UBS espera una ganancia contable de 35 mil millones de dólares como resultado de su rescate de Credit Suisse, una cifra inferior a lo que algunos habían pronosticado; además prevé gastar 17 mil mdd en depreciaciones de activos y provisiones para litigios.
En un documento regulatorio presentado ayer en Estados Unidos, el banco suizo detalló, por primera vez, sus primeras estimaciones sobre el impacto de la fusión, el acuerdo bancario más grande desde la crisis financiera, que se espera que tarde hasta cuatro años en completarse debido a su complejidad.
UBS debe obtener una ganancia contable de 34 mil 800 millones de dólares en la transacción, porque adquirió a su rival por una fracción del valor en libros de sus activos. El denominado “fondo de comercio negativo” se calcula restando el precio de adquisición de 3 mil 500 millones de dólares del valor de mercado de los activos netos, que se encuentra en alrededor de 38 mil mdd.
Esta cifra es inferior al monto teórico de 57 mil millones de dólares que pudo obtener debido a una serie de factores, como los cambios en el valor justo de mercado de los activos, los pasivos por pensiones y los ajustes realizados porque los dos bancos utilizaban estándares contables diferentes.
Según Thomas Hallett, analista de KBW, el hecho de que se hayan revelado unos beneficios de capital y de acciones inferiores a los esperados “anula elementos del caso alcista en nuestra opinión y respalda aún más nuestra postura más cautelosa sobre UBS”.
Añadió que “el comunicado es un recordatorio de cuánto ruido contable estará presente durante la mayor parte de la próxima década en UBS, el desorden durará muchos años”.
El fondo de comercio negativo proporcionará a UBS un beneficio en papel (teórico) que podrá utilizarse para amortiguar las diversas pérdidas y los costos de integración del acuerdo. El gobierno y el regulador Finma también allanaron el camino para que el banco amortizara 17 mil 100 mdd de bonos adicionales de nivel uno —instrumentos de deuda que pueden convertirse en capital—, algo que provocó demandas de los inversionistas.
En el documento, UBS asegura que reducirá los activos de Credit Suisse en 13 mil millones de dólares, reservará 4 mil mdd para cubrir asuntos regulatorios y litigios y habrá un cargo adicional de reestructura tras cerrar la transacción.
Los principales activos que se van a amortizar son las hipotecas suizas y los activos de operaciones, en particular de las actividades de banca de inversión que UBS tiene previsto abandonar.
Anke Reingen, analista de RBC Capital Markets, dijo que sus cálculos habían anticipado un mayor nivel de capital ordinario de nivel 1 del 15.4 por ciento frente al 14.2 por ciento que UBS reveló ayer.
Después de años de escándalos y pérdidas, la clase dirigente suiza intervino para que UBS rescatara a su alicaído rival en marzo, tras cientos de miles de millones de retiros de clientes. El Estado aportó más de 250 mil millones de francos suizos (278 mil mdd) de fondos públicos y garantizó 5 mil millones de francos en pérdidas para endulzar el trato a UBS.
El expediente revela otros detalles de la fusión. UBS se ahorró alrededor de 400 millones de dólares cancelando un plan de bonificaciones para el personal de Credit Suisse que estaba vinculado a los bonos de nivel. También prohibió a Credit Suisse emitir nuevas líneas de crédito de más de 100 millones de francos suizos para compañías con grado de inversión y de 50 millones para solicitantes de préstamos chatarra.
UBS espera obtener una ganancia de mil millones de dólares por la cartera inmobiliaria mundial de Credit Suisse.
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