Siemens está “dispuesto a hacer concesiones” para obtener la aprobación de la Unión Europea para su fusión ferroviaria con Alstom, pero “encontrará otras soluciones” si el acuerdo para crear un campeón europeo no se concreta.
Joe Kaeser, director ejecutivo de la compañía alemana, dijo que la fusión de los dos grupos tiene sentido desde el punto de vista económico, pero que hay opciones en el caso de que los reguladores antimonopolio decidan anular el acuerdo. “Estamos dispuestos a hacer concesiones, eso se mantiene”, agregó.
Un periodista le preguntó a Kaeser si estaba molesto por las evasivas de los reguladores, pero respondió que sobre todo se encuentra relajado.
Por el momento se enfoca en el diálogo con las autoridades antimonopolio, ya que “ciertos intereses deben reconciliarse”. Pero dijo que si no ocurre el acuerdo estaría bien. “Creemos que es la mejor solución; si no se concreta encontraremos otras soluciones”.
Las conversaciones entre las empresas y los funcionarios antimonopolio de la Unión Europea están en curso.
Siemens y Alstom tienen hasta mediados de diciembre para ofrecer soluciones que aborden las preocupaciones de la Unión Europea, y Margrethe Vestager, la comisionada de competencia de la Unión Europea, tiene hasta finales de enero para decidir sobre el acuerdo.
A Vestager le preocupa que la fusión le quite a los operadores ferroviarios europeos la opción de elegir proveedores y que esto desate un aumento de precios que al final sería perjudicial para los consumidores.
Los funcionarios de la Unión Europea dieron detalles de sus preocupaciones a las partes la semana pasada, con lo que aumentaron las expectativas de que las empresas tendrán que vender activos sustanciales con el fin de asegurar la aprobación de la Unión Europea.
La compañía fusionada será un proveedor grande y fuerte para un grupo de productos y servicios de equipo ferroviario en Europa, pero la preocupación de los funcionarios se da en torno que la compañía combinada sea casi un monopolio en sistemas de señalización en una serie de países europeos y por su participación sustancial en el mercado de trenes de alta velocidad.
Entre los participantes de la industria que expresaron públicamente sus preocupaciones sobre la fusión se incluye Network Rail, del Reino Unido y el regulador británico de la Oficina de Regulación Ferroviaria (Office of Road and Rail), y a su rival Bombardier.
Vestager dio un paso atrás a la fusión a pesar del fuerte respaldo político que tienen los planes de las empresas tanto de Berlín como de París, una posición incómoda ya que entra a su último año en el cargo.
El acuerdo combinaría Alstom con la unidad de movilidad de Siemens para crear un campeón europeo en el sector ferroviario para enfrentar a CRRC -el mayor fabricante de trenes del mundo- que tiene el respaldo de Beijing, ya que busca comenzar a vender en el bloque.
Sin embargo, los funcionarios de la Unión Europea cuestionaron la justificación, al decir que es poco probable que ocurra la competencia china en un futuro cercano.
Por otra parte, las utilidades de Siemens se redujeron casi a la mitad en el último trimestre, ya que el grupo alemán realizó la reserva de varios millones de euros por cargos por el concepto de indemnización ya que lleva a cabo una reestructuración de su debilitada unidad de gas y petróleo.
El conglomerado más grande de Europa dijo que las utilidades netas registraron una caída de 46 por ciento para llegar a 681 millones de euros en el cuarto trimestre, una cifra que esperaban los analistas, ya que reservó 301 millones de euros por cargos de indemnizaciones.
La utilidad de los negocios industriales de Siemens, una medida que se sigue muy de cerca, se mantuvo estable en 2 mil 100 millones de euros, cifra que también coincidió con los pronósticos.
Siemens dijo que se encuentra optimista con respecto al futuro y anunció que su dividendo aumentará 0.10 euros para llegar a 3.80 euros por acción y que compraría hasta 3 mil millones de euros en acciones en un nuevo programa de recompra.
Siemens, ‘dispuesto a ceder’ por tener a Alstom
FINANCIAL TIMES
En manos del regulador. La firma alemana se enfoca en el diálogo con las autoridades europeas, ya que “ciertos intereses deben reconciliarse”, dice su CEO.
Fráncfort y Bruselas /
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