.
Las entradas de capital de noviembre se producen después de que los fondos de alto rendimiento sufrieran más de 18 mil mdd en salidas en el año hasta el 31 de octubre.
Algunos economistas e inversionistas temen que el nuevo flujo en los mercados de deuda corporativa pueda revertirse nuevamente, si queda claro que los costos de endeudamiento van a seguir siendo altos en el futuro cercano, lo que contribuirá a hacer bajar los precios de los bonos y a impulsar una ampliación de los diferenciales de crédito.
Las entradas de capital de noviembre indican que “el péndulo sin duda (oscila) en la dirección de decir: ‘oye, la inflación quedó atrás y todo está bien’”, dice el economista jefe de Apollo, Torsten Slok. “El problema con esto es que el péndulo puede replegarse muy, muy rápidamente” si una empresa conocida cae en un incumplimiento de su deuda, añade.
DJR