Horas después de que la Cámara de Representantes de Estados Unidos votara para aprobar el paquete de ayuda por covid de Joe Biden de 1.9 billones de dólares, Roger Wicker, senador de Misisipi, celebró el apoyo del proyecto de ley a los propietarios de restaurantes en dificultades.
“Los operadores independientes de restaurantes ganaron 28 mil 600 millones de dólares de ayuda específica”, escribió Wicker en Twitter. “Este financiamiento asegurará que las pequeñas empresas puedan sobrevivir a la pandemia al ayudarles a adaptar sus operaciones y mantener a sus empleados en nómina”.
Pero los comentarios de Wicker provocaron la indignación de los demócratas, quienes señalaron que él, al igual que todos los demás legisladores republicanos en el Capitolio, votaron contra el proyecto.
“Los republicanos no tienen vergüenza”, dijo Jaime Harrison, presidente del Comité Nacional Demócrata. “Votaron contra el alivio crítico para el pueblo estadunidense durante una crisis nacional. ¿Ahora tratan de llevarse el crédito de eso?”, diablos, no”.
Los comentarios de Wicker subrayan el reto que enfrentan los legisladores republicanos al tratar de criticar una pieza de legislación que las encuestas de opinión muestran que es abrumadoramente popular entre los estadunidenses, y que los demócratas esperan que sobrecargue la recuperación económica que los catapulte a un éxito en las elecciones de mitad de periodo del próximo año.
La Ley de Plan de Rescate Estadunidense, el segundo proyecto de ley de estímulo económico más grande en la historia de EU, es el artículo legislativo insignia de Joe Biden. Incluye cheques de única ocasión de mil 400 dólares para quienes ganan hasta 75 mil dólares al año, una extensión de los beneficios federales de desempleo hasta principios de septiembre y miles de dólares en créditos fiscales para niños, entre otras provisiones.
Una encuesta de Pew Research, muestra que 70 por ciento de los adultos estadunidenses están a favor del proyecto, en comparación con 28 por ciento que se opone. Entre los republicanos o independientes que dijeron que “se inclinan hacia los republicanos”, 41 por ciento dijo estar a favor del plan.
“El paquete es popular y tiene un amplio apoyo, y las objeciones republicanas en su contra no han sido convincentes o consistentes como para hacerle un verdadero daño al proyecto de ley en este momento”, dijo Whit Ayres, un veterano encuestador republicano.
Los líderes republicanos en el Congreso trataron de pintar el proyecto de ley como una “lista de deseos” excesiva de los demócratas de un gasto derrochador que va mucho más allá de abordar el impacto económico de la pandemia.
Después de que Biden firmó el proyecto, Kevin McCarthy, el principal republicano de la Cámara de Representantes, calificó la legislación de “costosa, corrupta y liberal” y dijo que está llena de “rescates financieros estatales azules” para estados demócratas. El plan incluye 350 mil mdd en fondos para gobiernos estatales y locales.
“Desde un rescate estatal azul que permitirá a San Francisco eliminar 92 por ciento de su déficit presupuestario hasta bonos extravagantes a los empleados del gobierno, esta legislación pone en primer lugar los intereses del pantano”, dijo McCarthy.
Matt Bennett, cofundador del grupo de reflexión demócrata Third Way, dijo que los republicanos “viven en el pasado” al tratar de atacar el paquete de la misma manera como lo hicieron después de la respuesta de Barack Obama a la crisis financiera en 2009.
“En 2009, fueron capaces de atacar efectivamente (la Ley para la Recuperación y Reinversión en Estados Unidos) porque era muy opaca para la gente, lo que consiguieron de ella fue muy difícil de ver”, dijo Bennett. “Los republicanos creen que están viviendo en ese mundo, pero no lo están. Están viviendo en un mundo en el que la mayoría de los estadunidenses están a punto de conseguir un montón de dinero que pueden utilizar, y eso es una cosa muy diferente”.
Bennett agregó que la historia muestra que el pueblo a menudo apoya al partido del presidente en tiempos de crisis, desde Franklin Roosevelt en la Gran Depresión hasta George W Bush tras el 11 de septiembre, algo que puede augurar algo bueno para los demócratas en las elecciones de mitad de periodo del próximo año, cuando los republicanos intentarán recuperar el control de la Cámara de Representantes y del Senado.
Por su parte, varios republicanos dicen que el debate destaca las divisiones en un partido que aún lucha con la forma de tratar con Donald Trump. Como presidente, Trump presionó por un gasto gubernamental agresivo, incluso planteó pagos directos de 2 mil dólares pese a la oposición de los conservadores de su partido.
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Falta confirmación de Cormann en OCDE
Los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) deben confirmar esta semana la elección del ex ministro australiano Mathias Cormann como nuevo secretario general de la organización para sustituir al mexicano Ángel Gurría, después de haber conseguido más apoyos que la sueca Cecilia Malmström.
Si no hay sorpresas de última hora, Cormann habrá salvado las críticas que recibió durante su campaña por haber sido miembro destacado más de siete años de un gobierno señalado por respaldar el uso de los combustibles fósiles, y en particular el carbón, cuando la lucha contra el cambio climático es una de las banderas de la organización.