Hazte a un lado, Birmingham, en estos días los compradores acuden en masa a lugares como Brocklebank, en el sur de Londres.
La cadena de moda y accesorios Primark estrenó su tienda de gran tamaño en Brum hace 18 meses con globos y grandes filas. Dos tiendas insignia más de Reino Unido adornan Oxford Street, con otra en Mánchester. Pero las últimas cifras de ventas del propietario Associated British Foods muestran que las ventas en estas cuatro unidades van en descenso, ya que la presencia de turistas se está enfriando y los trenes que transportan a personas que van al trabajo pasan vacíos.
Al incluir estas tiendas, las ventas de Primark en Reino Unido cayeron 12 por ciento desde la reapertura. Si se excluyen las cuatro megatiendas, la cifra representa una caída de 5 por ciento.
El hecho de que los centros comerciales y las tiendas físicas en las calles lograron mantenerse tan bien —las ventas se encuentran casi sin cambios en comparación con el año pasado desde que se empezaron a levantar los confinamientos europeos en mayo— es una señal del atractivo perdurable de Primark (y su negativa a vender en línea). Pocos puntos de venta físicos más en espacios similares habrán logrado incluso eso.
Pero son los parques comerciales en las afueras de la ciudad, como Brocklebank, donde Primark tiene una tienda, los que encabezan el renacimiento de las ventas minoristas hasta ahora. Los clientes encuentran más atractiva la comodidad de estacionarse fácilmente que usar el transporte público. Las ventas de Primark de parques comerciales aumentaron significativamente respecto al año pasado.
Las acciones de los minoristas con un alto número de tiendas en parques comerciales registran un fuerte desempeño desde principios de año. El índice de supersector minorista FTSE 350 han caído 6 por ciento en lo que va de año, pero firmas como Pets at Home y Halfords al se muestran sin cambios y Dunelm, Kingfisher y B&M registran un alza de dos dígitos.
La resiliencia de los parques comerciales debe ser una buena noticia para los propietarios. Muchos ofrecen otras cosas a los inquilinos además de solo el espacio de tienda: pueden duplicar las actividades de su negocio como pequeños centros de distribución o sitios cercanos a las ciudades para recoger mercancías que se compran por internet para respaldar las ventas en línea.
Sin embargo, la exclusión de las ventas de propiedades de supermercados de los acuerdos y transacciones minoristas se da muy pocas veces, lo que dificulta discernir precios confiables para los activos. El fideicomiso de inversión inmobiliaria RDI vendió una cartera de parques el lunes con un descuento de 3 por ciento sobre su valoración de febrero. Eso contrasta con los intentos anteriores de Hammerson de vender su cartera de parques comerciales a Orion, éste optó por sacrificar un depósito de 21 millones de libras en lugar de pagar 380 millones de libras adicionales para tomar posesión de los siete parques comerciales de Hammerson en mayo, incluso con un descuento de 22 por ciento sobre el valor contable de junio pasado.
A pesar de su éxito después de la pandemia, los centros comerciales son una pequeña proporción de las carteras de los propietarios. El pequeño número de inquilinos en relación con los centros comerciales los mantendrá así. Pero su popularidad duradera puede significar que les va mejor que gran parte del sector de propiedades minoristas.
El club del dinero
Los consejos de administración de las aerolíneas tienen la cabeza en las nubes, a juzgar por las recomendaciones recientes del grupo asesor de inversionistas Institutional Shareholder Services (ISS).
Las aerolíneas Wizz Air, International Airlines Group y ahora Ryanair provocaron la ira de ISS por los bonos de los jefes en los últimos meses. A pesar de las turbulencias en la industria, los consejos de administración de cada grupo decidieron que sus directores ejecutivos merecen sus bonos.
Willie Walsh se marcha con 883 mil libras, la mitad de eso en efectivo, para su último año completo a cargo de IAG, un monto mayor que su salario. Michael O’Leary se embolsa 92 por ciento del máximo que podía recibir de Ryanair, 458 mil euros en efectivo. El director ejecutivo de Wizz, Jozsef Varadi, obtuvo una bonificación discrecional de 533 mil euros en acciones, a pesar de no alcanzar los objetivos de beneficios que se supone que son el único factor determinante del plan de incentivos de la compañía.
Todos se beneficiaron de los préstamos baratos del CCFF (Línea de Financiamiento Corporativo de Covid) del gobierno. Todos anunciaron recortes de puestos de trabajo. Tanto Ryanair como IAG recurrieron a los accionistas para obtener efectivo.
Cada grupo tiene una explicación de por qué los pagos están más fundamentados de lo que parecen. Los bonos son para años financieros que terminaron antes de que apareciera el covid-19 en el caso de Ryanair y Wizz, cuyos años fiscales finalizan en marzo. El de Walsh se relaciona con una época más atrás, el año hasta diciembre de 2019, y la decisión de pagarla se tomó a principios de marzo.
Los directores también redujeron sus sueldos junto con los empleados, y O’Leary recortó su salario a una cuarta parte de la suma del año fiscal 2019. Varadi condujo Wizz Air con considerable aplomo antes de la crisis. Habría alcanzado los objetivos de utilidades si la aerolínea no hubiera sufrido pérdidas de cobertura de combustible relacionadas con el covid-19, algo que escapa a su control.
ISS reconoce las racionalizaciones y, no obstante, estima que los pagos no dan en el blanco. Es correcto recomendar a los inversionistas que voten contra los informes de pago. La industria de las aerolíneas está atravesando una racha excepcional, y los ejecutivos deben esperar recibir un golpe excepcional en su remuneración.
Lo que será esclarecedor es cómo van a reaccionar los consejos de administración si pierden el voto no vinculante, como ya ocurrió con Wizz. Ryanair logró superar por muy poco el año pasado. La reunión general anual de este año se dará la próxima semana; si no se compromete con las preocupaciones de los inversionistas, se demostrará que los consejos de administración todavía no aterrizan completamente.
¿Qué son?
Zona de edificios
Los parques comerciales con un espacio de edificios agrupados con fines comerciales de ocio o de servicios, que además tienen una amplia zona de estacionamiento.
Amplio espacio
Mientras que los centros comerciales se ubican en las ciudades (y por tanto tienen un espacio reducido) los parques se encuentran generalmente en las afueras de la ciudad, por lo que son más amplios.
Accesibilidad
Este tipo de establecimientos por lo general están construidos en terrenos accesibles y bien comunicados, con transporte cerca y vías que facilitan el acceso de los consumidores.
Áreas comerciales
Al ser zonas de amplio espacio pueden tener incluso niveles separados para diferentes áreas: comercial, servicios, entretenimiento y pueden tener hoteles y hasta gasolineras.
Independientes
Los parques se conforman de edificios independientes, pero dentro de un conjunto, lo que optimiza la gestión de estacionamiento, seguridad y mantenimiento.