La mayoría de los funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos quieren mantener altos los costos de endeudamiento “durante algún tiempo”, lo que aumenta las dudas sobre la posibilidad de que el banco central comience a recortar las tasas de interés en marzo.
De acuerdo con las minutas de su reunión de diciembre, que se publicaron ayer, los funcionarios expresaron su creciente optimismo de que la Fed esté teniendo éxito en su intento de sofocar la inflación, pero se mostraron cautelosos de no comprometerse a una relajación inmediata de la política monetaria.
Los funcionarios sorprendieron a los mercados en diciembre al indicar que esperaban que el banco recortara un cuarto de punto tres veces en el transcurso de 2024. En las minutas se muestra que, aunque la mayoría de los responsables de la fijación de las tasas esperan recortar este año, había “un grado elevado de incertidumbre” en las perspectivas económicas para este año.
En la lectura de la reunión se dice que es posible que un deterioro en los datos pudiera hacer que fueran “adecuados” nuevos aumentos de las tasas, a pesar de que la mayoría de los funcionarios consideran que “es probable que las tasas estén muy cerca o en su pico”.
“En general, los participantes señalaron la importancia de mantener un enfoque cauteloso y que dependa de los datos para tomar decisiones de política monetaria y reafirmaron que será apropiado que la política permaneciera en una postura restrictiva durante algún tiempo hasta que la inflación esté descendiendo de manera sostenible hacia el objetivo”, se lee en el recuento.
A pesar de su cautela sobre las tasas, los responsables de la formulación de políticas se mostraban con más confianza en la inflación y dijeron que está “avanzando hacia un mayor equilibrio”. Se eliminó una referencia anterior de las minutas anteriores de que la inflación era “inaceptablemente alta”.
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El informe destaca los desafíos que enfrenta la Fed mientras intenta dar tiempo a una campaña de aumentos agresivos de las tasas, sin renunciar a su compromiso de mantener las presiones sobre los precios bajo control y arriesgarse a dañar sus credenciales de lucha contra la inflación.
“No están dispuestos a decir ‘hemos ganado’”, dijo David Kelly, estratega global jefe de JP Morgan Asset Management, refiriéndose a la batalla contra la inflación. Según las actas, los funcionarios del banco central parecían ser “un grupo bastante pesimista y preocupado”, añadió.
Los inversionistas no se mostraron sorprendidos por el relato de las minutas del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés). Los rendimientos del bono de referencia a 10 años del gobierno estadunidense fueron 0.01 puntos porcentuales más bajos, a 3.93 por ciento, mientras que el rendimiento de los bonos a dos años, que son sensibles a las políticas, subió 0.03 puntos porcentuales a 4.36 por ciento. Los rendimientos de los bonos aumentan a medida que caen sus precios.
En los mercados de valores, el S&P 500 extendió ligeramente una caída anterior para operar 0.6 por ciento más bajo. El Nasdaq Composite bajó 0.9 por ciento.
Los mercados de futuros siguieron contemplando seis recortes de las tasas de interés para 2024 en su conjunto, a pesar de que las proyecciones oficiales de en forma de “gráfica de puntos” indicaban solo tres.
El registro se produce mientras los observadores de la Fed debaten cuándo comenzará el banco a reducir los costos de endeudamiento en 2024 y qué tan profundo recortará las tasas a lo largo del año.
El tono moderado de la reunión de diciembre y los comentarios de Jerome Powell llevaron a muchos inversionistas a apostar a que los recortes podían comenzar en marzo.
El presidente de la Fed de Richmond, Thomas Barkin, con derecho a voto en el FOMC, advirtió que la búsqueda para combatir la inflación todavía no está completa y dijo que algunas empresas aún no “querían dejar de subir los precios hasta que sus clientes o competidores los obliguen a hacerlo”.
“Si ese es el caso, me temo que tendrá que suceder más en el lado de la demanda, ya sea orgánicamente o a través de la acción de la Fed, para convencer a quienes fijan los precios de que la era de la inflación ya terminó”, dijo, y añadió que un aterrizaje suave es “cada vez más concebible” pero “de ninguna manera inevitable”.
Los precios de los bonos comenzaron 2024 a la defensiva luego de un fuerte repunte de fin de año que empujó el rendimiento de referencia a 10 años hasta 3.78 por ciento la semana pasada, impulsado por el tono moderado de la Fed.
Los datos federales que mostraban que las ofertas de empleo en noviembre cayeron al nivel más bajo en más de dos años ofrecieron algunas pruebas de enfriamiento en el mercado laboral, reforzando las expectativas de los recortes de las tasas.
La decisión de diciembre del banco central dejó la tasa de los fondos federales entre 5.25 y 5.5 por ciento, un máximo de 22 años que se alcanzó después de una serie de incrementos destinados a frenar el brote de inflación más importante de las últimas décadas. Sin embargo, las presiones sobre los precios disminuyeron marcadamente durante el segundo semestre de 2023 y la Fed no ha subido las tasas desde julio.
La resiliencia de la economía estadunidense el año pasado, cuando la inflación cayó a pesar del fuerte crecimiento y el bajo desempleo, elevó las esperanzas de un aterrizaje suave.
En las proyecciones de diciembre del FOMC se muestra que la mayoría de los funcionarios esperaban que las tasas terminaran 2024 entre 4.5 y 4.75 por ciento. La mayoría esperan que bajen más en 2025, terminando el año entre 3.5 y 3.75 por ciento.
Estas proyecciones se basan en que el índice básico de gastos de consumo personal caerá a 2.4 por ciento este año y a 2.2 en 2025, antes de alcanzar en 2026 el objetivo de 2 por ciento que fijó el banco central. Se espera que el desempleo aumente ligeramente, de 3.8 a 4.1 por ciento.
Con información de: Jennifer Hughes