El nuevo mundo laboral postcovid podría regresar a los empleados a las oficinas

FT MERCADOS

Pero las empresas deberán establecer bien las reglas del juego para evitar demandas.

El nuevo mundo laboral postcovid podría regresar a los empleados a las oficinas
Pilita Clark
Ciudad de México /

Una vez que la crisis sanitaria de covid-19 se calme, la semana laboral se transformará placenteramente para millones de empleados en una agradable mezcla de algunos días en la oficina y unos cuantos en casa. 

O eso pensaba hasta la semana pasada, cuando hablé con Nicholas Bloom, un economista británico galardonado de la Universidad de Stanford cuya llamativa investigación sobre el home office comenzó años antes de la pandemia. 

Su más reciente estudio en coautoría, basado en meses de encuestas a 22 mil 500 estadunidenses aplicadas hasta diciembre, sugiere que el trabajo en casa de hecho llegó para quedarse. 

Los trabajadores y las empresas por igual encontraron que es mejor de lo esperado. Ambos invirtieron dinero en el equipo necesario para realizarlo (600 dólares para el trabajador promedio de la empresa). El estigma de “trabajar menos desde casa”, se desvaneció. Nadie quiere regresar a los sombríos viajes al trabajo cinco días a la semana. 

En general, los trabajadores piensan que poder trabajar desde casa dos o tres días a la semana es tan valioso como un aumento salarial de alrededor de 8 por ciento. 

Pero hay un problema, o más bien varios, de acuerdo con Bloom, quien habla regularmente con los gerentes tratando de averiguar cómo hacer que el nuevo mundo laboral funcione. 

Una cosa ya está clara, dice. “El modo mixto es un completo horror”. Con esto, se refiere a un equipo mixto de, digamos, cinco personas en casa y cuatro en la oficina, todos batallando para escucharse unos a otros en las llamadas por Zoom con mala conexión. 

Incluso cuando la tecnología funciona, dice, las personas en casa saben que se van a perder las esenciales reuniones posteriores a las juntas y en las que solamente pueden tener las personas que están en la oficina. 

“Es un desastre”, dice Bloom. “Así que las empresas realmente hacen el intento de organizarlo para que estés totalmente en casa, o totalmente en el trabajo”. 

Pero el economista dice que hay otra cosa sobre la que los gerentes están más preocupados: una inminente “crisis de discriminación” si se les permite a los trabajadores trabajar desde casa tan seguido como quieran. 

Ella dice...

“Los trabajadores con más probabilidades de perdersu empleo son los mismos que no pueden disfrutar de las ventajas del Home Office

​La investigación de Bloom sugiere que hay razones para estar preocupados. En un estudio que hizo sobre una gran compañía china de viajes que llevó a cabo pruebas para trabajar desde casa hace casi una década, se mostró que las personas que están en casa son ascendidas a una tasa de alrededor de la mitad en comparación con las que están en la oficina. 

Dos razones comunes que escucharon los investigadores fueron que se olvidan de las personas en casa, mientras que los trabajadores de la oficina desarrollan más “capital gerencial” al tener almuerzos o charlas generales entre sí y los jefes. 

Bloom dice que su investigación más reciente refuerza su creencia de que si a los trabajadores se les permite elegir cuántos días trabajar desde casa, es casi seguro que algunos grupos, como las mujeres con hijos pequeños, terminarán haciendo más trabajo en casa que otros. 

Tres años más tarde, sus tasas de promoción serán “drásticamente más bajas” que, digamos, los hombres jóvenes, solteros ambiciosos que van a la oficina cinco días a la semana, y se producirán una plétora de demandas laborales. 

Esa es la razón por la que le recomienda encarecidamente a las empresas que no permitan que el personal elija a discreción la cantidad de días que pasa en casa. “Creo que las empresas deben ser paternalistas en esto”, dice Bloom. 

Deben tratar de encontrar maneras de asegurarse de que todos vayan a la oficina los mismos días y trabajen desde casa los mismos días. “De lo contrario, vas a tener esta bomba de tiempo”. 

Eso podría ser complicado: sus nuevos datos muestran que más de 30 por ciento de los trabajadores o bien nunca quieren trabajar en casa, o solo quieren hacerlo en raras ocasiones, o solo un día a la semana. 

Aún así, al menos estos trabajadores tienen una opción. Muchas personas tienen trabajos que les exigen trasladar cosas o conducir a lugares, a pesar del mayor riesgo de infección, mientras que sus compañeros de oficina se quedan en casa. 

“Están realmente enojados”, menciona Bloom, y sus gerentes no saben qué hacer. Una respuesta parece obvia: págales más. Algunas compañías podrían hacer esto, pero las fuerzas del mercado sugieren que muchas otras no lo harán. Los trabajos menos cualificados se encuentran entre los más afectados por la pandemia. El poder de negociación de los que los tienen es débil. 

En otras palabras, los trabajadores con más probabilidades de perder su empleo son los mismos que no pueden disfrutar de las ventajas de trabajar desde casa. 

Para aquellos de nosotros que terminamos en una empresa con reglas más estrictas de lo esperado sobre cuándo podemos y no podemos trabajar fuera de la oficina, podría valer la pena tener eso en cuenta.

srgs

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