Trump abre explotación de petróleo en el Ártico

Energía. Permite perforación en 7.81 millones de hectáreas que son hogar de aves migratorias, osos polares y caribúes.

El presidente de EU romperá la protección al área. Tom Brenner/reuters
Myles McCormick
Londres /

La administración Trump se movió para permitir la perforación en zonas ecológicamente sensibles en el Ártico que antes estaban prohibidas a los productores de petróleo, en la medida más reciente para reducir la supervisión ambiental a la industria del crudo antes de las elecciones de noviembre. 

David Bernhardt, secretario del Interior, firmó ayer un programa de arrendamiento de petróleo para el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico (ANWR, por su sigla en inglés), con lo que abre parte del área protegida de 19.3 millones de acres (aproximadamente 7.81 millones de hectáreas) en Alaska a la perforación por primera vez después de décadas de debate sobre su condición de protegida.

El área es el hogar de aves migratorias, osos polares, caribúes y otros tipos de vida silvestre, con poca actividad humana, y los ambientalistas se oponen firmemente a los esfuerzos para abrir el ANWR a la perforación desde que se estableció como refugio en 1980. La decisión pone en vigor una ley de 2017 que autorizaba el desarrollo de una porción de 1.56 millones de acres (631 mil hectáreas) de la reserva conocida como Llanura Costera.

La medida es el ejemplo más reciente de la relajación de los controles ambientales por parte de la administración de Donald Trump antes de las elecciones presidenciales, donde los candidatos ofrecen opiniones contrastantes sobre el futuro de la energía estadunidense. Trump anunció la semana pasada el desmantelamiento de las regulaciones de metano de la era de Obama.

Bajo el plan de desarrollo del Ártico, el departamento de Interior tiene la intención de seguir adelante con dos ventas de arrendamiento de 400 mil acres (161 mil 874 hectáreas) cada una, una que se realizará antes de diciembre del próximo año y la otra antes de diciembre de 2024.

Pese a las críticas de los ambientalistas por el daño que causará, la medida fue bien recibida por la industria petrolera. Frank Macchiarola, vicepresidente de política, economía y asuntos regulatorios del American Petroleum institute, dijo que esto “sigue un riguroso proceso de revisión ambiental que confirma la capacidad de la industria del petróleo y del gas natural para desarrollarse responsablemente en las áreas designadas”.

Los analistas de la industria cuestionan cuánto apetito habrá entre las compañías petroleras por explorar en el área dada la escasez de proyectos de exploración actuales en la región en áreas donde ya está permitido.

Bernhardt dijo que espera que la producción de petróleo en el área comience en unos ocho años y que la actividad pueda continuar durante más de 50 años.


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