Carlos Ghosn provocó incredulidad en Tokio en febrero de 2018, cuando declaró que haría ‘irreversible’ la alianza Nissan-Renault.
Aunque Ghosn envió un memorando a todo el personal de Nissan en el que aseguraba que “nada cambiaría”, su plan para fusionar a las dos empresas encendió las alarmas en los altos ejecutivos de la automotriz japonesa, quienes temían una adquisición de facto por parte de los franceses que podría provocar cierres de plantas y pérdidas de puestos de trabajo.
Semanas más tarde, se preparaban para resistir una posible fusión, altos ejecutivos de Nissan, le indicaron a Ghosn, entonces director ejecutivo de Renault y presidente de Nissan, que tenían el respaldo del primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Se le dijo a Ghosn que Nissan aseguró un “sólido respaldo” de Abe y de Yoshihide Suga, jefe secretario de gabinete de Japón, de acuerdo con personas con conocimiento de las discusiones.
Invocar al primer ministro, un paso poco común en Japón, fue potencialmente explosivo: los dos gobiernos negaron públicamente su participación en lo que describieron como una cuestión privada corporativa.
E incluso cuando informaban a Ghosn sobre la postura del gobierno japonés, sus lugartenientes al mismo tiempo montaban una investigación secreta que provocaría su caída.
Las acciones de los gobiernos (cuyos detalles se encuentran en documentos que pudo ver el FT, así como a través de entrevistas con funcionarios en París y Tokio y con personas cercanas a la alta dirección de Nissan y a Ghosn) muestran una creciente tensión en torno a una posible fusión.
La disputa salió a la luz a través de una carta que un alto funcionario del Ministro de Economía, Comercio e Industria de Japón (METI) envió a su contraparte francesa a principios de abril, en la que expresaba su preocupación por los informes de los medios que hablaban de los planes para una fusión total entre Renault y Nissan.
Renault es propietario de 43 por ciento de Nissan, y el Estado francés tiene una participación de 15 por ciento en la automotriz francesa y el doble de derechos de votos. Si ese interés económico se llegara a transmitir a la firma fusionada, los franceses tendrían el mando.
Ghosn exigió saber qué esperaba lograr METI con su intervención. Hitoshi Kawaguchi, ejecutivo de Nissan a cargo de las relaciones con el gobierno, dio a conocer que la compañía le pidió apoyo a Meti para “poner un freno al estado francés”.
El METI redactó un memorando de entendimiento a mediados de mayo, en el que le exigía al gobierno francés que “informara al gobierno japonés” si iba a hacer una propuesta específica a Nissan. Pero en una señal de que la alta dirección de Nissan pudo haber estado exagerando a Ghosn el apetito que tenía METI de una pelea, el ministerio rápidamente suavizó su lenguaje para la versión final del memorando de entendimiento.
Los funcionarios franceses reconocen que hubo diálogo con el METI sobre el futuro de la alianza antes del arresto de Ghosn, pero niegan que Francia tuviera un plan detallado o concreto para la adquisición de Nissan.
“No entramos en detalles, pero lo que es cierto es que METI tiene un enfoque muy nacionalista, más que Nissan”, dijo un funcionario de alto nivel en París, y agregó que el gobierno francés dejó a Ghosn el contenido de las conversaciones. “Le encargamos que encabezara las negociaciones, pero cometimos el error de pensar que había más confianza entre él y Japón de la que aparentemente había”.
Un funcionario de METI, que se negó a comentar sobre la existencia del memorando de entendimiento, mencionó que el gobierno japonés nunca intervino en las discusiones de Nissan-Renault o recibió la solicitud de ayuda por parte de la automotriz japonesa. Nissan no quiso hacer comentarios, pero una persona familiarizada con el tema aseguró que la compañía nunca había hecho “una solicitud formal de apoyo”.
Ghosn, de acuerdo con personas cercanas a él, creía que el METI se involucró porque les “asustaba la fusión” con Renault. Para disipar los temores dentro de su propia compañía, Ghosn exploraba una posible estructura con sociedades de participación conjunta de 50 a 50 con sede en Ámsterdam que dejaría satisfechos a todos los involucrados.
Mientras luchaba con la tarea enorme de satisfacer a París y Nissan y consolidar su posición como el rey de la alianza, la mayor amenaza para Ghosn provenía de la misma empresa.
Hiroto Saikawa, director ejecutivo de Nissan, dijo que en repetidas ocasiones se opuso al plan de integración de Ghosn y en septiembre le advirtieron que lo podrían despedir si seguía resistiéndose, de acuerdo con una entrevista que dio a la revista Shukan Bunshun la semana pasada. Algunas personas cercanas al gobierno japonés dijeron que Nissan podría haber tratado de exagerar la participación de Tokio para resistir las presiones para una integración más profunda de Renault y el gobierno francés.
“Tal vez Nissan quiere decir que el gobierno japonés los respalda. Pero esa estrategia es completamente equivocada porque nada bueno saldrá de una intervención por parte del gobierno japonés”, dijo una de las personas.
Suga ha mencionado que las conversaciones entre Nissan y Renault son un asunto de empresa privada y que el gobierno japonés quiere que se fortalezca la alianza.
Para el verano pasado, Hari Nada, uno de los ejecutivos que informó a Ghosn sobre la posición del gobierno japonés, estaba firmando un acuerdo de culpabilidad con los fiscales de Tokio que fue fundamental y que provocó el arresto de Ghosn en noviembre por cargos de irregularidades financieras, de acuerdo con personas familiarizadas con las investigaciones.
Nissan dijo que descubrió “pruebas sustanciales y convincentes de mala conducta”, acusando a Ghosn de utilizar los gastos de la compañía para su beneficio.
En entrevistas con los medios de comunicación desde una prisión de Tokio, Ghosn aseguró que su caída fue el resultado de un “complot y traición” de los ejecutivos de Nissan que se oponen a su plan de fusión.
Gana libertad con fianza de 9 mdd
El Tribunal de Distrito de Tokio otorgó libertad bajo fianza a Carlos Ghosn luego de 107 días de detención desde que el ex presidente de Nissan fue arrestado y acusado por mala conducta financiera. La fianza se fijó en 8.9 mdd. La aprobación del tribunal llegó en su tercer intento de obtener una fianza después de que Ghosn aceptó ser vigilado por cámaras de vigilancia para asegurarse de que no huya de Japón ni manipule las pruebas.
Prevén que fiscalía apele la decisión
La fiscalía probablemente apelará la decisión y puede incluso presentar nuevos cargos para impedir que el ejecutivo automovilístico de 64 años, acusado de fraude financiero, sea liberado. Ghosn no podrá abandonar Japón, según los términos de su libertad condicional, la corte estimó que el riesgo de fuga o de manipular pruebas es bajo.
Con información de Leo Lewis, Kana Inagaki, Victor Mallet y David Keohane